martes, 16 de noviembre de 2010

LOS SANTOS DE AL-ANDALUS y LOS MAQAMS DE AL-ANDALUS

LOS SANTOS DE AL-ANDALUS
LOS MAQAMS DE AL-ANDALUS,





PEREGRINOS DE LAS ESTRELLAS
EN LA RUTA DE LA MEDIA LUNA.




Tras los pasos de los santos musulmanes
del Oriente de al-Andalus,
Estaciones emisoras de poder espiritual.


AUTOR: NAZR
C. BLANES 6 PTA 5
46001 VALENCIA

AUDUBILLAJHI MIN AS SAITAN IR RAYIM; BISMILLAH IR RAHMAN IR RAHIM.


"Yo intercederé el Día del Juicio.
Diré: ¡Oh Dios mío! Pon en el Paraíso a aquellos
que tienen fe del tamaño de un grano de mostaza."[1]

Mohammad, el mensajero de Dios.


DEDICATORIA

Dedico este libro a todos los maestros vivos y a los aprendices que siguiendo sus pasos buscan inspiración divina en este mundo terminal de fin de ciclo especialmente bajo y confuso. Sin la dirección y ayuda de nuestros maestros hubiera sido imposible para nosotros el descubrimiento de los Maqams de estos Santos andalusíes. Regalos de la Misericordia Divina sin causa, pido a Allàh[2], Existencia Absoluta, por el Amor que ha depositado en su amado profeta y mensajero Muhammad*, la esencia de la Creación, que permita entrar a aquellos buscadores sinceros en la "HALKA" (círculo) de su sagrada Conciencia y de su santo Recuerdo. Que así sea.











INDICE

1.- SANTOS, SABIOS Y TUMBAS
2- LA SANTIDAD EN EL ISLAM Y EN EL SUFISMO EN PARTICULAR
3.- LOS SIGNOS DE LA MAESTRÍA ENTRE LOS SUFÍS
4.- LOS CAMINOS SUFIS
5.- CLAVES SUFIS PARA UN VIAJE A TRAVÉS DE LAS PUERTAS
INTERDIMENSIONALES
6.- CONOCIMIENTO IMPERSONAL
7.- 900 AÑOS DIERON PARA MUCHAS COSAS
8.- LA PIEDRA FUNDACIONAL DE AL-ANDALUS
9.- LA LUZ SE APAGA
10.-LAS CAUSAS DE LAS INMORTALIDAD DE LOS SANTOS
Y LA INCORRUPTIBILIDAD DE SUS CUERPOS
11.- LA INMORTALIDAD DE LOS SANTOS MUSULMANES Y LA CIENCIA
12.-DESCRIPCION DEL PARAISO
13.-LOS PEREGRINOS DE LAS ESTRELLAS Y LA RUTA DE LA MEDIA LUNA
14.-ESTRELLAS SIN LUZ
15.-LAS ENSEÑANZAS DE LOS MAESTROS
16.-SUPERVIVENCIA ARQUEOLÓGICA, SOCIOLOGICA Y ESTILO ARQUITECTÓNICO;
ETIMOLOGÍA, LEYENDA, REFERENCIAS DOCUMENTALES Y ESTADO ACTUAL DE
LOS MAQAMS.
17.-¿ PORQUÉ EN EL LEVANTE DE AL-ANDALUS ?
18.-LA APARICIÓN DE NUESTROS MAQAMS
19.-HISTORIA DEL CEMENTERIO DE JANNAT AL-BAQI EN MECCA
20.-LOS MONUMENTOS ISLÁMICOS DE LOS BALCANES, DESTROZADOS
21.-EL HADITH: QUIEN QUIERA QUE VISITE MI TUMBA, MI INTERCESIÓN LE ESTÁ
GARANTIZADA.
22.-TAWASUL
23.-UN REGALO PARA LA TUMBA DEL SHEIJ MUZAFER OZAR JERRAHI
24.-¿QUÉ HAY EN UN MORABITO?
25.-LA VISITA DE UN MAQAM
26.-CONVERSACIONES DE UN MAESTRO SUFI DEL SIGLO XXI SOBRE LOS SANTOS
Y LA SANTIDAD
27.-¿PORQUÉ SEGUIMOS A LOS SANTOS?
28.-EL NUMERO Y LOS PODERES DE LOS SANTOS
29.-LAS OBLIGACIONES DE NUESTROS SANTOS
30.-DUNIA: EL MUNDO AL QUE RENUNCIAN LOS SANTOS
31.-EL WAJHABISMO Y SU REFUTACIÓN
32.-TRES EJEMPLOS DE FIDELIDAD HISTÓRICA
33.-EL RESURGIR DE LOS MORABITOS DEL ORIENTE DE AL-ANDALUS
34.-AL WALI, El AMIGO Y PROTECTOR
35.-PETICIONES DE PROTECCIÓN Y USO
36.-UN MENSAJE DE PAZ PARA LAS GENTES DE AL-ANDALUS Y DEL MUNDO
37.- NUESTRA CADENA INICIATICA EN LAS ORDENES NAQSHBANDI Y MAWLEVI










SANTOS, SABIOS Y TUMBAS

“Exaltado sea el que no se manifiesta a sus santos más que para manifestarse a Sí Mismo, y que no conduce hacia ellos más que a los que quiere conducir hacia Sí.”
Ibn Ata Allah El Iskândari




Elaborar una guía de morabitos o santuarios islámicos del Al-Andalus no es una idea totalmente nueva. Una mujer llamada Omalhina, nieta del poeta valenciano Abu Becquer ben Athiya fue de hecho la primera en escribir un libro histórico sobre los sepulcros de al-Andalus. Suponemos que se trataba, como el nuestro, de un recordatorio de los lugares donde descansan los cuerpos de nuestros olvidados santones. Su libro, citado por el historiador valenciano Ibn al-Abbar en su "Tecmilah", quizás pervive escondido en una mezquita del norte de Africa o en la trastienda de un librero viejo de Bagdad, tal vez se haya perdido para siempre. Pero lo indudable es que antecedió en tiempo y abundancia de datos al que ahora tiene usted entre sus manos.

Al-Andalus sería durante más de seis siglos dispensador de conocimiento científico y religioso que trasvasaba hacia el mundo medieval cristiano y al mismo tiempo, uno de los focos de creación de experiencia y sabiduría espiritual más florecientes del mundo musulmán. Es impensable en las circunstancias propias de una civilización tradicional como la de aquella época, que tal caudal de conocimientos no hubiera venido de la mano de un manifiesto auge de la santidad… si es que alguien recuerda aún en nuestros “tiempos” que cosa fue esa experiencia que los antiguos llamababan “santidad”.

Evidentemente, tanto por las reseñas históricas como por deducción lógica, la memoria palpitante de un Oriente de al-Andalus impregnado del aroma de azahar de sus santonas y santones tenía que conducirnos tarde o temprano -con el permiso de Dios- hasta los retirados huertos de sus tumbas. Y así ha sido.
En nuestras latitudes, los huertos rebosan de aromas y perfumes, siendo unos producto del trabajo y otros regalos de la naturaleza silvestre y sin embargo, tendemos a pensar en los olores como si fueran sensaciones conscientes, reproducibles como productos industriales, cuando durante la mayor parte del tiempo vivimos rodeados de esencias sublimadas, escondidas, que percibimos sin apercibirlas nuestra conciencia y que van influyendo inexorablemente en nuestro comportamiento. Igualmente, los santos del Sharq al-Andalus desprenden desde hace muchos siglos un delicado perfume que todo lo llena sin que nadie sepa de donde procede. Por algo son las personas más solícitas para esconder los secretos y los más lejanos a mostrar milagros, aunque estén capacitados para ello. No obstante, el wali[3] tiene tras la muerte un lugar de reposo asignado y aunque éste lugar permanezca en el olvido de los hombres, tiene que descubrirse un día, como es obligatorio que se abran las rosas del amanecer a la llegada de la primavera.

Santos, sabios y tumbas nos parecieron buenas palabras para iniciar una aventura destinada a buscadores de conocimiento. ¿Pero que palabras usar cuando esos sabios, esas tumbas y santos se encuentran tan cerca de nuestras plazas, de nuestros jardines, de nuestros ríos, de nuestros bosques y que como éllos, están en nuestra propia tierra y su sangre, metafóricamente, corre por nuestras mismas venas? Y más aún, que no podríamos llamarlos muertos, ¡Porque están vivos!

Debido al interés actual por la arqueología fantástica secuela de la saga de Indiana Jones, cuesta adaptarse a la idea de que vamos a ocupamos no de las habituales momias embalsamadas y despedazables al uso del imperio de los faraónes, sino de los cuerpos incorruptos y resplandecientes de los herederos de la última vía religiosa-esoterica que permanece completamente viva, aún cuando en estos momentos parezca a punto de desaparecer. ¿Cual no habría de ser pues nuestro agradecimiento, cuando junto a las moradas de los mejores de nuestros antepasados hay eficaces pozos de transformación vertical, algibes de sabiduría espiritual y receptáculos de influencias sagradas que, a pesar de su sencilla apariencia superan los beneficios que nos proporcionaría descifrar los enigmas del milenario Egipto, con sus herméticas fórmulas mágicas, mistéricas y matemáticas?

Dios, el Eternamente Subsistente, en Su Sabiduría Infinita, preservó en estas tierras del oriente de al-Andalus un tesoro incalculable que son las tumbas de los Santos de la edad de oro de al-Andalus. Y a pesar de todos los intentos encaminados a destruirlas, estas joyas luminosas han pervivido hasta nuestros días para beneficiar a quienes se apresten a su visita, de la baraka (la energía de santidad) y la enseñanza incesante que emana de estos verdaderos "transformadores espirituales".

El redescubrimiento de un patrimonio como éste, aunque nosotros ignoremos los verdaderos planes de Dios, creémos que responde a una serie de necesidades latentes en diversos niveles de nuestra conciencia. Una de ellas es el despertar de los patriarcas espirituales de la tierra, es decir, claramente el llamado mismo de estos Santos musulmanes, pues aunque pueda parecer imposible, por motivos que desconocemos, ellos nos están llamando pues son los dirigentes y líderes de la umma en estos lugares. Otra, más palpable, la imperiosa necesidad que hay de guía y de refugio en el caótico escenario de los últimos tiempos.

Dios dice en el Santo Qu'ran:
"Conocemos vuestros antecesores. Conocemos vuestros sucesores.
Cierto, el señor los reunirá. Él es sabio, omnisciente". (Qu'ran, 15:24-25)

Tras los inesperados conflictos bélicos con que se ha iniciado este nuevo milenio, los "occidentales" nos sentimos inquietos ante la importancia cada vez mayor que está adquiriendo el mundo islámico en nuestras vidas, aunque solo sea para ser el blanco favorito de las críticas de la “modernidad”. Para poder comprender qué está pasando, y en la medida de lo posible reconocer los signos de un conflicto que se manifiesta en un ámbito cultural desconocido y contradictorio para nosotros, necesitamíaos comprender la grotesca transformación que sufrieron las creencias islámicas a raíz de la irrupción en su seno y con la ayuda de “occidente” del movimiento "wajhabi". La grotesca transformación que sufrieron las creencias cristianas hasta llegar a configurar lo que actualmente conocemos como “mundo occidental” o “comunidad internacional” creemos que son del conocimiento del lector, al que no resultará extraño ni descabellado que las nombremos como la entidad bíblico-coránica de Gog y Magog. Por ello hemos dedicado algunas páginas de esta obra a desvelar los postulados políticos y religiosos de ese grupo de millonarios ignorantes cuyo máximo objetivo, desde el primer día de su asalto al poder en el año 1925, fue casualmente, la destrucción de los maqams o morabitos de los santos musulmanes de la península arábica, empezando por el alucinante intento de voladura de la mismísima tumba del Profeta del Islam, nuestro señor Mohammad**. Un abierto desafío a las tradiciones, la historia, y las enseñanzas del Islam tradicional, que están encarnadas especialmente en las vidas y las transmisiones de los Maestros Sufíes, que son quienes nos revelaron la existencia de los viejos morabitos del Oriente de al-Andalus...

Reflexionando sobre la inverosímil aparición en al-Andalus de todos estos santos del Tasawuf original nos vino a la memoria un popular hadith sahîh[4] que narra como levantando su mano para señalar, el Santo Profeta* dijo a sus compañeros, refiriéndose a los acontecimientos que se producirían en los últimos tiempos:
"El extravío de oriente. La guía, de occidente".

Y así, tuve conocimiento de que mis contemporáneos estaban reflexionando ya sobre el mismo asunto. Sabemos por experiencia que los musulmanes, si se desvían de la guía correcta, por cierto que vamos a sentir el castigo de Allàh. El mundo islámico de hoy se ha ganado el desagrado del Todopoderoso por su desobediencia al mandato divino, hay demasiadas señales visibles de ese castigo como para negarlo. Y esta casa común de la paz[5], que fue la única garantía de justicia, honor y respeto para la humanidad cuando ésta andaba aún en las penumbras de la barbarie, esta tierra de acogida donde cada acto sacralizado de la vida cotidiana se desarrollaba con absoluta calma y dignidad, solo puede devolver la paz a nuestro mundo si retorna a las verdaderas enseñanzas del Islam. Y estas enseñanzas fructificarán, es sabido, solo cuanto regrese el respeto por Sus amados, los Profetas y los Awliyâ de Dios. ¡Que nadie piense en hallar paz hasta que la humanidad se incline ante los más elevados en conciencia de los de su especie! No habrá paz, insistimos, mientras los roles continuen invertidos y aquellos dotados de los más bajos instintos continúen señalando el camino por el que debe aventurarse la humanidad. Esto es lo que está sucediendo en nuestros días, a los que el santo profeta llamó los días del gobierno de los tiranos.

No nos cabe la menor duda de que muchos lectores disfrutarán de esta narración desde la cómoda atalaya de sus propios sofás y que difícilmente emprenderán la ruta de reencuentro con sus raíces espirituales, esfuerzo que sobrepasa las capacidades de carácter del hombre medio. Otros quizás se hallen demasiado alejados de nuestros morabitos para visitarlos mientras que otros quizás se hallen demasiado cerca... En fin, la experiencia nos ha enseñado a no esperar una clamorosa respuesta del mundo a las cosas de Dios, pues como dice el noble Corán (27:81): " Y no eres tú quien puede sacar a los ciegos fuera de su error”.

Y sin embargo, "Lo mismo antes que después, las cosas dependen de Dios" (C:30;3).

















LA SANTIDAD EN EL ISLAM
Y EN EL SUFISMO EN PARTICULAR



Decid: ‘Creémos en Al-làh y en lo que ha hecho descender sobre nosotros
y en lo que descendió sobre Ibrahim, Ismail, Isaac, Jacob y sus descendientes,
y lo que fue entregado a Musa y a Îsa,
y en lo que fue entregado a todos los demás profetas por su Sustentador:
No hacemos distinción entre los profetas’.

Qur’án, Sura al-Baqara, 136.



Es un mecanismo de la mente el asociar algo conocido a algo que se desconoce. Por lo tanto, si no se quiere asumir el riesgo de una completa confusión, que nadie se adentre en la lectura de esta obra sin intentar abrirse a una nueva comprensión de conceptos que previsiblemente difieran de sus puntos de vista más arraigados. Procedería pues en estos momentos una simbólica ablución de aquellos juicios erróneos que ustedes pueden llevar a cuestas sobre el Islam y el Sufismo, generalmente adquiridos desde la perspectiva ajena del utilitarismo, la duda metódica, las malas traducciones del árabe y un concepto teocrático de la "religión" todavía existente en las sociedades mal llamadas "civilizadas". Lo anteriormente dicho es también aplicable a un no desdeñable número de musulmanes.

Citando a Frithjof Schuon -que a este respecto tuvo un momento de gran lucidez- para comprender las civilizaciones tradicionales en general y el Islam en particular, es necesario tener en cuenta el hecho de que la norma humana o psicológica es para ellas, no el hombre medio hundido en la ilusión, sino el santo desapegado del mundo y apegado a Dios; solo él es enteramente "normal" y solo él, por este hecho, tiene totalmente "derecho a la existencia"; de ahí cierta falta de sensibilidad de las verdaderas civilizaciones hacia lo humano puro y simple. Ahora bien, lo que determina el valor de un pueblo o de una civilización no es la forma literal de su sueño terrenal, cual es el caso de nuestra “civilización del consumo” sino la capacidad de "sentir" el Absoluto, y en las almas privilegiadas, su capacida de identificarse con Él. Este es el quid de la cuestión.

Una descripción que ha alcanzado fama sobre las características de los santones de la comundidad musulmana fue dada por Ali ibn Talib, como relata Ibn al-Jawzi:
"Son los ménos en número, pero los mayores en rango ante Allah. A través de ellos Allah preserva Sus signos hasta que los legan (antes de morir) a otros que se les asemejan, y los planta firmemente en sus corazones. Por ellos el conocimiento ha tomado por asalto la realidad de las cosas, para que encuentren fácil lo que quienes son dados al bienestar encuentran dificil, y encuentran intimidad en lo que los ignorantes encuentran desolación. Acompañaron el mundo con cuerpos cuyos espíritus estaban religados a la más alta de las aspiraciones (al-mahall al-ala). ¡Ah, ah! ¡Cuanto anhela uno poder verlos![6]

El gran compilador de vidas de Santos musulmanes, Farid Uddin Attar, cita un esclarecedor suceso que aconteció en vida del místico Abu l'-Hosain al-Nuri de Bagdad. Cuando Gholam Kalil declaró la guerra a los sufís, fué ante el califa para denunciarlos. El cadí los interrogó, no hallando tacha alguna en su doctrina y comportamiento. Informado de ésto, el califa preguntó a los prisioneros antes de liberarlos:

.- "¿Hay algo que deséen?"

.- "Sí ", respondieron. "Deseamos que nos olvides. No queremos que nos honres con tu aprobación ni que nos proscribas con tu prohibición. Para nosotros, tu prohibición es tu aprobación; y tu aprobación, prohibición".

El califa lloró amargamente y los despidió con honores, porque la oficialidad puede manejarse en la tierra, pero no puede alcanzar los Cielos. La gran parafernalia de las instituciones oficiales corta la conexión con los Servidores Celestiales. Los estados mundanos no los aceptan y ellos no aceptan estar al servicio del Sultán.

Sería conveniente aclarar que el término sufismo es obviamente "occidental". Los sufíes mismos no emplean demasiado este término para sí mismos. Prefieren otros como “los hombres” (arriÿâl), “la gente” (al-qawm), “la gente de la Realidad” (ahlul-haqîqah), “la gente de la noche” (por dedicarse durante la soledad de la noche a las prácticas de la meditación y el recuerdo de Dios), “los gnósticos” (al-‘ârifûn), “los compañeros", etc., etc. A la hora de definirlo, los maestros lo han velado adrede con metáforas o paradojas, y cuando se les pidió mayor explicación, coincidieron en describirse como “gente del saboreo” (ahludh-dhawq), indicando con eso que lo suyo es un camino de experiencia, y que igual que el sabor, no lo describen las palabras ni lo contienen las estructuras limitadas del pensamiento racional.
Es preciso aclarar que "Sufi", en realidad, es solamente aquel que ha alcanzado la "meta" del camino espiritual, es decir la "santidad", si se nos permite el uso de un lenguaje todavía por pulir. El “Sufi” es aquel que está muerto para el si-mismo y vive por la Verdad; ha escapado de las ataduras de las características humanas y reálmente alcanzado (a Dios). Quede pues perfectamente claro que el autor de este libro no es un sufi y que nadie se llame a engaño en adelante. En árabe, la palabra con que se designa lo que nosotros traduciríamos por santidad es wilâyah, y el que la posee es llamado walî (plural, awliyâ’, santos). Esta palabra significa en realidad “amistad”, “cercanía”, “intimidad”. La santidad en esta concepción es pues un estado de gracia que deviene por la cercanía a Dios, quien dispensa Su Amistad; “santos” son Sus amigos, es decir, Sus amados. El walî de Allâh es algo así como un “amigo íntimo de Allâh”- y al respecto encontramos que el Corán dice:
“Allâh los ama y ellos Lo aman”.

El Profeta fue el Amado de Dios por antonomasia, y un shayj dijo: “Aquel que está purificado por el puro amor es puro, y aquel que es absorbido por el Amado y que ha abandonado todo lo demás es un Sufi”[7].

Este dicho nos revela dos visiones sucesivas que se originan del mismo concepto. Si profundizamos más en la raíz de wilâyah, W-L-Y, nos introducimos en la perspectiva no dualista o “esotérica”. Resulta que en árabe wilâya no es simplemente la cercanía de dos cosas, sino una cercanía tal que no conozca separación real entre las partes de que está compuesta; o yuxtaposición. Siguiendo el diccionario, el verbo walâ-yalî es no sólo “estar cerca” sino más aún “estar contiguo, inmediato a algo”; el verbo tawâlâ es “ser sucesivo”, y el adjetivo mutawâlî es “consecutivo”.

Profundizando todavía un poco más, encontramos la razón de esta “inmediatez del walî respecto de Allâh”: istaulâ significa “apoderarse de”. Por lo tanto se puede concluir también que el walî es alguien que ha hecho que Allâh quisiera apoderarse de él, "que es absorbido por el amado" hasta el punto de hacer de él una continuidad de Sí mismo.

Ahora cabría preguntarse algo importante y que atañe a cada uno de nosotros en relación al walî, al santo. ¿Por qué Dios ha enviado maestros y profetas desde el alba misma de la humanidad? Si ese tesoro, ese potencial, no se hallase en nosotros, ¿Por qué iba a molestarse Dios en enviar profetas y maestros para ayudarnos a encontrarlo?
Toda la intención del aspirante espiritual está puesta en alcanzar esta “cercanía”, y ella no se logra sino por la fuerza del amor. Es en realidad una gracia, y no un producto del esfuerzo. En una tradición sagrada del Islam, Dios dice:
“Mi siervo no puede acercarse a Mí, hasta que Yo le ame. Y cuando le amo, Yo soy el oído por el que oye, la vista por la que ve, la mano con la que coge y el pie con el que anda. Si me pide algo, le atiendo, y si busca refugio en mi lo tiene garantizado.” [8]

Esta amistad con Dios les conlleva también la posibilidad de interceder y por ello son una fuente de bendición (bârakah), lo que ha generado un culto popular alrededor de estos santos, en todas las épocas, generalmente centrado alrededor de sus tumbas, donde se reza y se pide su intercesión. Y no sólo después de muertos; la gente pide también oraciones en su favor a los hombres vivos dedicados a la vida espiritual ya que la súplica de un amigo será más probablemente escuchada que la de un desconocido.

Entre quienes El Absoluto ha aceptado en el círculo de su Wilâya los hay quienes Él se reserva para Sí. A estos, Allah los aparta de la celebridad y los sume en el anonimato. Es imposible reconocerlos entre la gente, y su experiencia sólo la comparten con Allah. Y entre ellos los hay a quienes Allah sí que muestra a la gente, y los hace maestros. Los musulmanes los han reconocido como los “grandes sabios del Islam”. Son los que han sido encargados de mantener viva la luz del Profeta*, guiando a los musulmanes por el camino que conduce al Amor. A los más excelsos de estos sabios se les llama “Herederos de los Profetas”, y también “Renovadores del Islam”, pues vuelven a darle fuerzas.

Para los que siguen a un wali, los aspirantes, los tratadistas más esmerados prefieren el término mutasawwif, “aspirante a sufí”. Y existe otra palabra más, que es necesario conocer, que se usa para designar a los hipócritas, los pseudo sufíes, que lo son sólo en apariencia: mustaswif.

Los sufíes han asombrado a veces con afirmaciones en donde cuestionan profundamente la ética tradicional. El hombre común obra el bien esperando el Paraíso y se abstiene del mal por temor al Infierno; pero para estos amantes, elegir el bien es elegir la opción del Amado, y abstenerse del mal es odiar lo que disgusta al Amado. Es éste un amor donde el ser contingente desaparece, y sólo perdura el Amado; en ese estado el santo es un vehículo de la voluntad divina, un aliento de Dios sobre la tierra. Pero cuando el santo no ejerce ese estado, es uno más entre los que se alimentan y sienten frío. En este sentido en que el ser contingente desaparece se interpreta el dicho del místico Al-Hallaÿ (finales del siglo III de la héjira), “Yo soy el Real (Dios)” que le costará la vida. En realidad, más que una heterodoxia, al sufismo deberíamos definirlo como una “profunda ortodoxia”, esto es: una profundización del mensaje original del Islam, de ahí las dificultades en comprenderlo por parte de quienes no están capacitados ni se ejercitan en reflexionar. Creemos que se puede decir que sufismo es el corazón del Islam. Un corazón vivo donde lo más importante es el amor.
Cabe aclarar sin embargo que esta simplificación en la ortodoxia es meramente metodológica, pues el sufismo presenta un espectro amplísimo, tanto en el universo geográfico, como histórico y doctrinario, y para todo muestra excepciones y contraejemplos[9], pues está en su propia naturaleza el escapar a todas las "escolasticas". Tampoco podemos desconocer que a menudo los sufíes han sido contestatarios de un orden (en lo religioso) corrupto, hipócrita, exteriormente formal e interiormente vacío.

Se ha dicho que el sufismo “Es hoy un nombre sin realidad, pero supo ser una realidad sin nombre”, destacando con esto que la santidad era la regla en época del Profeta*, cuando primaba por doquier aunque no era nombrada. Empezó a ser nombrada cuando ya era una cosa rara...
Si hemos de creer a los tratadistas musulmanes, hombres del sufismo, éste existió siempre en la forma de piedad y sabiduría que no necesitaba de tratados o explicaciones eruditas. Cuando la piedad y la fe predominan, los hombres santos no sobresalen, pero cuando comienza a difundirse la corrupción y el desvío dentro del Islam, entonces los “Amigos de Dios” se destacan del resto, como las luminarias en el cielo, o las estrellas en la noche. Se ha querido así explicar la aparición del sufismo (sobre todo en sus formas ascéticas de sencillez y desprendimiento que caracterizaron a algunas figuras iniciales) como una suerte de “reacción” contra el alejamiento del mensaje original del Islam, una reivindicación de la piedad y la sinceridad frente a la creciente corrupción que se extendía entre las clases dirigentes y el poder político. Los primeros sufíes habrían surgido según esta idea para tratar de revertir con el ejemplo, la decadencia de la fe. Se trata de una explicación parcial, pues tanto en los momentos de predominio de la piedad y la fe, como cuando lo que impera es el descreimiento y l impiedad, la santidad es siempre minoritaria, y según los designios de Dios, a veces es conocida y a veces está oculta.

El lector de cultura cristiana se sorprendería al descubrir la importancia de la figura de Jesús (la paz sobre él) en la literatura sufí, especialmente en los últimos tiempos, en que se aproxima el regreso del Imam Mahdi y Jesús por que el plan diabólico del Dajjal está a punto de culminar. Entre los musulmanes que alcanzan la “santidad” es normal que se manifieste, junto a la proximidad de la Divina Presencia, una vía de comunicación o filiación espiritual con alguno de los Profetas enviados por el Dios Único. Uno de los Sufís más conocidos del siglo XX, el Shayj Sidi Ahmad al-Alawi (radiyallahu ‘anhu), mantenía una intensa adscripción espiritual con Sayydina Isa. Dicen quienes le conocieron, que sus palabras destilaban la sinceridad de un amor inmenso hacia Jesús, sin que por otro lado lo considerase un dios. Según las palabras de un pastor metodista tunecino, que tras entrevistarse con él en otoño del año 1928 entraría en el Islam, Hasan Ibn Muhammad al-Qaba’ili: "El respeto que sentía hacia la figura de Jesús en el fondo, era mucho mayor del que manifiestan los cristianos".

Se menciona en las Tradiciones del Profeta: "Los eruditos son los herederos de los profetas". Al respecto de este hadith, el Sheijk Ahmad Al-Faruqi As-Sirhindi[10] comentará: "El conocimiento de los profetas es de dos tipos, conocimiento de leyes y conocimiento de secretos. El erudito no puede ser llamado un heredero si no hereda ambos tipos de conocimiento. Si toma solo un tipo de conocimiento, esta incompleto. Por lo tanto los verdaderos herederos son los que toman el conocimiento de las leyes y el conocimiento de los secretos, y solo los santos han realmente protegido y recibido su herencia."

En los últimos cien años, el edificio espiritual que acompañaba durante toda su existencia al ser humano, ha ido desmoronándose hasta alcanzar el actuál estado de ruina. Ahora la gente vive en la oscuridad, porque no tienen ninguna conexión con las gentes del cielo ni con los sirvientes iluminados de Allah que viven en este mundo entre nosotros. La gente niega y rechaza la posibilidad de beneficiarse de la presencia de "la gente del paraíso". Más, en cuanto Allàh deséa que sean conocidos, los santos son “testigos”, “pruebas” de Dios diseminadas sobre la tierra, estrellas en el firmamento que rememoran al sol profético, y como él, ellos son “hombres perfectos”, en tánto seres que han llegado a la unidad primordial.















LOS SIGNOS DE LA MAESTRÍA ENTRE LOS SUFÍS




No tengan temor los amigos de Dios
Pues ellos no serán entristecidos.
Quienes crean y hayan sido piadosos
A esos la buena nueva en este mundo y en el otro.
Corán,10.63-65



Ha sido práctica común de los arabistas européos usar la palabra "santo" para traducir el coránico awliya' Allah. Sin embargo esta expresión se traduce mejor literalmente, como "Amigo de Dios". Tanto los maestros Sufís como los salihin son llamados amigos de Dios. Pero no todo maestro Sufí es necesariamente un awlya' Allah salihin, es decir, quien puede actúar como canal para el auxílio divino a través de la súplica sincera.

Así habló Nuri al-Bagadadi sobre los Maestros:
"Dios tiene siervos que están por Él, y se mueven y descansan a través de Él, que viven por medio de Él y que moran en Su comtemplación. Si por un instante dejaran de contemplarlo, sus almas los abandonarían. En Él duermen, en Él comen, en Él toman, a través de Él van, a través de Él miran, a través de Él oyen y a través de Él son. Esa es la verdadera ciencia".

El camino de Dios es tal que quien penetrea en él, se pierde a si mismo. Solo puede alcanzar al Todopoderoso alguien que está más allá del mundo y que no se considera a si mismo como un Arif (Persona Espirituál).

Dice una tradición profética:
"Aquellos que los vean recordarán a Dios".

El principal signo de la maestría es que cuando estáis sentados con un maestro, os llega una brisa de fe, de placer espiritual. Él no habla sino de Dios. Siempre está aconsejando el bien. Se adquiere un beneficio de su compañía así como de sus palabras. Os beneficiaréis tanto cuando estéis lejos de él como os beneficiaréis en su presencia. Veréis entre sus discípulos la imagen de la fe, de la sinceridad, de la humildad y la piedad, y debéis recordar, cuando estéis con ellos, el estado más elevado de amor, de verdad y de deferencia hacia los otros. Veréis que sus seguidores representan todos los tipos diferentes de gentes. Así es como eran los compañeros del Profeta*.





LOS CAMINOS SUFIS


"Desde el momento en que llegaste al mundo,
se te puso delante una escalera para que pudieras escapar".
Divani Shamsi Tabriz.



Los turuq (plural de tarîqah, camino) van surgiendo naturalmente en el mundo islámico entre los siglos X al XIII del calendario cristiano. Los grandes maestros de esa época forman discípulos y escriben importantes obras donde la doctrina del “sufismo” alcanza su plenitud. Estos discípulos tienen a su vez discípulos, y así se forma una “cadena” de transmisión de la tradición espiritual. Esto es como un pase de mano en mano, de maestro vivo a discípulo presente, de boca a oído. No se transmite sólo conocimiento, sino algo más, intangible pero efectivo: la bârakah, la bendición o influencia perfeccionante que es como las gotas de la lluvia vivificante (la misericordia divina) de que habla el Corán, que reverdece a la tierra yerma. Sin esa bârakah el retoño que anida en el corazón del hombre no germinaría ni crecería. Cuando un Sheij (maestro) acepta un discípulo, se dice que “lo toma de la mano”, y el murîd se deja entonces conducir por el maestro como un niño cuando camina de la mano de su padre, seguro de que el adulto conoce el camino y lo llevará a salvo a su destino.

Esta cadena se denomina silsilah, y es en definitiva una lista de nombres de maestros que se remonta a través de los siglos hasta los orígenes, es decir al Profeta mismo. Usando una analogía puede representarse al sufismo como un árbol invertido. Sus raíces están en el cielo (Dios), su tronco son el ángel Gabriel (transmisor de la Revelación) y el Profeta Mohammad. Del tronco parten diversas ramas gruesas, que son los primeros discípulos, los compañeros del Profeta; y a su vez estas ramas sufren multitud de subdivisiones, como en un árbol cuya copa está sobre la tierra. Algunas ramas se secan (son tarîqahs que mueren, por falta de un maestro que haya alcanzado la santidad y continúe transmitiendo la sabiduría y la bârakah), otras se retuercen, deforman y afean (son turuq que han perdido el rumbo, ya no persiguen el fin de la sabiduría y la santidad, no perduran en ellas más que fenómenos, como ciertos dones para soportar el dolor, encantar serpientes, o fabricar amuletos que protejan de diversos males); y hay también en las ramas, cada tanto, nuevos brotes que dan origen a otras ramas: es la aparición de nuevos santos que originan una nueva subdivisión en el gran árbol de la tradición espiritual.

Hay mucha tarîqahs. Estas en general responden a algún apelativo familiar o al nombre del santo más destacado de su pasado, el que habría originado esa rama. Por ejemplo la Orden Qadiriyyah recibe su nombre de su fundador, Abd Al-Qadir Al-Ÿilâni muerto en el 1166. Es una de las cofradías más importantes. La Orden Mevleví o Mawlawî, deriva su nombre del fundador, Mawlâna Ÿalâluddín Rumi (m. en 1273). La tarîqah Naqshbandiyyah debe su nombre al Sheij Bahauddín Al-Naqshband, de Bujara (m. en 1390). La orden Ÿerrâhiyyah es una subdivisión de la Jalwatiyyah, y debe su nombre al Sheij Nuruddín Al-Ÿarrâh de Estambul (m. en 1720), etcétera.
En el sufismo, siguiendo la regla del Islam, no hay monacato ni retiro del mundo. Los miembros de estas tarîqahs viven como cualquier otro ser humano, forman su familia, trabajan y se reúnen regularmente para recibir enseñanza de su Sheij y realizar en conjunto las prácticas de la orden. Esta práctica de reunirse con los hermanos en el camino y con el Sheij, comer y departir juntos, al estilo de lo que hacía el Profeta* con sus compañeros, es una parte importante de la educación espiritual. En este sentido los miembros de una tarîqah son cófrades. Cada tarîqah, en cada época, puede tener muchos sheijs en distintos lugares, y excepcionalmente un sheij de sheijs, es decir una cabeza de toda la orden. Cada sheij por lo normal está al frente de un grupo, que se reúne en un lugar físico, denominado según los lugares y geografías, tekke, takiyyah, dergah, zawiyah, janaqah, que funciona a veces como una pequeña mezquita, y que puede estar anejo a la casa del maestro. A menudo un Sheij tiene representantes, discípulos adelantados, que ya llegaron al grado de sheij o no, y que conducen grupos de la orden en lugares alejados. Se los llama jalîfah (califa: representante), o bien muqaddam (adelantado).
En relación a nuestros Sheijs andalusíes, la mayoría de ellos vivieron en un momento en que todavía no se había producido el fenómeno de las tariqahs, es decir son casi del tiempo en que "el sufismo era una realidad sin nombre" lo que acrecienta su valor por cuanto en toda organización, aparte de sus innegables ventajas, se introduce con facilidad el sindrome del dogmatismo, el oportunismo y en ocasiones fácilmente, pueden instalarse actitudes sectarias. Si ello ha podido darse en alguna ocasión dentro del sufismo, a pesar del enorme cuidado y rigor con que han actuado siempre los guías de la vía, en el transcurso de estos últimos tiempos este riesgo ha podido convertirse en una seria amenaza. Por lo tanto entendemos que es una innegable ventaja que nuestros santones y santonas fueran en su mayoría independientes de toda adscripción a una determinada escuela sufí.

En el año 1997, comenzaba nuestra conexión con los maestros uwaisi Sheij Mohammad An-Mevlevi y Sheij Hussein an-Naqshband. En Mayo de 2002, solicitamos autorización para tomar bayat con estos 2 maestros. Con el paso del tiempo nuestra ingenuidad e ignorancia iniciales han dado paso a un estado de vigilancia. Por causas que ignoramos, tenemos escasos contactos con aquellos maestros iniciales, aunque siguen presentes en ocasiones puntuales. Maestros son para nosotros no solo estos maestros uwaisís, sino todos aquellos que Dios pone en nuestro camino y todas las criaturas capaces de enderezarnos en el camino del amor hacia nuestro Señor …












UN VIAJE
A TRAVÉS DE LAS PUERTAS INTERDIMENSIONALES.
CLAVES SUFIS.


La morada última es realmente la vida.
¡Si lo supieran!

El Corán XXI; 64



Antes que nada es imprescindible dejar bien claro que toda la temática de las estaciones espirituales de Santos "fallecidos" circula - sin poder eludirla- en torno a la dimensión esotérica de la Tradición. Dicha Tradición representa en la Religión lo que el corazón al cuerpo, es decir, el motor e impulsor de la vida.
Podemos decir con toda seguridad que "aquellos que rechazan lo esotérico de la Religión, hacen de ésta un cadáver." Y es más, su misma negación les impide todo movimiento de carácter espiritual y les encarcela en la prisión del Dunia, el mundo grosero de las apariencias. Por lo tanto, todo rechazo de la dimensión esotérica del Islam[11] procede de la rebeldía y la obstinación del ego, y sitúa a las personas que así proceden en la evidente enemistad con Allah, Existencia Absoluta, contra Su Profeta* y sus herederos. A lo largo de este libro estableceremos fielmente a través del Corán y de las Tradiciones del Profeta* el carácter fundamental de la dimensión esotérica en el Islam y daremos cuenta de la horrible destrucción de los "MAQAMS" por parte de los saudíes-wajhabis, que en última instancia es el intento estúpido por eliminar el Islam desde su centro y esencia, que es el Tasawuff[12].
Estos "reformadores" a los que hemos empezando a conocer por las noticias negativas que desde el 11 de septiembre nos revelan el verdadero rostro de los dirigentes de Arabia Saudita, creen que destruyendo las tumbas de los santos elegidos por Allah el Altísimo, acabarán con la influencia espiritual de éstos. No deja de sorprendernos tan ingenua maniobra, pero no es de extrañar en personas patológicamente materialistas, ciegas a la verdad y reducidas por las falsas luces de este mundo. No pueden comprender que todo maqam bendito es una puerta hacia el mundo divino; una puerta-canal de doble dirección desde donde se reciben las misericordias de Dios Omnipotente, desde donde se puede viajar al mundo sutil. Nada tienen que ver con una supuesta idolatría.
Queremos creer que la mayoría de estos wajhabis no son capaces de calibrar el enorme daño que se infligen a si mismos actuando en contra de los Awliya[13] del Señor del Poder, pero sí sabemos que hay una minoría que actúa de un modo consciente y su plan de ataque es privar a las gentes del Bien de las puertas de comunicación con el mundo de la Santidad, destruír las puertas que posibilitan la entrada a los mundos celestiales.
Al contrario de lo que creen, solo destruyen los edificios, que es precisamente lo menos importante, aunque necesario para su identificación. La puerta de luz queda intacta y disponible para todo aquél al que Allah muestre la localización de uno de sus Santos.
No es nuevo esto de la destrucción de "morabitos". Siglos antes en las tierras de al-Andalus se produjo una acción parecida. Primero, aunque de forma minoritaria, en algunas ciudades dominadas por los almohades, que aclaremos de paso que no por ello dejaban de ser musulmanes, aunque algunos fueran poco lúcidos. Luego de modo masivo por los denominados "cristianos", estos últimos indudablemente con más coherentes razones. La prueba de que todos sus esfuerzos fueron vanos es que ya solo en la Comunidad Valenciana llevamos recuperados al menos 70 maqams. Esta es una señal suficiente de la protección que Allah garantiza a sus Santos y de que Allah siempre es El que Vence.

Cuenta una tradición que en el lugar donde se ubica la Kaába y antes de que Adam fuera existenciado, 70.000 ángeles estuvieron 70.000 años girando en torno a un centro por orden de su Señor. Esa es la auténtica realidad de la Kaába: un vórtice supremo de energía divina y su puerta transdimensional. Su esencia es espiritual y el "cubo" es sencillamente el signo para localizar la puerta hacia Allah Todopoderoso.
Antes de entrar de lleno en las claves, tenemos que dejar bien claro que nuestro método de interpretación se basa en el sufismo como sello y culminación de todo esoterismo anterior, así como el Islam es el Sello y la perfección de las religiones precedentes. Por lo tanto, que a nadie extrañe si en nuestras explicaciones acudimos a símbolos de otras tradiciones, pues para nosotros el sufismo es de carácter universal, y nada perteneciente al dominio del conocimiento sagrado le es ajeno… Llegados a este punto, vamos a demostrar en clave Sufí la función de las enseñanzas de Shah Bahauddin an-Naqshband al Bujari (que Allah santifique su secreto) y la tariqat Naqshbandi por él fundada, en el ciclo final de los tiempos y sobre los "maqams" como centros de armonización espiritual y transición hacia una nueva Era. El motivo de elegir a la tariqat Naqshbandi es de agradecimiento al maestro que nos inició en el descubrimiento de nuestros maqams andalusís, pero para nosotros en esencia, no hay diferencias entre táriqats, si bien una puede tener preeminencia -en ciertos momentos y sobre determinados asuntos- sobre otras.

Aclaremos antes que el sistema Abyad que utilizamos es un método de interpretación de letras y sonidos sagrados a los que atribuimos un valor numérico que permite, a través de las raíces consonánticas de las palabras escritas en árabe y mediante una serie de reglas creativas, la profundización más intensa y aguda en el significado oculto, mántrico, de la palabra escrita en lengua sagrada[14]. Este método gozó de un gran prestigio en el Sufismo Clásico, que siempre contó con sistemas de desciframiento en su búsqueda de los mejores caminos hacia la Verdad Absoluta. El fundamento de este sistema hunde sus cimientos en uno de los más conocidos y misteriosos dichos del Santo Profeta Mohammad:

«Todo lo que está en los Libros revelados está en el Corán, y todo lo que está en el Corán está en la Fâtiha[15], y todo lo que está en la Fâtiha está en BismiLlâhi-Rahmâni-Rahîm.» Y, «Todo lo que está en BismiLlâhi-Rahmâni-Rahîm está en la letra Bâ’, que a su vez está contenida en el punto que hay debajo de ella».
Para no agobiar al lector con innecesarias operaciones aritméticas y lexicográficas, hemos eliminado todo el apartado técnico y operativo, emplazando éste a la confianza que seamos capaces de transmitir respecto al correcto uso de esta ciencia menor[16], aunque no por ello menos válida ni menos tradicional. Comenzaremos con la clave del Gran Maestro Naqshbandi, BAHAUDDIN. Si la descomponemos en el sistema ABYAD, nos da la cifra 102, que nuevamente transformada en letras nos da la raíz "QABB". Dicha raíz significa:
"juntar los extremos de", "levantarse", "erizarse", "construir una cúpula", "ser delgado", "esbelto", "esbelto por el ayuno", "jefe", "príncipe", "semental", "agujero", "buje", "brazo de la balanza", entre algunas otras que iremos mostrando.

Si vamos a los primeros significados de la raíz nos encontramos con el sugestivo significado de "juntar los extremos de algo". Esto nos dice mucho acerca de la misión esencial de Shah Bahauddin y de la tariqat Naqshbandi original. Nuestro Gran Maestro fue reconocido por rescatar y renovar las enseñanzas de los grandes maestros del Asia Central., los "Kwayhagan" por medio de la conexión "Uwaysi" con sultán Awliya Abdulkhaliq al-Ghujdawani. Uno de los principios de conducta de los "Kwayhagan" (soledad entre la multitud), compromete a los naqshbandis a practicar el camino espiritual sin abandonar el mundo, lo que es una manera de "juntar los extremos" del mundo espiritual y el mundo material en un foco de experiencia lúcida y transformadora; cuando los opuestos se autonivelan se extinguen, dando paso a una nueva realidad. El hecho de que Shah Bahauddin rescatara las enseñanzas esotéricas del conocimiento profético y las transmitiera, hasta el papel fundamental de transición en el final de los tiempos de la Tariqat Naqshbandi es también un signo del proceso de juntar los extremos.
"Construir una cúpula" simboliza el monumento funerario que combina la "boveda" como representación del Cielo sobre una estructura cuadrada que corresponde a la tierra. Nuevamente nos encontramos aquí con juntar elementos opuestos y complementarios. Parece justo pensar por lo visto hasta ahora, que "juntar los extremos" traducido a los extremos de la creación, corresponde a la unión de los contrarios, a un proceso alquímico de generación, o más bien de re-generación. Curiosamente, al respecto de los extremos el Santo Profeta* nos dijo: "Buscad el conocimiento aunque sea en la China." La China no significa aquí una simple metáfora de la lejanía, sino una alusión a las relaciones esotéricas chinas (taoístas) con el esoterismo islámico, como magistralmente demostró René Guenon.
Según las escrituras taoístas chinas, el Universo estaba en principio carente de vida. El mundo acababa de enfriarse de su llameante creación y todo estaba neblinoso y difuso, sin diferenciación ni separación, sin límites ni extremos. Este estado se llamó "WU CHI" ("literalmente sin extremo"). Más tarde la energía natural existente se dividió en 2 extremos, conocidos como Ying y Yang. Esta polaridad recibió el nombre de Tai Qi, que significa "Gran Extremo". O ""Gran Extremidad" y también "Muy Extremo". Esta es la separación inicial que permite y provoca todas las demás separaciones y cambios. En varias "ayats" del Sagrado Corán se indica el "descenso de la Balanza (al-Mizam)" como columna vertebral de la justicia y la armonía en todo el Universo. Recordemos que en Astrología (Ciencia sagrada y Tradicional), a China se le asigna un signo zodiacal de Libra, precisamente el de la Balanza. Por esta virtud del equilibrio y la armonía deribadas del símbolo de la balanza, China ha destacado en su pasado sobre las naciones como pueblo pionero en el conocimiento y la sabiduría, tanto a nivel espiritual como material. Enseñanzas espirituales tan elevadas y tradicionales como las de Confucio o el respeto a la Naturaleza como las del Taoísmo, o la Acupuntura como verdadera medicina preventiva exenta de efectos secundarios son la muestra de una civilización que -como toda civilización tradicional- obtiene su modelo de principios espirituales y trascendentes.
Pero además, el símbolo de la balanza con la interacción de sus dos platos, es la expresión de todos los procesos bipolares de la creación que están profusamente nombrados en el Sagrado Corán como el día y la noche, la vida mundanal y la vida post-mortem, etc. Esta última polaridad es especialmente significativa para nuestro desarrollo analógico, pues en las antes citadas derivaciones de la raíz, nos encontramos con la palabra "QIBB" que significa jefe y hueso sacro. La tradición profética relata que en el caso de la descomposición natural del cuerpo humano queda después de la muerte un átomo óseo llamado "ABYDAMA" procedente precisamente del hueso sacro. De ahí posiblemente la denominación de hueso sacro, es decir, sagrado, pues a partir de éste átomo Allah Todopoderoso reconstruirá todo el cuerpo para el Día del Juicio. Éste átomo es un registro de información de todas las acciones realizadas por el individuo en su existencia. Del mismo modo que a nivel macrocósmico todo el Universo será reducido a un átomo de información antes del Día de la Resurrección y del Juicio Divino. Las Escrituras hindúes llaman a este proceso en según que escalas, el final de un Manvatara, o la noche de Brahma (ver a este respecto los estudios de René Guenón). Para aquellos que realmente sepan ver en los orígenes de las Revelaciones Hindúes, es suficientemente clara la falsedad de la reencarnación como doctrina, pues este es un añadido posterior y precisamente de carácter exotérico, popular y masivo. De ahí la importancia de una comprensión clara del TAWHID, la absoluta unidad Divina, que hace que a un grado inferior exista una esencial indivisibilidad del cuerpo - como reflejo de un nivel existencial superior- y el Espíritu -como patrón de perfección en la Divina Presencia.
Penetrar en el misterio de las moradas de los Santos sería un absurdo si imaginaramos una desvinculación del alma original con su cuerpo creacional humano y si a eso le añadieramos la ilusoria posiblidad de proveerse de infinitos recubrimientos terrestres. ¡ Allah Omnisciente aleje de nuestras mentes tan paranoico pensamiento tendente a perpetuar nuestra existencia en el mundo del Dunia, del reino de Maya, el reino de la ilusión y nos acerque al mundo de la Divina Presencia!

Volviendo a la Balanza, observamos que las derivaciones nos llevan a palabras como buje y brazo de la balanza y esta ha sido y será todavía más la función de la Tariqat Naqshbandi en la dificil transición hacia una nueva tierra: la de abarcar todas las enseñanzas espirituales en el crisol de las más elevadas, más equilibradas enseñanzas del Santo Profeta Mohammad* y ser como el buje, directora y moderadora.
Por otra parte, es curioso ver como los historiadores del califato Abbasí y generalmente el Oriente Medio, consideraban literalmente al-Andalus como a China, un lugar mítico y mágico, el "Finisterre", el final de la Tierra Conocida. En efecto, si traducimos al sistema Abyad AL-ANDALUS nos dá la cifra numérica 176 que transformada de nuevo en palabras nos da la raíz trilítera "Q'AÚ" que significa: "eje" "horquilla de polea". Es asombrosa la correspondencia de este significado con el papel de "eje cultural y científico" que tuvo al-Andalus frente a la oscuridad del medievo cristiano. Es más, en otra variación de las mismas letras nos encontramos con la palabra "UQA" que significa:
"choque", "conflicto", "combate", destacando estos significados la enfermiza obsesión de la Roma trinitaria por hacer desaparecer el Islam en las tierras andalusíes, precisamente por su situación "estratégica". Si nos remontamos a la clave más profunda de la palabra al-Andalus, nos da 847, que es la raíz "DAMAZ" que significa:
"callarse", "velar por", "ser avaro de", "cerro aislado", "silencioso", "detractor".

De todas estas claves se deduce que todos estos siglos de aparente ausencia del al-Andalus islámico-Sufí, ha sido sencillamente un periodo de ocultamiento en el que se ha velado celosamente por un Conocimiento que ha sido guardado como un tesoro. Parece llegado el momento en que al-Andalus y el Islam volverán, en el final de los Tiempos, a recuperar su función de Eje espiritual: el de una axialidad esencial que comenzará con las aperturas de poder de la geografía sagrada a través de los "Maqams" y culminará con la venida del Imám al-Mahdi y Sayyidina 'Isa"§ con el reino de la Verdad sobre la Tierra. Recordemos que tanto la clave de Bahauddin como la de al-Andalus hacen referencia a los Ejes y a la importancia de los "maqams" como forma de conexionar con el mundo superior. Dijo el Santo Profeta* que "en el Paraíso hay una cúpula blanca brillante. Los del Paraíso no duermen, ni hay día (sol) ni noche allí. No hay sueño, porque el sueño es hermano de la muerte". La visión en la tierra de las cúpulas blancas de los "Awliya" son las señales de Allah para aquellos que buscan el Paraíso de la Divina Presencia.

Si penetramos todavía un poco más en la raíz "QABB", vemos que las dos letras árabes "QAF" y "BA", son especialmente significativas pues la "QAF" es el símbolo de "la Montaña QAF"[17] que es el límite entre el mundo material y el mundo sutíl: la frontera con la tierra de "HURQALIA", la tierra de los Awliya, y la letra "BA" es símbolo de receptáculo, del Santo Grial. La combinación de ambas letras es una prueba evidente de que los "MAQAMS" son lugares de concexión con las reallidades espirituales más allá de la "Montaña QAF", la conexión con el Poder Divino.
Para una mejor comprensión de los signos de nuestro tiempo y de la importancia que concedía el Profeta (saws) a esta sura para afrontar el tiempo del Dajjal, remitimos al lector al importante estudio de interpretación de la Shura Khaf del erudito Imran N. Hosein titulado: ”Surah al-Khaf and the Modern Age” disponible gratuitamente en inglés en su propia página web.

Además, la inversión de "QABB" nos da "BAQ", que significa "dar profusamente", "diseminar", "cerner", "florecer", "diluviar", todos sinónimos de la Generosidad Divina manifestada a través de Sus Santos.
Al mismo tiempo, con solo añadir un "Alif" de prolongación tenemos "BAQA" que es la estación suprema de los Sufíes, la de la permanencia en Allah Todopoderoso, precisamente la de la investidura de los Atributos Divinos (éstos son 100 menos QAF; equivalente a 99 más Allah o "El Oculto").
Ya para terminar, no deja de sorprendernos que la numeración de la Montaña "QAF" y la de la palabra "MAQAM" séan la misma, 181. Es otra clara constatación de las realidades espirituales que fluyen a través de los "MAQAMS". Dicha clave derivada de la cifra 181, es enormemente sugerente para explicar el modo de conectar con "las tierras de Hurqalya" a través de los "maqamat", pues:
181 da por una parte "QAFA" y por otra "FAQA'", siendo ambas palabras representaciones de dos impresiones opuestas pero interrelacionadas que son el "QABD", la contracción espirituál y el "BAST", la expansión espirituál. En efecto, "QAFA" significa:
"secarse, "erizarse", "contraerse", "arrugarse", "altura", "colina", "lugar lleno de rocas", "hombre de confianza".
Parece que no se puede eludir, al principio de la visita a la tumba de un Santo el recuerdo de la muerte y nuestra incapacidad de ver frente a lo que aparentemente parece extinción. De ahí la sensación de "sequedad" (huesos, calcinamiento, polvo; como proyección mental). También parece ineludible el "erizarse" como resultado del miedo, etc.
Pero al mismo tiempo el segundo término, relacionado con el "BAST", la espansión espirituál, nos anima a seguir más allá de nuestros miedos e incapacidades, y así "QAFA" sifnifica:
"abrir", "perforar", y el hecho impactante de "sacar un ojo", "río", "valle", o "membrana cefálica fetal".
A un nivel simbólico, el hecho de "sacar un ojo" nos indica que para acceder a las realidades espirituales de las Tierras de "Hurqalya" (que están situadas entre el cielo y la tierra, uniéndolos), hay que dejar precisamente el "ojo" que representa la "contracción". Es de algún modo abandonar el Dunia, "el mundo de la ilusión" y retornar a la UNIDAD. En estas tierras no se puede entrar con la DUALIDAD.
Es bién conocido de los sabios que nuestro "ego" intentará siempre hacernos creer que somos menos capaces de lo que lo que realmente somos. Vemos en la antigüedad mitos como el de Odín colgado de un árbol y sin un ojo, como modo de acceso a una realidad superior. O en el cuento de Abu Kasar dejando un ojo como prenda de acceso a las Tierras Celestes. El camino está bien indicado y a pesar de las innumerables dificultades que aparezcan, todo hombre puede llegar a las tierras de Hurqalya, "el mundo por el cual se corporifican los espíritus y se espiritualizan los cuerpos"[18] . Eso sí, después de una larga y peligrosa purificación.
De cualquiera de las formas, la peregrinación y el contacto con los "MAQAMS", supone una re-creación alquímica de los cuerpos sutíles claramente simbolizados en el cuerpo humano en la "membrana cefálica fetal" que es la corporeidad en el cráneo de una cúpula, que perforada sutilmente (BRAHMARANDRA HINDÚ) en la cúspide del cielo (cráneo), conduce a la Iluminación.

Entonces el peregrino retorna a casa, a la casa de su origen, a esa tierra sagrada donde Allah creó al hombre en su mejor y más bella forma. Aquellos bendecidos sobre los que Él deja Su conocimiento son Sus Profetas, Sus Amados, quienes se esfuerzan para llegar a estar cercanos a Él.























CONOCIMIENTO IMPERSONAL

¿Diréis que Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las doce tribus eran judíos o cristianos?
Diles: ¿Quién es más sabio, Dios o vosotros?
¿Y quien es más culpable que el que oculta el testimonio de que Dios le hizo depositario?
Pero Dios no desatiende lo que vosotros hacéis. Coran II, 134.

Al iniciar esta obra nos decantamos casi instintivamente por abordar con la máxima objetividad el desubrimiento de las reliquias de nuestro pasado sufí. A la hora de reunir documentación, argumentar y evaluar el alcance de nuestro hallazgo, dejamos de lado el camino fácil de lo sensacional, de lo agradable y lo fantasioso. Al contrario, quizás el rigor metodológico y el freno de la pasión por lo fenoménico habrán restado a esta obra ese atractivo que tiene lo fabuloso, es decir la mentira, en el arte de vender al público un producto. Demasiado bien sabido es que la verdad no es lo que agrada y lo que agrada no es la verdad.
Un ser humano se pregunta a menudo el porqué de tanto esfuerzo y de tantas contrariedades como acontecen en su vida. Las buenas cosas que vienen con cada nuevo día pueden facilmente quedar eclipsadas por el peso y el dolor de las dificultades. Somos un complejo equilibrio de opuestos y al apartarnos del camino recto buscando hallar el atajo de lo fácil para eludir lo difícil, somos engañados por los susurros de saytán y rápidamente caémos en pozos de ignorancia y oscuridad de los que cuesta mucho por no decir muchísimo, salir. Por eso en la Sura de apertura del Corán, pedimos a nuestro Creador: "guíanos por el camino recto"... Amén.

Pero en una época que considera que todo es relativo, cuesta mantener un camino recto. Los viejos códigos de conducta, los conceptos internos de lo moralmente lícito e ilícito se consideran hoy simples productos de conveniencia, leyes que pueden cambiarse a nuestro antojo sin que ello tenga la menor influencia real sobre nuestro universo. Por el contrario, aquello que dicta el ordenamiento jurídico y que puede imponer su fuerza en el mundo material llamado laico, esa misteriosa "mano invisible" que nos impone lo "legal" aunque sea injusto o inhumano, ya provenga de un oscuro dictador como de una sospechosa democracia, se acepta por miedo o por conveniencia como una verdad positiva, absoluta, un límite indiscutible de la ética universal. Nadie se para ya a escuchar las viejas advertencias de los profetas, pues la humanidad en general no les cree. ¡Como desearían encontrarse más allá del bien y del mal, acallar sus conciencias hasta que nada les impidiera disfrutar de todas las posibilidades que ofrece la vida mundanal! ¡Y aún menos que nada, los hombres desdeñan la absurda creencia en una vida futura! Dice el Libro Luminoso en la Sura de la Abeja (C:16;23): "Los que no créen en la vida futura tienen corazones que lo niegan todo y se llenan de orgullo". Para añadir, en el versículo 25: "(Dios) no ama a los orgullosos".

La necesidad innata de respuestas a los interrogantes existenciales del ser humano es tan evidente y está tan insatisfecha, que su constante negación por la sociedad moderna revela un síntoma grave, por qué no decirlo, de una enfermedad mental colectiva. El ser humano se diferencia del colectivo animal principalmente por su necesidad de creer, es decir por su necesidad de trascendencia del mundo material, por su capacidad gnostica o de conocimiento. Por desgracia, al poner el énfasis exclusivamente en la satisfacción de nuestras necesidades físicas abandonando las que reclama nuestro espíritu, la sociedad moderna ha entrado en una espiral de consumo-evasión que lejos de satisfacer siquiera las necesidades básicas de toda la población, ha creado en el mundo un ejercito de desheredados junto a otro ejército de ciudadanos dedicados a un trabajo frenético y alienante de quienes se pretende que hallen compensación en el consumo como único elevador de su estado emocional, la válvula de escape capaz de remediar una permanente y oculta insatisfacción. Un mundo así, poblado por seres envilecidos, angustiados, vacíos y atormentados, por mucho que se engalane con promesas de paz y de bienestar o se atribuya el título de "civilización", es tan solo la antesala de la catastrofe general. Al respecto el Santo Corán señala: "No hemos creado el cielo y la tierra y todo lo que hay entre Nosotros como un juego, lo hemos creado de la verdad, pero la mayor parte de ellos no lo saben".

En la "sociedad del ocio" pocos se atreven a decirlo, tanta insatisfacción humana proviene de abandonar la creencia en Un Creador Todopoderoso, Justo y Misericordioso. Naturalmente no estamos hablando del popular "Señor mayor con la barba blanca" que teóricamente todos rechazan por fantasioso. Primero en occidente y más tarde también en el oriente, hemos dejado de confiar en la Ciencia Sagrada y de tener esperanza en la vida del más allá. Hemos acabado despreciando la enseñanza desplegada en cada una de las misiones de los profetas a lo largo de los siglos. Hoy son pocos los que son capaces de comprender las palabras de unos hombres antiguos que vivieron hace miles de años y que por lo tanto se supone que no tenían el nivel "intelectual" ni los conocimientos del mundo que tenemos nosotros. Sin embargo ellos poseían el único conocimiento que es necesario tener en esta vida; la sabiduría del comportamiento, de la intención y del amor de Dios. Si uno aprende esas tres cosas, cosa nada facil, no tiene nada que temer en esta vida ni en la otra, y puede acceder a universos de belleza y de conocimiento sin fin, porque, desengañémonos cuanto antes, todo el Poder viene de Él.

Hoy, con el objetivo de obtener beneficios del insatisfecho anhelo por creer, personas que pretenden agradar y ganarse el favor del público se presentan ante la humanidad como guías de una Ciencia Espiritual, como es la del conocimiento del hombre, de la que son los más elevados ignorantes[19]. Entre este trasiego de figurantes y de opinantes sin fundamento han florecido numerosas sectas y líderes carismáticos, especialmente alrededor de la figura de Jesus* y de las doctrinas imperiales basadas en la la "ciencia" y las nuevas tecnologías. Incluso dentro de las religiones más ortodoxas, miembros de las diferentes iglesias han encabezado el extravío, especialmente en el mundo anglosajón. Así, antes de desazonar al enfermo espiritual con la poco grata noticia de un amargo remedio, estos aprendices de brujos aplican misérrimos sucedáneos psíquicos de los verdaderos tratamientos espirituales que se cristalizan grotescamente como no podía ser de otro modo en macumbas televisivas donde se invoca a un Espiritu Santo.

Respecto al tema trascendental de la muerte física, nuestra sociedad argumenta que mientras se goza de salud no es el momento de ocuparse de esas penalidades ya que ya habrá tiempo de ocuparse de ello más adelante. Pero cuando llega el temido momento, con la excusa de no desasosegar al paciente, no se permite al enfermo ni a los familiares abordar en orden de preferencia el verdadero problema que oprime sus corazónes.
De igual forma, la superficialidad y el utilitarismo con que se abordan hoy los asuntos trascendentes, desemboca en una infantilización de los mismos y por añadidura de nuestras propias vidas. Pero a pesar de tanto sucedáneo del conocimiento, de tanto endulzamiento de la percepción del problema, éste sigue sin tener una solución. Por último, la americana new age, una desvergonzada concatenación de retales fantásticos arrebatados a la esfera del conocimiento espiritual sin un propóstio sincero por seguir una guía real que lleve a alcanzar las etapas de la realización existencial, no es sino un peligroso salto al vacío, una vía segura para el más perjudicial de los extravíos. "Semejantes a gusanos bajo tierra que viven en la oscuridad, las gentes que viven en las tinieblas de este mundo están satisfechas y contentas; no necesitan la promesa del otro mundo ni sienten la nostalgia de la visión de Dios", nos advierte Mawlana Jalalud.din Rumi.

Sufismo es también la ciencia de la realidad, incluso cuando se trata de asuntos tan alejados de nuestra hermética mentalidad materialista como los que estamos tratando. Según nuestra propia experiencia, las amonestaciones procedentes de la guía profética no son sino un recordatorio del mejor de los caminos transitables por la humanidad, un trasvase de sabiduría procedente del Señor de los Mundos. Una Misericordia Divina que la humanidad, sin embargo, hemos tenido siempre dificultades en aceptar. Dios Clemente y Misericordioso, es también inmensamente Justo. Hacer uso de la fantasía para no sufrir el enfrentamiento con las realidades trascendentes no evitará que éstas acaben por presentarse ante nosotros, y quizás en circunstancias mucho menos ventajosas de lo que ahora pensamos. Todo el conocimiento religioso, esotérico y tradicional disperso entre el colectivo humano, puede ser una fuente de curación y satisfacción para los individuos que se acercan sinceros a maestros capacitados, o el inicio de un vano entretenimiento, una borrachera de conocimientos inútiles con los que unos ciegos guían a otros ciegos. No hay nada nuevo bajo el sol, pero la gente piensa que porque están en el siglo XXI, las cosas han cambiado. No. Siguen estando aquí el bien y el mal, lo acertado y lo equivocado, lo dulce y lo amargo, la oscuridad y la luz, todo lo que ha existido durante todo el tiempo. El camello se convirtió en un aeroplano, pero todo es lo mismo. Los mismos problemas que tenemos ahora existían en los tiempos de Mussa*, de Isa* y de Sayidina Mohammad*. Los malvados estaban allí. Los ladrones estaban allí. Los asesinos estaban allí. Los políticos estaban allí. ¡Todos estaban allí haciendo las mismas cosas! ¿Que les hace pensar que se han encontrado nuevas soluciones? ¿Qué les hace pensar que están en disposición de guiar a la humanidad con mejores criterios que Mussa*, Jesús* o Mohammad*, por ejemplo mediante la publicación de unos supuestos derechos humanos? Hoy abunda la arrogancia. Los supuestos derechos humanos se usan ahora para perseguir, invadir, o torturar como se usó la supuesta “diosa razón” con idéntico propósito, llevando a proclamar eso de “libertad, cuantos crímenes se cometen en tu nombre”. El orgullo en forma de soluciones humanas nos alejan de la guía divina, y eso es un problema, por no decir el problema.

Si después de lo expresado, todavía existe alguna persona interesada por la sección de frases ingeniosas de este libro, pruebe con la lectura de las siguientes palabras, fruto de la sabiduría de un maestro islámico del Tasawuf:

"¡Gentes! Corréis como locos detrás del mundo para que os dé sus migajas, y el mundo corre detrás de los awliyá para recibir sus bendiciones. El mundo se postra ante los conocedores de Allah, se humilla ante ellos, hunde su cabeza antes de acercárseles. Quisiera sobornarlos como a vosotros os ha corrompido, pero nada tiene el mundo que los awliyá ambicionen".

Es nuestra última palabra. Pero si esperan todavía un poco del amable material insustancial al que los modernos guías espirituales les acostumbraron para sustituir su vacío existencial por nuevos productos industriales, y ya que este libro aborda el descubrimiento de las tumbas de los awliyá del oriente de al-Andalus, interpretando osadamente su respuesta y con el permiso de Groucho Marx, permitanme reiterar esa vieja frase de cortesía que el popular cómico mandó esculpir en su lápida inveterada: "Perdonen que no me levante".



























900 AÑOS DIERON PARA MUCHAS COSAS




«Desde el reinado de Vamba hasta el de Alfonso III de León,
ni los cristianos del Norte,
ni los árabes y mozárabes del Mediodía
escribieron nada que conozcamos»
Eduardo Saavedra, 1892



Nuestros primeros contactos con la revelación profética del Islam se remontan probablemente a la segunda mitad del siglo VII y las fuentes visigodas advierten claramente en aquellos momentos[20] de avistamientos de naves extrañas al sur y al este de la península y de un estado de alteración de las ideas religiosas. Existía una relación particularmente intensa de estas regiones con Bizancio y la Tingitana sustentada sobre vínculos culturales y comerciales profundamente arraigados[21] a los que naturalmente no escapaba la religión. Y aunque hoy parezca increíble, antes, en sus inicios, no estaban separados por un foso infranqueable el cristianismo y el "mahometismo"... Como prueba de ello quizás sorprenda al lector saber que todavía hoy en día la Iglesia Ortodoxa, cuyo Patriarca reside tradicionalmente en Jerusalem, sigue considerando el Islam como una secta herética propia, tán cerca de si mismos consideraron desde sus comienzos a los musulmanes.

Por entonces una guerra centenaria entre bizantinos y persas venía sembrando el desorden en las regiones ultracivilizadas de Egipto, Palestina, Siria y Mesopotamia. A principios del siglo VII los persas del rey Kosroes lograron algunas ventajas sobre los bizantinos del emperador Heraclio ocupando Damasco y Jerusalén en 614 y Egipto en 620. Es en ese momento cuando Mohammad* empieza su predicación.

En el convulso mundo hispano-visigodo, el Islam vino, como enviado por la Providencia, a superar dos partidos irreconciliables representados por arrianos y católicos. Y no necesariamente en forma de invasión, como proclama -sin documentación[22] contemporánea alguna- la Leyenda[23], sino como un proceso natural e interno que vino gestandose de igual forma sobre lo que quedaba del mediterráneo clásico, el más culto y por ende, el más vinculado con Oriente, que fue el que sobrevivió al naufragio de Roma[24] y que ya había estado igualmente en el origen del cristianismo primitivo de la península ibérica. Desde oriente, se extendió por toda el Africa proconsular y el reino visigodo[25] para recordar -no exportar- la religión del Dios Uno. Dice el Santo Corán:

"Ha aparecido la Verdad y lo falso se desvanece. Ciertamente, la realidad de lo vano siempre se esfuma".

Parafraseando al historiador E. A. Llobregat en la página 131 de su obra "LA PRIMITIVA CRISTIANDAT VALENCIANA" (Segles IV al VIII)[26], "ésta fue un fenómeno episódico, de nacimiento tardío, de vida corta y de alcance minoritario". Precisamente un fragmento de un texto litúrgico visigodo, la "Passio de communi" redactado en 592, pone mucho enfasis en la escasez de cristianos frente a la masa de paganos.
En el Levante, las selectas minorías cristianas están ubicadas en los núcleos urbanos importantes y relacionadas ya con el estamento eclesiástico o con la clase dirigente - no podían vivir los unos sin los otros-. Consecuencia entre otras de sus interminables disputas, pese a su posición hegemónica, ambas castas cada vez se encontraban más separadas del pueblo. Exceptuando pues a aquellos Duces y Obispos y sus séquitos, que actuaban como auténticos cristianos en contadas ocasiones - mostraron siempre más fidelidad hacia su estirpe de aristócratas godos o romanos- todo parecía predestinado -aunque alguno hoy se espante- a que nuestros antepasados, es decir, el pueblo, conociera la Historia Sagrada y el mensaje de sus Profetas a la luz del Libro Sagrado del Islam y en concreto a través de la vida y las tradiciones del último de ellos: Sayidina Mohammad¨.
La todavía inexplicable y misteriosa llegada del Islam a las Hispanias supuso el abandono mayoritario de los ritos imperiales, las nuevas pseudo-religiones (el antiguo new-age romano), y el cristianismo "arrio-romano" del poder visigodo.
Oficialmente desde el 711 hasta el 1610, y más allá (la última mezquita del Sharq al-Andalus se clausuraba por orden de la Inquisición en Cartagena en 1778[27]), es mucho tiempo para pensar que no dejara una profunda huella en todos los aspectos de la vida de la gente del Oriente de al-Andalus (De Tarragona hasta Almeria, por concretarlo de alguna manera[28] ). El Islam no solo vino a soslayar sutilmente los enredos teológicos causados por las diversas sectas cristianas, sino que vino también acompañado de una riqueza cultural y civilizadora, una innovadora tecnología -como se dice ahora- como no habían visto los siglos.

La revelación que acompañó la misión del Profeta Mohammad* en su abrupto rincón de las tierras de Arabia representó una convulsión de magnitudes cósmicas en el mundo antiguo, extendiendose desde el Africa negra occidental hasta la misma China en un tiempo tan breve, que supuso entonces llegar cuatro veces más lejos en quince veces menos tiempo del que necesitó el cristianismo para extenderse por los límites del Imperio Romano. Una expansión todavía incompensible, única y seguramente irrepetible ya en la historia de la humanidad.

La devoción, la compasión y las demás virtudes de la sabiduría fueron entonces acompañadas por un desbordante ingenio científico, artístico, social y comercial. En ese ambiente que rescataba a la humanidad clásica de la gran depresión que había supuesto el siglo VII[29], los buscadores espirituales proliferaron, y los ejemplos de virtud y de dignidad se sucedieron en un ritmo trepidante que no disminuiría hasta muchos siglos después, victima de la ley inmutable del tiempo en la decadencia de la luz en la tierra.
El Oriente de al-Andalus llegó a ser conocido como la tierra de los sabios, y ello en un momento en que al-Andalus rivalizaba en las ciencias espirituales con el esplendor de Bagdad, cuna de civilizaciones y cabeza del Islam. Estos sabios no eran necesariamente los brillantes poetas y funcionarios establecidos ya en las cortes de Córdoba o Granada, sino de preferencia hombres y mujeres populares, piadosos buscadores de luz y de conocimiento, manantiales de gracias de la Gracia de Allah Todopoderoso. El Sharq, la tierra de los sabios, como la describiera el historiador valenciano Ibn al-Abbar, parece que produjo un gran numero de hombres y mujeres que alcanzaron el nivel más alto que el ser humano puede alcanzar: el beneplácito de Su Creador, su protección y su amistad. En árabe: al-wali. Elos son los protectores de todos quienes piden por su intercesión. Ellos son estaciones espirituales, auténticos generadores de bendición, manantiales de amor, fuentes de ejemplo y circulos de retiro y meditación. Según la más pura ortodoxia islámica, el wali no solamente vivió en estas tierras, sino que todavía está vivo, literalmente, según el Corán "solo que no nos damos cuenta". El decreto de Allah puede ser que ellos permanezcan en el gozo de la Divina presencia, olvidados de este mundo, o al contrario que sus tumbas sean surtidores de baraka, fuerza espiritual, recuerdo y ejemplo del grado más alto que el hombre puede alcanzar. De hecho se dice que la espada del wali -en alusión a los poderes físicos, psíquicos y espirituales que ha recibido por la gracia de Allah- permanece escondida en vida, y es sólo tras su muerte cuando puede ser desenvainada.











LA PIEDRA FUNDACIONAL DEL AL-ANDALUS.


El retraso de nuestros editores en la publicación de esta obra ha permitido la trascendental aparición en la ciudad valenciana de Xátiva de una pieza arqueológica que está llamada a revolucionar todos los conceptos mantenidos hasta la fecha respecto a la génesis del Islam español.

Hay que recordar que desde el 1610 hasta el 1978, ser musulmán en España ha sido tildado per se de delito abominable y como delincuentes que hemos sido considerados, la memoria histórca que los andalusíes poseímos un día no sido recopilada ni reconocida adecuadamente por parte de nadie.
Mientras tanto, la falsificación histórica edificada por nuestros viejos inquisidores, se ha paseado sin pudor sobre la tierra durante un largo período de tiempo que afortunadamente toca ya a su fin. Asi como la oscuridad de la noche da lugar a la luminosidad del dia, no hay mal que por bien no venga y a cambio de tan solo unos pocos meses de espera tras una travesía por el desierto de 393 años, tenemos el inmenso honor de dar a conocer en primicia mundial la que consideramos como la piedra de Roseta de la historia de al-Andalus, la primera prueba fehaciente de la existencia explícita de comunidades islámicas autóctonas muchos años antes de la fecha que la historiografía oficial mantiene TODAVÍA como válida es decir, mucho antes del mitológico año 711 d.C. En adelante, esta fecha tendrá que ser ser borrada de nuestra memoria colectiva para dar paso al verdadero hito fundacional de la España musulmana o Al-Andalus: la llegada pacífica sobre el 630 d.C. de los primeros mensajeros de la última de las grandes revelaciones espirituales de la humanidad. Por dificil que pueda parecernos, es de la misma manera y en las mismas tempranas fechas que el Islam llegaba oficialmente al otro extremo del planeta, una pequeña región de la inmensa China…

Frente a la vieja teoría política que ya antes calificabamos de incierta -la teoría de la conquista exterior- por la cual el Islam en España venía obligado ad aeternum a arrastrar el sambenito de invasor y por tanto, merecedor de una posterior reconquista o guerra de liberación que habría de durar 800 años, ha de empezar a alzarse la idéa, mucho más acorde con la verdad histórica, de que la transmisión del mensaje del Santo Profeta Muhammad -la paz y las bendiciones sobre él- se había expandido ya mucho antes entre los más preclaros espíritus del reino visigodo.

El acontecimiento ha tenido lugar este año de 2004, en que oculta bajo los sedimentos de más de 1.350 años de historia, se desenterraba una voluminosa lápida de marmol blanco en bastante buen estado de conservación y escrita en árabe cúfico arcáico. Nosotros mismos tuvimos el honor de esbozar la primera traducción de la misma al tiempo que la primera interpretación histórica. Los arqueólogos locales, desconocedores de la lengua árabe, aunque ilusionados ante el hallazgo, se mostraron verdaderamente sorprendidos cuando tuvieron conocimiento de lo que habían recuperado: una inscripción funeraria islámica perteneciente a un hombre fallecido en el año 27 de la Hégira. El hallazgo permanece todavía silenciado para la opinión pública, incluidos los círculos académicos. Parece que cuanto éste descubrimiento representa, significa demasiado para que nuestras insituciónes se atrevan a declararlo públicamente. Quizás todavía existan demasiadas presiones e intereses en juego. La declaración oficial tendrá pues que esperar, quizás a la aparición de nuevos datos. Sin embargo, la publicación de un hallazgo en sí no requiere de mayores dilaciones ni evidencias y no tiene por que permanecer en la sombra ni un minuto más de tiempo. Resulta evidente para todos cual ha sido la voluntad de Allah en este suceso: revelar lo que estaba oculto...

Allah ha querido también que estuvieramos en el lugar preciso en el momento adecuado y por ello agradecemos a los jovenes arqueólogos que desenterraron la estela, que acudieran a nosotros en busca de más información. El objeto en cuestión, cuya foto estarán observando, se encuentra intacto y con tan solo una mínima porción de texto difuminada por la erosión. Es excepcionalmente grande (110 x 65 cms aprox. en tamaño real) y también pesado. Grabado sobre la piedra puede leerse, en una traducción que aún no es definitiva :

En el Nombre de Dios, el Todoclemente, el Todomisericordioso.

"¡Oh hombres! Ciertamente la promesa de Dios es verdad. ¡Que no os engañe la vida mundana y que no os engañe el engañador respecto a Dios!" [30]

Esta es la tumba de Ah.mad bn Fihr?-Nahr? ¡Que Allah tenga misericordia de él! Daba testimonio de que no hay más Dios que Dios, Único y sin socios, y que Muhammad es su siervo y mensajero.

"Lo envió con la guía y la Religión de la Verdad para hacerla resplandecer sobre todas las religiones, aunque repugne a los asociadores." [31]

Un día 21 de jumâdà-l-ulà del año 27 [32]


Respecto a la identidad de aquél en cuya memoria se labró esta lápida, resulta evidente que era un creyente y una persona respetada dentro de la comunidad. Debió morir, rodeado de sus seguidores, en la ciudad de Xátiva en el año 649 d.C. El mensaje islámico que sin duda conocía de primera mano, habría cautivado a un grupo cuanto menos importante de la población local. En algo más de una década les había transmitido la fé, y sin duda el Corán, la sunna y el din de los musulmanes. Todo ello había sucedido de manera espontánea y pacífica, muchos años antes de la mitológica fecha del 711. Damos fe de que ello es posible por cuanto en mucho peores circunstancias, y estando mucho menos cualificado, siete años le han bastado a quien ha redactado este libro para conocer el Islam.

Finalmente, los historiadores oficialistas han llegado a la conclusión que la fecha dada en años y meses islámicos es errónea y que la fecha, aunque indudablemente está datada en meses islámicos, los años está significados conforme al calendario cristiano, años a los que para abreviar, se les ha omitido el milenio. Para ello se aferran al estilo de escritura árabe que aparece en otras lápidas árabes andalusís del siglo XI d.C, incluso en otras lápidas que ellos creen que “omiten el año mil” mostrando solo las decenas cristianas. Todo ello por el tipo de letra y pese a indicar los meses islámicos en árabe…No podemos imaginar a unos musulmanes escribiendo en árabe una lápida, escribiendo Corán y datando la fecha del fallecimiento en día y mes islámicos para añadir los años conforme al calendario cristiano, omitiendo el mil. Hay que ser serio, además de investigador oficialista pagado por una universidad laica. Más verosimil es que al tratarse de sepulcros tan antiguos las lápidas se colocaran o repusieran mucho tiempo después conforme a los estilos ornamentales de la escritura de la época, ya que las lápidas originales pudieron ser destruidas ya por el paso del tiempo o como consecuencia de las nada infrecuentes batallas, disputas e invasiones de la época medieval.

Respecto a los datos personales y al grado alcanzado por este hombre en la jerarquía espiritual islámica, tenemos expresas órdenes de nuestros maestros de no hacer comentarios. Cualquier persona falta de conocimiento puede aventurar sus idéas, mientras que otras versadas en la materia obtendrán muy facilmente sus propias conclusiones.



























LA LUZ SE APAGA


Estas generaciones han desaparecido. Han llevado el precio de sus obras, como llevais vosotros el de las vuestras. No se os pedirá cuenta de lo que ellas han hecho.
Los hombres insensatos preguntarán ¿Qué es lo que les ha apartado de su quibla, de la que habían adoptado en un principio? Respóndeles:
El Oriente y el Occidente pertenecen al Señor que conduce a los que quiere por el camino recto.
Qu'ran 2, 135-6



Los historiadores hallan indicios entre los Almohades (unitarios) de la negación de la eficacia de la intercesión de los santos. Esta secta originada entre las gentes del desierto del Sahara tras la predicación de Muhammad Ibn Turmat[33] entre 1117 y 1130, se extendió rapidamente por las fronteras del magrheb. Los dirigentes almohades, una vez en al-Andalus (1145-1232) a donde fueron llamados para intentar detener la invasión de los ejercitos "cristianos" levantados en pie de guerra en Santa Cruzada, aunque no de forma uniforme ni generalizada ya destruyeron algunos de los maqams del Sharq al-Andalus, principalmente en las ciudades. Coincidieron por lo tanto en en este asunto con el punto de vista católico sobre los santos islámicos del que se pretendía vinieran a socorrernos: negar su santidad y destruir su rastro. Esto fue además la confirmación del paulatino abandono de la milicia por parte de la sociedad andalusí, muy desmilitarizada[34] como bien reconocido está por todas las fuentes históricas. En cierto modo los andalusíes fueron incapaces de adaptarse a los nuevos vientos que anunciaban la llegada de la Edad moderna con su afán por el control de las idéas y la busqueda de innovaciones de todo tipo en pugna por alcanzar en esta vida el máximo de riquezas. También coincidió con una actitud desconocida hasta entonces en al-Andalus: la secreta connivencia de la oligarquia andalusí con los reinos guerreros del norte para preservar su preponderancia económica, pues las treguas que los cristianos les ofrecían intermitentemente, resultaban enormemente costosas.
Liderados por las clases bienestantes de las grandes ciudades de al-Andalus, una vez anegada la luz de la wilayah (santidad) y por tanto la conexión espiritual con el profeta Mohammad*, el ocaso político del Islam en nuestras tierras fue tan solo una breve cuestión de tiempo.










LAS CAUSAS DE LAS INMORTALIDAD DE LOS SANTOS
Y DE LA INCORRUPTIBILIDAD DE SUS CUERPOS



"Muchos se agitan sobre la superficie del planeta
y son, sin embargo, almas muertas.
Otros muchos, enterrados en el corazón de la tierra,
reposan y están vivos."
Kharraqani



La Santidad es el nivel más alto al que puede aspirar el ser humano. Aunque alcanzada por muy pocos, la puerta de acceso está abierta a todos. Cada ser humano puede lograr las Estaciones Divinas. El Camino no está restringido para nadie: todos somos candidatos al rango de Jalifa, o "Diputados de Dios en la Tierra".
El Santo Verso es bien claro: "O hombres, verdaderamente os estáis esforzando en pos de vuestro Señor, y Lo encontraréis"; por lo tanto, quien realice un intento serio para llegar, debe llegar. Llegará entre otras razones porque Dios conoce que necesitamos la presencia de hombres de Allah que sean emulables. Por los Santos, los demás hombres encontramos ejemplo y de nuestras debilidades consuelo. En ellos encontramos fe, coraje y reservas de todas las virtudes de las que andamos escasos, tanto a un nivel sentimental y de devoción como en el aspecto intelectivo e investigador. El santo lo es todo en comparación con el hombre mundano que apenas es nada, una comedia virtual. Especialmente el sufismo, la vía esotérica del Islam, debe su actual vigencia a la transmisión de la revelación celestial por la baraka de sus santos, en una cadena de oro ininterrumpida durante siglos, de maestro a discípulo.

Un signo fundamental para establecer el concepto de santidad es el misterio de la incorruptibilidad de los cuerpos de los Santos. Esta incorruptibilidad era ya buscada por tradiciones anteriores como la egipcia, la tibetana o la inca y en el cristianismo es la Iglesia ortodoxa quien la establece como dogma de fe, pero sin dar referencias de las sagradas escrituras, excepto una vaga alusión, que comparte con la Iglesia católica, al Libro de la Sabiduría (2; 23-24) : "Dios creó al hombre para la incorruptibilidad, le hizo imagen de su misma naturaleza".

Por su parte es el universo musulmán, tan rico en personajes piadosos revestidos con el manto de la santidad, el que establece como una realidad bien contrastada por la tradición los conceptos de inmortalidad e incorruptibilidad de los cuerpos de los Santos y los Profetas.
El concepto de Santo viviente es crucial para los musulmanes. Contemporáneos o bien ya enterrados, la gente los visíta en busca de intercesión (safaa) y de estos conceptos aparentemente "populares" puede obtenerse prístina constatación a la luz del Libro Luminoso y de las tradiciones del Profeta (hadiths). Citaremos algunos ejemplos concluyentes:

El mensajero de Allah (la paz sea con él) dijo:

"Invocad bendiciones sobre mí en Viernes, pues soy testigo. En ese momento, los ángeles están presentes, y nadie invocará una bendición sobre mí sin que antes de que termine, ésta me sea sometida."
.- Pregunté si también sería aplicable tras su muerte, y él replicó:
.- "Allah ha prohibido a la Tierra que consuma los cuerpos de los profetas, así que el profeta de Allah esta vivo y se le ha dado provisión." Narrado por Abud Darda (uno de los que acompañaban al Profeta en ese momento). Lo transmitió Ibn Majah.

El hadiz transmitido por Ibn Hibban dice que dijo el Mensajero de Dios: "El santo cuerpo de los profetas no se pudrirá jamás. Si un musulmán recita salawat para mí, un ángel me lo comunica y dice. Fulano el hijo de fulano te envía salawat y te saluda. Hadrat Abu Darda uno de los que estaban acompañando en ese momento al Mensajero de Dios* le preguntó: ¿También te lo comunicará tras tu fallecimiento? Y el Profeta (s.) le contestó: Sí, también estaré informado de ello tras mi muerte, pues le está prohibido a la tierra descomponer el cadáver de los profetas. Ellos están vivos después de su fallecimiento y están protegidos".

El hadiz transmitido por Abu Ya’la dice:
"Los profetas están vivos en sus tumbas y rezan la oración obligatoria."

El Santo Corán dice:

“No creas en absoluto que los que han sido matados en el camino de Allah están muertos. Al contrario, están vivos y gozan de su sustento (yurzaqun) junto a Allah, felices de la gracia que Allah les ha otorgado. Se regocijan porque saben que los que vienen tras ellos y que todavía no los han alcanzado no sentirán miedo ni aflicción. Se regocijan de una Gracia y un Favor de Allah y de su generosidad y de que Allah no deja que se pierda la recompensa de los creyentes.”

(Sura de 'Imran 169-171)

"Y no digais que quienes han caido por Dios han muerto. No, sino que viven. Pero no os dais cuenta (Sura 2, 154)

Esa vida post-mortem a la que se refieren los diferentes textos sagrados tiene unas características especiales que nos son desconocidas, por cuanto se trata de una gracia excepcional que no ha sido aclarada. No hay duda de ella en cuanto a los Profetas de Dios, según la tradición y los textos anteriormente reseñados, pero respecto a martires y awliyahs, hay quien sostiene que no siempre se ha de mantener la incorruptibilidad, pues Allah hace lo que quiere. En países islámicos, particularmente en las ciudades de Fez y Damasco, donde hay tan gran número de walis enterrados, a veces se ha hecho imprescindible el traslado del cuerpo de un santón a un nuevo lugar. En múltiples oportunidades, y ante la presencia de una multitud de testigos veraces se ha podido constatar esta incorrupibilidad de los cuerpos, apareciendo como recien dormidos y desprendiendo en muchos casos un delicado y maravilloso perfume.

"En tiempos de Mu’awiya (r.a.) se hizo un canal entre Meca y Medina. Ese canal pasó inadvertidamente por un terreno donde estaban enterrados los shuhadâ (mártires) de Uhud. Un obrero, mientras cavaba, incidentalmente cortó un pie de un shahid (mártir). Como resultado de ello, la sangre empezó a brotar de ese noble pie. Aprendemos de ello que no sólo las almas, sino los cuerpos de los íntimos de Allah están vivos". (Yaçb ul-Qulûb, Sharh as-Sudûr).

El Santo Corán (C: 34;13) nos proporciona un ejemplo radiante de la incorruptibillidad de los cuerpos de los amigos de Allah en la historia de la muerte del profeta Suleimán:

"Y cuando decretamos que muriese, fue un reptil de la tierra el primero que lo comunicó a todos; había roido su palo que sostenía el cadaver; y cuando éste cayó, los genios reconocieron que, si hubiesen penetrado el misterio, no habrían permanecido tanto tiempo en aquella pena envilecedora." Los comentaristas nos explican que cuando llegó el momento de su muerte, Salomón estaba arrodillado orando apoyado en su bastón. Los genios, que le estaban sometidos, viendolo siempre vivo, lo que manifiesta el misterio de su incorruptibilidad, acabaron los trabajos que les habían sido encomendados.

Dice el hadith: "Un sahaba puso una vez su tienda en un lugar sin darse cuenta que la ponía encima de una tumba. Más tarde se dio cuenta de ello porque podía oir recitar sûra al-Mulk. Contó lo sucedido al Profeta (*), quien le dijo que la recitación de la sûra al-Mulk ayuda al fallecido en la tumba a la vez que le protege del dolor y el castigo". (Sahîh at-Tirmidi). De este suceso deducimos que los siervos queridos por Allah viven en sus tumbas, de lo contrario Sidnâ Muhammad (*) habría hecho caso omiso de este incidente. En vez de eso, habló de las excelencias de la sûra al-Mulk y dijo explícitamente que los siervos amados por Allah aún viven en sus tumbas.

La vida que disfrutan no consiste en una réplica de la vida que nosotros conocemos, pues sus funciones vitales están como suspendidas, sus poderes espirituales están en su plenitud y su proximidad con el Creador es absoluta. Con ellos pueden ver, oir y oler como cuando estaban vivos. No hablan con el aliento sino con el espiritu. Y su estado de conciencia es tan elevado que por mucho que quisiéramos imaginarlo explicándolo, no hallaríamos palabras para describirlo.


**

Otro signo importante que puede ser indicio de santidad es la realización de hechos prodigiosos, pero a diferencia de la incorruptibilidad, la realización de determinados "milagros" está al alcance de seres que distan mucho de la amistad de Allah. El Imam Shafi dijo, "...si ven a un hombre volando en el aire o caminado sobre el agua, pero sus acciones contradicen la Shari’ah[35], entonces sepan que están viendo a un Satán". Karamah es una hazaña sobrenatural con la cual Dios Omnipotente honra a sus amigos para que con ésto El compruebe su excelencia. El karamah de los awliyá existe y la realidad de estos karamat es confirmada con el Corán, la Sunnah, y la unamidad de los predecesores. Esto está establecido con el verso donde Allah dijo con respeto a Maryam, la madre de Jesús: "...cuando entró al al-Mihrab (lugar de oración o cuarto personal) para (visitarla) a ella, la encontró con su sustento. El dijo, ‘Oh Maryam, ¿de donde has sacado esto?’ Ella dijo, ‘Esto es de Allàh’. (Qu'ran 3,37).

Su pueden encontrar muchos otros ejemplos en la Sunnah del karamah que fue dado a los compañeros del Profeta. El maestro hanafi Ahmad ibn Sayyid Muhammad al-Makki y los maestros safi’i, Ahmad ibn Ahmad as-Suya’i y Muhammad ash-Shawbari al-Misri, escribieron libros en los que prueban que los awliya’ poseían karamat (poderes milagrosos), que sus karamat continuaban después de sus fallecimientos y que Tawàssul (pedirles su intercesión ante Allah) e Istigàza (suplica) ante sus tumbas, era permisible. Estas tres obras fueron publicadas, en el Cairo, el año 1319 (1901) y en 1347 (1928). El lector tiene que saber que a diferencia de muchas de las historias fantasiosas que circulan por las estanterías de las bibliotecas sin ningun fundamento ni credibilidad, nada de lo que puede leerse en esta obra -basada en la Ciencia Sagrada del conocimiento profético- ha sido encomendado al fruto de la imaginación…


***
Todavía nos queda un relato histórico desconcertante que señala como entre los primeros musulmanes había un conocimiento efectivo respecto a la incorruptibilidad de los cuerpos de los profetas, los mártires, los walis y los sahabas. Los genealogistas refieren que uno de los compañeros del profeta, Uwa ibn al-Zubayr[36], sufrió una enfermedad en una pierna por la que tuvieron que serrarle el hueso por la parte sana. Los médicos le ofrecieron beber algún narcótico, pero el prefirió permanecer consciente sin dar señal alguna de dolor hasta que le tocaron con el cauterio, que se limitó a decir: "¡Basta!"[37].

A la sazón estaba allí su hijo Mohammad que era su predilecto. Cuando el enfermo vió su pie en la mano de uno de los médicos exclamó:
"¿Acaso ignoraba Dios que jamás di yo paso alguno con ese pie hacia el pecado?"

Y dirigiendose a su hijo añadió:
"Lávalo muchacho, envuelvelo en el sudario mortuorio y sepúltalo en el cementerio de los musulmanes."

Todo un enigma. El biógrafo parece darnos a entender que el miembro amputado, pasados los minutos y las horas permanecía incorrupto ante la sorpresa de los médicos. Aunque poco dotados para el cómputo del tiempo y la concepción historica, los árabes pasan por ser atentísimos y excelentes biógrafos, dotados de una memoria enciclopédica, si bien de esta vieja tradición, los autores de este libro muy poco más sabemos.



















LA INMORTALIDAD
DE LOS SANTOS MUSULMANES
Y LA CIENCIA


Nada más alejado de la mentalidad del auténtico creyente o de cualquier hombre de tradición que desear encontrar la revelación espiritual y la sabiduría expresamente probadas y justificadas por un departamento de ciencia materialista. Sería como desear introducir todo el organismo humano en el interior de uno solo de sus cabellos.

La ciencia moderna, maestra en pesar, medir y cuantificar con instrumentos cada vez más precisos el mundo manifestado o al menos parte de él, no pone ni quita rey en cuestiones trascendentales que son demasiado elevadas y requieren de demasiado conocimiento para el alcance de sus presupuestos y en general, de sus investigadores.
No obstante, para todos aquellos que viven subyugados por el poderío aparente de la ciencia moderna, para quienes ven en sus sus balanzas, hipótesis, catalejos, matraces y escuadras la única fuente justificativa de certezas y creéncias, no les dejarán impasibles algunos datos empíricos que vamos a relatar. Quizás les hagan preguntarse que puede haber de cierto en hechos como la revelación y la transmisión espirituales.

Aunque en circunstancias normales los cuerpos de los muertos se desintegran en la tumba, existen pruebas de que los cuerpos de los martires, profetas y santos han sido hallados intactos cuando se han desenterrado.

Exisitó en tiempos un lugar llamado Madain, a unos 40 kms. de distancia de Bagdad, cuyo nombre actual es "parque Salman". A su derecha queda el río Dajlah (Tigris). Aquí se encuentran actualmente las tumbas de Salman Farsi, y de los sahabas[38] Hudhifa al-Yamani y Jabir ibn Abudllah Ansari. Las tumbas de los de los dos sahabas fueron construidas en la época del rey Shah Faisal I de Iraq. Antes de su construcción, los cuerpos de los dos sahabas se encontraban a unos dos kilómetros del parque Salman.

En 1932 d.C. (1351 d.H.) el entonces rey y gobernador de Irak Shah Faisal, vió una noche a Hudhaifa al-Yamani en un sueño. Hudhaifa le decía que había llegado agua a su tumba y humedad a la tumba de su compañero Jabir Ibn Abdullah. En este sueño Hudhaifa pedía al Shah de Iraq que trasladaran ambas tumbas a otro lugar, lejos del río Dajlah. A la mañana siguiente el rey, debido a sus ocupaciones olvidó el sueño. La noche siguiente volvió a presenciar el mismo sueño. Sin embargo, durante el día, el rey volvería a olvidar el sueño. La tercera noche, Hudhaifa al-Yamani apareció esta vez en el sueño del gran Mufti de Iraq (Juez religioso supremo), para informarle acerca del hecho, y para pedirle que hablara con el rey, ya que éste olvidaba sus sueños debido a sus labores.

El gran Mufti contactó por teléfono con el ministro Noori Alsaír Pasha, el cual le llevó junto al rey. El rey, tras escucharle, recordó los sueños. Durante un largo tiempo hablaron del asunto. El gran Mufti insistió en obedecer el sueño y trasladar las tumbas. Pero el rey quiso antes comprobar si ciertamente el agua del río estaba llegando al lugar donde se encontraban las sepulturas.

El rey encargó a los mejores ingenieros y especialistas de Iraq la labor de estudiar el terreno. El gran Mufti estuvo presente durante la investigación. Tras hacer excavaciones y análisis durante todo el día, se llegó a una conclusión y se presentó un informe en la corte. Según este informe, no se había encontrado agua, ni siquiera tierra humeda a muchos metros de profundidad. La noche siguiente, el sahaba Hudhaifa volvió a a parecer en el sueño del rey Faisal I y repitió su demanda. El rey había estudiado bien el informe, el cual afirmaba que no había agua en la zona e ignoró el sueño. La noche siguiente el sahaba Hudhaifa acudió al sueño del gran Mufti y duramente reclamó una solución, afirmando que el agua había empezado a entrar en las tumbas. El Mufti, preocupado, comunicó el nuevo hecho al rey.

El rey enfadado, recordó al Mufti que él mismo presenció la investigación, y le recordó el resultado de los informes. Le rogó que dejara de preocuparle más. El gran Mufti insistió entonces en que el rey también había recibido los mensajes en sueños en varias ocasiones. Entonces el rey contestó: "Está bien, entonces emita una Fatwa.[39]" El rey ordenó que el día de Eid-ul-Azah [40]después de la oración del mediodía se abrirían las tumbas de los sahabas Hudhifa al-Yamani y Jabir Ibn Abdullah Ansari. Esto fue publicado en los periódicos. El mundo musulmán quedó conmovido entonces tras el anuncio; escritores y agencias informativas de todo el mundo acudieron al lugar y expandieron la noticia.

Era época de peregrinación "Hajj", y musulmanes de todo el mundo se encontraban reunidos orando. Mucha gente solicitó que las tumbas fueran abiertas unos días después de Eid-ul-Azah, con el fin de poder tomar parte en el evento. El Shah Faisal se vió en una situación comprometida. Por un lado los sueños le presionaban para realizar la taréa cuanto antes, por otro, grandes personalidades del mundo musulmán rogaban esperar.

Finalmente, pasados 10 días de Eid-ul-Azah se reunieron unas 500.000 personas en el lugar, procedentes de todas las regiones del mundo. Había representantes de varios gobiernos extranjeros, entre ellos Mukhar (un ministro de Kamal Atat Turk, de la joven república laicista de Turquía) o el Shah Farúq de Egipto, algunos quizás con la secreta esperanza de que todo acabara en un calamitoso desencanto.

Por fin llegó el día tan esperado, un miércoles. El Shah Faisal I de Iraq, el Mufti Azam, miembros del parlamento iraquí, y cientos de personas presenciaron el acto. Las tumbas fueron abiertas y se comprobó que ciertamente había entrado agua en la tumba de Hudhifa al-Yamani y que había humedecido la tumba de Jabir Ibn Abdullah Ansari.

Con la ayuda de una grúa a la que iba atada una camilla, el cuerpo de Hudhaifa fue cuidadosamente recogido del suelo y levantado. El Shah Faisal I de Iraq, el gran Mufti y otros dos hombres notables levantaron el cuerpo sobre sus cuatro hombros y con todos los cuidados y de forma respetuosa lo colocaron sobre una urna de cristal. De igual forma se extrajo de su tumba el cuerpo de Jabir Ibn Abdullah. El kafan (tela que cubre el cuerpo), así como el cabello de los sahabas se encontraban en perfecto estado. Nadie diría que habían sido enterrados hacía 1300 años. Parecía como si hubieran sido enterrados hacía tan solo dos o tres horas. Lo más sorprendente de todo era que los dos sahabas tenían los ojos abiertos, y que brillaban tanto que los presentes querían contemplarlos una y otra vez. Sin embargo no conseguían mantener sus miradas fijas ante tal esplendor. ¿Pero acaso eso era de extrañar? ¡Aquellos ojos habían visto al Profeta Mohamad*!

Un médico oftalmólogo alemán que estaba presente se dirigió al gran Mufti, le cogió de las manos y dijo; "¿Qué mayor prueba puede haber acerca de la veracidad del Islam, del Profeta y de sus sahabas?" Acto seguido se convirtió al Islam. Había visto cientos de ojos vivos e inertes a lo largo del ejercicio de su profesión. No hubo lugar a dudas para él; aquellos ojos eran los ojos de dos hombres vivos y no de unos hombres muertos 1.300 años antes. Continuó: "Abrazo el Islam, enseñame todo sobre él"

Los dos cuerpos fueron colocados en ataúdes de cristal. La mortaja que cubría sus rostros fue levantada. El ejército iraquí ofreció su saludo a la vez que lanzaba salvas con sus cañones. Se realizó la oración del Janazaa (funeral). Todo este evento fue emitido en una pantalla de 30x20 pies. Gracias a ésto unas 500.000 personas pudieron seguir el acontecimiento facilmente. De lo contrario habría sido muy complicado salvar del desbordamiento a tales masas de gente.

Después de esto, los funerales fueron llevados al Parque Salman. En el camino varias avionetas homenajeaban el funeral y lanzaban flores. Se tuvo que parar en varios sitios, y tras cuatro horas llegaron al parque, cerca de la tumba de Salman Farsi. Aquí el ejército ofreció la guardia de honor. Las nuevas tumbas estaban preparadas. Las mismas personas que levantaron los cuerpos de las grúas, fueron las que ahora los colocaban en las nuevas tumbas, en medio de cañonazos y de gritos de Allah hu Akbar (Dios es el más Grande). Tras este evento fueron numerosas las personas que aceptaron el Islam. El día siguiente se retransmitió la película en los cines de Bagdad.

El peródico "Navaye Waqt" de Lahore (Pakistán) y otros diarios paquistanís, arabes e ingleses, publicaron los hechos. El anterior gobierno iraquí también publicó un film de los hechos. También fue publicado en el periódico "Daily Jung" el 7 de junio de 1970.





















DESCRIPCION DEL PARAISO


Ningún alma podría decir cuanta frescura de ojos (goces) le están reservados
a los hombres virtuosos como premio de sus acciones. Corán; 32,17



No quisieramos seguir hablando de la muerte y de los estados que alcanzan los santos en la Divina Presencia -en esta vida o inmediatamente en sus tumbas- sin hablar del estado maravilloso al que conduce la vida del creyente tras la resurección y el Día del Juicio. Precisamente uno de los alicientes para imitar el buen obrar que ejemplifican el Santo Profeta*, sus compañeros, sus amigos y sus sucesores los awliyas, es la promesa que Allah ha hecho a los creyentes de ser introducidos en el Paraíso. Aunque no menos desdeñable interés es evitar los tormentos del fuego, para completar el arsenal de las zanahorias con el de los palos de avellano.

Todo lo que hay en el Paraíso está más allá de la imaginación del ser humano. Todo lo que se menciona respecto de sus habitantes en cuanto a su apariencia, figura, voces y belleza no es sino una aproximación visualizada para los intelectos. Nadie puede entenderlo hoy sino quienes tienen conocimiento, y nadie puede comprenderlo sino los experimentados.

Dice Allah del estado de los moradores del Paraíso:
"Nosotros quitaremos de sus corazones toda falsedad; viviendo como hermanos, descansarán sobre lechos mirándose cara a cara. La fatiga no les alcanzará y jamás serán expulsados de esta morada." (Sura 15,47-48)

En un hadiz transmitido por Tabârani con autoridad fundada, narró Ibn al Abbas que el Mensajero de Dios dijo:
"Cuando Allah creó los Jardines del Paraíso, Él creó lo que ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, y ningún corazón ha sentido".

Así, partiendo del Hadiz y del Santo Corán, los sabios musulmanes nos describen magistralmente todos los alicientes de este lugar de felicidad, el número de las puertas que le dan acceso, sus muros, sus grados, sus habitaciones, sus palacios y sus moradores. Igualmente nos describen sus ríos, sus fuentes y los néctares que allí se sirven. También sus árboles y sus frutos, pues con razón se le llama también "el Jardín". Nos hablan de sus alimentos y sus bebidas. De las mujeres del Paraíso y las canciones que allí cantan. De las visitas privadas que se realizan entre sus moradores y sus familias, y de un mercado que existe los viernes, en el que los creyentes se saludan y tras el cual aumenta cada vez su belleza y su amor. Como culminación, en ciertos días señalados, allí los creyentes tienen la infinita gracia de poder ver a su Señor como se ve la luna llena...







LOS PEREGRINOS DE LAS ESTRELLAS
Y LA RUTA DE LA MEDIA LUNA
*


LA TIERRA DEL HIYAZ

Si el hombre llegase a la tierra del Hiyaz
Obtendría lo mejor que hubiese podido esperar
Y si visitase la tumba del Profeta
Dios por él cumpliría lo que pretendiese.

Ibn Yubayr, peregrino valenciano del siglo XI, sufí, astrónomo
y poeta, escribió la risala y peregrinó a Mecca en tres ocasiones.




Dijo el mensajero de Allah a sus compañeros: "sed como las estrellas en el firmamento" y ellos, como flechas saliendo del arco, se extendieron por la faz de la tierra. En otra ocasión Mohammad*, el Sello de la profecía dijo: "Mis compañeros son como las estrellas del cielo. Encontraréis el camino verdadero siguiendo a cualquiera de ellos". Los herederos del Santo Profeta, los amigos de Allah, siguen siendo las estrellas que iluminan la noche oscura de una humanidad necesitada de palabras de firmeza, de sensatez y autenticidad. El mundo entero está lleno de materialidad, y tanta materialidad se ha convertido en el caldo de cultivo donde toda actitud viril, sincera, sabia y desprendida es anegada, porque la materialidad asfixia los corazones puros, tanto de hombres como de mujeres, tanto de los orientales como de los occidentales. Y la espiritualidad solo puede emerger de los corazones de los hombres si existe el contacto, el ejemplo y la guía de los herederos de la fuente original: el conocimiento celestial que Dios depositó en todos sus profetas y en sus amigos, los santos. Nunca se nos hubiera ocurrido pensar que en nuestra propia tierra brillaban aquellas estrellas resplandecientes, aquellos faros capaces de guiar a la humanidad en los tiempos difíciles que ésta debe recorrer con el pesado bagaje de una "educación" que ha ensalzado todas nuestras peores características: la soberbia, la codicia, la insensibilidad, el egoísmo, la ignorancia y la banalidad.

La perviviencia de estas estrellas ha sido posible porque Allah Todopoderoso prometió que no dejaría sin guía a ninguno de sus siervos que le buscara sinceramente:
“Aquel que se sacrifique a si mismo por Nuestra gracia, Nosotros le guiaremos seguramente a Nuestros caminos” (Quran 29, 69).

Hoy es necesario esforzarse, porque la iluminación artificial de las ciudades nos impide recibir las luces de las estrellas que en las noches de antaño regeneraban nuestras almas. Contemplar el conmovedor espectáculo de la boveda celeste, no es sin embargo un lujo ni un capricho.

Cuando miramos al cielo en la noche, vemos innumerables estrellas encendidas, pero hay también billones de estrellas que no están iluminadas porque su luz no nos alcanza. Lo que sucede con la humanidad es similar. Los seres celestiales miran a la humanidad y observan quienes de entre los humanos están iluminados y brillan -del mismo modo que nosotros miramos a las estrellas encendidas del cielo.

Algunos de estos seres están encargados de enseñar y de mostrarse, mientras que muchos otros están ocultos,. Ellos son los herederos de la Verdad de Muhammad* y ellos tampoco mueren, pues tienen el secreto del Nombre ya Hayy[41]. Ellos guían a los que se aferran a ellos, y los continuarán guiando después que sus seres visibles estén ocultos de nosotros. Este es uno de los regalos más grandes que Allah El Altísimo da a Sus fieles servidores.

Nosotros sabíamos que 'rabita', connexión, es el medio más importante para alcanzar las luces celestiales. No sabíamos como empezar cuando Inesperadamente, no tuvimos que ir demasiado lejos para encontrar un faro en la oscuridad de la noche. Un faro capaz de iluminar esta región que se encuentra - pese a su aparente y prodigioso avance científico - en los confines de la luz, "la tierra de las sombras", Occidente[42]. Así lo establece un célebre y enigmático haddith del Profeta*:
"Antes del final de los tiempos, el Sol saldrá por occidente." [43]

Ahora es de día y ustedes no buscan una antorcha, no la necesitan. Pero de noche una luz pequeña les impedirá caer dentro un pozo. Los Profetas y los Santos son hoy por hoy la única linterna encendida en la noche. En ellos reside la luz de la guía. Así lo atestiguan el Libro luminoso, los Santos y las tradiciones del profeta:

¡ Exaltado sea el que no se manifiesta a sus santos más que para manifestarse a sí mismo, y que no conduce hacia ellos más que a los que quiere conducir hacia sí !
Ibn Ata Allah El Iskândari

"La mano de Allah está sobre las manos de Sus Profetas, y las manos de los Profetas están sobre las manos de los Santos. Si no tomáis sus manos caeréis y os encontrareis en el vacío".
Sheikh Mohammad Nazim al-Haqqani an Naqshbandi

Azora 18, 21, a propósito de lo siete durmientes:
"Y así los descubrimos para que supieran que lo que Dios promete es verdad y que no hay duda respecto a la Hora. Cuando disputaban entre sí sobre ellos y dijeron: ¡Edificiad sobre ellos! Su Señor los conoce bien". Los que prevalecieron en su asunto dijeron: levantemos sobre ellos un santuario.

Y nuestros abuelos levantaron santuarios y peregrinaron hasta ellos. Al conjunto de todos estos maqams le hemos dado el nombre de "La Ruta de la Media Luna". En adelante sus viajeros serán conocidos como "Los Peregrinos de las Estrellas", pues acuden a visitar a las estrellas resplandecientes en esta noche de la humanidad. También ellos son estrellas, pues quienes siguen a los santos son elementos singulares, como los diamantes.

La peregrinación es una necesidad inherente al ser humano que busca el sentido de su existencia. El objetivo de los gnósticos al atravesar las tierras salvajes y los desiertos no es el santuario en si mismo. No; su objetivo es el esfuerzo durante un periodo que no les deja descanso, y conseguir la disolución en un amor que no tiene fin.

De acuerdo con ésto lo verdaderamente valioso no es la Kaaba, sino la contemplación y la aniquilación en el estado de la amistad. Lo valioso de la Kaaba es que por su singularidad atestigua que nuestro esfuerzo ha sido culminado con éxito, pues es la manifestación evidente de una guía correcta. Dice el Santo Corán (S.29:69):
"Dirigiremos por nuestros senderos a todos los que hagan esfuerzos por nuestra causa; y en Verdad Dios está con los que obran el bien."

Abu Yazid dijo: “En mi primer peregrinaje solo vi el templo, en mi segundo peregrinaje vi el Templo y a su Señor, y en mi tercer peregrinaje solo vi al Señor”.
El peregrinaje es un acto de esfuerzo para obtener la contemplación, pero no es un medio para ello, pues cuando disfrutas de la visión el universo entero se convierte en un santuario:
"Y Él esta contigo allá donde estés" (Sura Hadid, 4).

No se puede sin embargo separar lo esencial de lo formal, realizar la peregrinación hacia nuestro Señor sin dar pasos físicos. El musulmán viaja hacia Allah con todo su ser: con su corazón y con su cuerpo, con su esencia y su forma, no disgregándose, pues pretende alcanzar la Unidad, y descubre el centro místico del ser en un lugar concreto y real. Ese es el secreto del islam y del sufismo que escapa a las sectas de la modernidad.

Muy pocos encontrarán ahora en la ruta de los maqams del Sharq al-Andalus, la Ruta de la Media Luna, algo entrañable y conocido. Ignoran las jornadas de busqueda infructuosa, las horas de reflexión y del recuerdo. El júbilo que seguía cada alumbramiento. Las canciones profundamente sentidas resonando bajo el cobijo de nuestros nuevos compañeros. El canto de los pájaros. El silencio. Tampoco pueden captar todavía que es posible el diálogo con estos Santos. Pues esta certeza se adquiere con su visita frecuente. Entonces podrán percibirlos, comprender, cada cual a su manera, la paradoja que mora en esos lugares de reposo; que la inexistencia de acciones desbaratadas, es precisamente la vía de la verdadera vida.
No es posible explicar a quien no ha sido previamente entrenado, que no está familiarizado, la magnitud de la energía que emanan estas tumbas. La constante purificación de los nadis[44] o canales de absorción de las energías sutiles mediante la abstinencia de ciertos alimentos y bebidas, el ayuno y la oración frecuente son una preparación que facilita la percepción, preparando al peregrino para el momento.
Todavía disponemos de tiempo en este escenario de fin de ciclo. Si bajan al nivel del la tierra, hallarán que allí laten sus corazones puros. Ellos son sus maestros y sus valedores.
Acudan sin miedo donde las "Moradas de los Santos de al-Andalus", verdaderas estaciones suministadoras de poder espiritual, a renovarse allí donde todo, todavía es posible. La "rosa de Bagdad", Sheij Abdul Qadir al-Jilani escribió en un poema evocando su relación con Allah: “Ven; duerme junto a mí y me verás”. A este proceso, los sufíes lo llaman Fanâ, aniquilación del ego. Concepto peligroso no obstante para entenderlo sin ayuda de ejemplos vivientes.
















ESTRELLAS SIN LUZ

Quieren extinguir con sus bocas la luz de Dios,
pero Dios solo quiere hacer su Luz más perfecta,
aunque hayan de sentir despecho. Corán 9, 32



Las personas no se vuelven santas porque nosotros las apoyemos. La verdadera gente santa debe ser apoyada desde el Cielo. La Santidad es una concesión del Cielo a la gente. Nadie puede concederle ese título a nadie. Solo Él puede.
Queda más allá de cualquier discusión la Santidad del Profeta Isha (Jesús), la paz y la bendiciones sobre aquél a quien los Sufís conocemos como "la Voz de Allah" o "el Espiritu desde Allàh"[45], de su madre Myriam, de sus discípulos[46] y de muchos de sus primeros seguidores fieles[47].
Islamicamente hablando, la santidad de quienes mucho más adelante y pasando por encima de las propias palabras de Isha* le atribuyen el rango de "Dios" es por decir lo menos, más que dudosa. La oficialidad acostumbra, además, a suplantar la sinceridad. Eso no quiere decir, desde esta misma óptica, que aquellos creyentes sinceros, ignorantes e inocentes de tergiversar el sentido original del mensaje de Jesús, no lleguen a alcanzar altos grados de proximidad cerca de Dios, pues Allah dice en el Santo Corán: "Hemos honrado a todos los hijos de Adam". Cuando Él nos mira, mira solo nuestros corazones, no importa si somos cristianos, judíos, musulmanes, budistas etc. pues nuestro Señor nos ha honrado a todos por igual a través de la presencia universal de su esencia Divina en nuestros corazones.

Aclaremos no obstante, en honor a la verdad, que nuestras tierras, mayoritariamente paganas hasta la adopción[48] voluntaria del Islam[49], no tuvieron en ningún momento suficiente conexión popular con la revelación Profética de Jesús* para dar pie al patronazgo de un santo verdaderamente cristiano sobre nuestro suelo.

Respecto a San Vicente Martir[50], a pesar de las continuas investigaciones, su sepulcro no aparece. En una tierra donde tras la conquista y más aún tras la expulsión, han surgido milgrosamente centenares de imágenes religiosas ocultas en cuevas, playas o entre las ramas de los árboles; y donde pastorcillos y monaguillos han recibido mensajes precisos sobre donde ubicar ermitas y reliquias, el primero y más reconocido de los Santos de la cristiandad valenciana no puede, según la costumbre, ser venerado en su tumba. Si fue un santo -nosotros ni lo afirmamos ni lo desmentimos- no puede ejercer su patronazgo. El motivo nosotros lo desconocemos, pues sobre figuras tan lejanas en el tiempo, solo Allàh sabe.

Es el gran erudito e historiador medieval norteamericano Robert I. Burns en su libro "El Regne Croat de Valencia", Apendix II; "Sants a la frontera valenciana" quien desenmascara las historias de Santos y martires cristianos anteriores y posteriores a la conquista, como son las de Juan y Pedro de Teruel, Berta, María y Gracia, de Alzira o Miquel de Fabra. Según todos los indicios, existen muy pocas razones para creer en ellas.
Como igualmente pocas existen para creer en el personaje histórico más conocido del Sharq al-Andalus recién conquistado: Sant Pere Pascual. Este presunto "mossarabe" de la ciudad de Valencia que habría huido a París para "estudiar", poco antes (o poco después, según las versiones) del ataque cruzado, fue "inventado" por un mercedario del siglo XVII. Más exactamente Pere Pascual es un nombre dado falsamente a un obispo de Jaén de nombre Pedro, muerto en Granada en 1300, según análisis rigurosamente crítico de Jaume Riera y Sans ("La invención literaria de Sant Pere Pasqual", Caplletra,I -1986,46-60). Asi son las cosas.

Las estrellas que no tienen luz, no son estrellas que puedan guiarnos en la oscuridad de la noche.




















LAS ENSEÑANZAS DE LOS MAESTROS


“Cuando el Corán dice que no hay que decir Hijo de Dios,
tiene razón porque ésto presta a confusión.
Cuando el Corán dice: “Cuando habléis de Dios, no habléis de la Trinidad”,
tiene razón porque la gente cree que Él es tres Dioses.”

Cardenal de Cues.
Cardenal alemán que desde 1437 preconizaba la reunión de un concilio entre judíos, cristianos y musulmanes.

Los maestros se distinguieron por la modestia y privacidad. Sus enseñanzas correspondían siempre al nivel de sus interlocutores, permaneciendo en los cánones de las cosas compartidas, sin sembrar ninguna confusión. Por compasión y por buen trato, hablaban siempre con palabras sencillas, que todos comprendían. Ponían especial enfasis en no explicar nada que no hubieran experimentado por si mismos, ni exigir ningún comportamiento que ellos mismos no hubieran sido capaces de realizar. Las gentes corrían hacia ellos para oir sus explicaciones. Los estudiantes aventajados buscaban su compañía para acrecentar su instrucción. Su presencia en cualquier población era causa de una inmensa alegría entre las gentes piadosas. Cristianos y judíos los buscaban para salir de dudas sobre los principios de su propia religión. A raíz de estas consultas, muchos acabaron por llamar a las puertas del Islam, sin fuerza ni coacción por su parte.

Alejados en general de los asuntos mundanos, solo aceptaban las responsabilidades de gobierno si les eran ofrecidas por las necesidades de la población. Algunos, obligados por la fuerza de las circunstancias, salieron de su estudio y recogimiento a batirse en primera línea contra los enemigos de los musulmanes. Tras cursar los primeros estudios en su ciudad natal, los que podían marchaban al Oriente, donde tras realizar la Peregrinación se demoraban a veces varios años conociendo a los maestros de la época. A su regreso buscaban los medios de ejercer su función, divulgando lo aprendido.

El desarrollo de la wilaya no era un camino predecible por la instrucción o la adscripción a cofradia alguna, pues de hecho las primeras tariqas no aparecen hasta el siglo XII, sino que era más bien una inclinación espontanea a la imitación del Profeta y sus compañeros que buscaba los medios de aproximarse a su Señor.

Un bellísimo ejemplo de su día a día lo encontramos en el Sheij murciano Ahmad bin Abubeqer al-Ricotí. Enseñaba a las gentes de diversa religión en sus propias lenguas que ellos deseaban apender. Cuando el rey de los cristianos se apoderó de Murcia, le reconoció su situación y sus derechos y mandó que se le construyera una madrasa (la suya había sido incautada) en la cual enseñaba a musulmanes, judíos y cristianos. Entonces, el mismo rey llegó a tentarle con gandes beneficios si abrazaba el cristianismo. El de Ricote le contestó con grande cortesía, pero de modo evasivo, y cuando hubo salido de su presencia, dijo a sus íntimos: " Toda mi vida he servido a un solo Dios y no he podido cumplir lo que se le debe ¿qué sería de mí si hubiera de servir a tres, como me pide el rey?". Más tarde, el sultán segundo de Granada le llamó a corte y le dio una mansión, a donde iban sus discípulos, y en la que enseñaba medicina, matemáticas y otras ciencias. Hamïd bin Anas refiere que el Mensajero de Dios, que la paz sea con él, dijo:

"Con este conocimiento, Allàh elevará a algunos en estaciones, y hará de ellos líderes eminentes y modelos ilustres. Su trabajo será ampliamente conocido, y será admirado y estudiado por otros durante siglos. Los ángeles procurarán su compañía y se apiñarán junto a ellos, y las alas de los ángeles rozarán sus hombros constantemente."

Entre sus prácticas espirituales destaca sobresalientemente el dikhr o "recuerdo de Allah", que celebraban en congregación los jueves después de la caida del sol y la recitación diaria de los más bellos nombres de Allah.
Hacían práctica del retiro (halwat), del ayuno profético y la recitación del Corán. Sabemos por ejemplo que Abdul Wadud Mohammad bin Abdal, bin Ahmed "Abenmaigal", de Murcia, leía el Corán en veinticuatro horas, estando de pie.
Pusieron su mayor esmero en la explicación entre las gentes del Tawhid o doctrina de la Unicidad de Dios, contribuyendo con ello a la elevación del nivel de la creéncia popular. Se referían constantemente al Corán y al Hadith para solventar cualquier causa o controversia y se sabe de alguna maestra a la que jamás en su vida se le escuchó decir palabra alguna que no procediese del Sagrado Corán, portento que no le impidió llevar una perfecta vida de relación social.

Gustaban de la compañía[51] de los niños, que los padres les encomendaban para su instrucción, y a los que sin distinción de sexo ni hacienda, iniciaban en los misterios del alifato y la lectura del Corán, las matemáticas, las ciencias naturales, etc. Esto por cuanto a los que desempeñaban un papel visible. Otros, entregados de lleno a la contemplación más absoluta, o desarrollando humildes oficios, vivieron lejos de los alborotos del siglo, de los cargos y de los honores, desconocidos o criticados por los hombres y conocidos solo por Allah Omnipotente.

Algunos escribieron mucho, especialmente tratados de ciencias islámicas y tasawuf aunque también de historia, botánica o medicina, y desgraciadamente muy poco de ello nos ha llegado a causa de las quemas de libros y persecuciones de la Inquisición. Más, como recordatorio, traemos a tu memoria alguna de las enseñanzas de nuestros Shadilíes:

"No será tu maestro aquél a quien escuchas,
Sino aquél de quien aprendes,
Ni lo será aquél que te de sus explicaciones,
Sino aquél que deje en tu corazón huellas de sus enseñanzas;
Ni lo será aquél que te invite a entrar por la puerta,
Sino aquél que te descorra el Velo;
Ni aquél que te ofrezca sus palabras
Sino aquél que excite en ti sus mismos estados espirituales".



LA RELACIÓN CON EL MAESTRO

En esta relación hay a la vez lo aparente y lo oculto, la palabra y la alusión (el símbolo). Todo el lenguaje del sufismo se basa en la alusión que permite ver el más allá. Cuando el maestro nos aporta una sentencia, hay que mirar más allá pues no es más que indicativa. No hay que quedarse en su literalidad. Dice un proverbio chino: “cuando el dedo señala la luna, hay que mirar la luna no el dedo”. Hay que ir hacia lo que resulta aludido, hacia la significación. Es esta capacidad de comprender la sutilidad de las cosas la que permitirá desarrollar todo el espíritu, todo el adab de la Vía, en relación al Sheik, en relación a los fuqara, y naturalmente en relación a los demás.
La noción de Sheik es central, porque el Sheik es el alfa y omega de la Vía. Es la clave de bóveda del conjunto, ya que es mediante su enseñanza como se reciben todas las indicaciones y alusiones que nos guían progresivamente hacía Dios y hacia el conocimiento de Dios... El Sheik nos atrae hacia la proximidad divina. En consecuencia, nace en nosotros un gran amor hacia el Sheik. Dice un hadith : “Los hombres de Dios, los Santos, cuando son vistos, Dios es evocado”. Determinadas personas nos evocan el mundo o el poder, el dinero, o también el arte. Otras personas nos evocan a Dios con su presencia. Su presencia suscita la voluntad de dirigirnos hacia Dios. Hay pues una relación de amor muy intensa. Ciertos hadith se refieren a los hermanos que se aman en Dios: “Dios cubrirá con Su sombra, el día en que no habrá más sombra que Su sombra, dos hermanos que se han amado en Dios”. Se trata de amor en Dios. Para muchos, este amor parece algo excesivo. Pero el amor nunca es excesivo. Si es razonable ya no es amor.



PERVIVENCIA ARQUEOLÓGICA,SOCIOLÓGICA Y ESTILO ARQUITECTÓNICO

No hay criatura en la tierra a la que Allàh no se encargue de procurar alimento;
y Él conoce su plazo de permanencia en la tierra y su lugar de reposo después de su muerte,
todo está escrito en el Libro evidente.
Qu'ran 11:6





Hay que recordar que nuestro suelo estuvo cubierto de cementerios que fueron de moros, lo que debiera darnos mucho en lo que pensar, tanto, como que a poco que retrocedamos hacia las raíces de nuestro árbol genealógico, lo más probable es que aparezca una larga saga de padres, hijos y abuelos musulmanes.

Setecientos cincuenta años después de la conquista del oriente de al-Andalus, el odio religioso y la discriminación -liderados por las autoridades eclesiásticas-, la incultura y el desprecio por lo autóctono habrían borrado teóricamente todo resto de santidad islámica en nuestras tierras.

Sin embargo, habiendo sido ésta la morada de grandes maestros espirituales, no iba a ser taréa facil desprenderse de una "religiosidad popular" fuertemente arraigada por la convivencia con sus "Santos", los Sufís, quienes en definitiva fueron la causa de la pervivencia del Islam en el Sharq al-Andalus hasta el año 1610. Fue precisamente en el oriente de al-Andalus donde nació el más universal de los Sufíes andalusíes, Muhy Din Ibn al-Arabi, conocido popularmente como "Sheij al-Akbar", y considerado unanimemente el "Maestro de los Maestros" del esoterismo musulmán. Natural de Alcantarilla, en Murcia, él mismo nos narra que su primera revelación espiritual le llegaría por mediación del Profeta Jesús[52], la paz sea con él. Antes de su muerte en Damasco, dejó escrita una obra desbordante que refleja la intensísima cercanía con que fue agraciado por Allah y nadie en el mundo musulmán le ha olvidado, siendo su tumba un lugar donde permanentemente hay peregrinos. En definitiva, aquellos quisieron ocultar todo rastro del Islam, pero Allah no ha resultado de la misma opinión, y esta, la voluntad de Allah, es finalmente la única que importa.








ETIMOLOGIA DE LAS MORADAS DE LOS SANTOS

A menudo nos encontramos con la palabra rábita o morabito. Se trata de un edificio religioso que proliferó en la España musulmana, a raiz del florecimiento del "misticismo" eremítico. A estos lugares se retiraban personas de gran religiosidad que, superando[53] el contacto con el mundo exterior, se dedicaban a la oración y a la meditación, siendo incluso enterrados en ellas. Solían estar situadas tanto dentro como fuera del recinto urbano y en pleno campo.

En árabe se les llama "Maqam", que significa "lugar de residencia", y que en su acepción esotérica designa un estrado espiritual que periódicamente marca el largo camino seguido por los "místicos" musulmanes (Sufis) conducente a la vision y unión con Dios. Los Sufis progresan por medio de su propio mujahadah (trabajo) y a través de la ayuda y orientacion de los maestros (sheijs). En cada maqam el Sufi procura purificarse de toda inclinación mundana y prepararse para conseguir un nivel espiritual siempre más alto.
El órden y número de los maqams no es uniforme entre todos los Sufis. La mayoria, sin embargo, concuerda en siete maqamat mayores:

(1) el maqam de tawbah (arrepentimiento), que no significa recuerdo de los pecados y espiación por ellos sino al contrario olvidarlos con el abandono de todo lo que distrae del amor de Dios.
(2) el maqam de wara' (temor del Señor), que no es temor del fuego de infierno sino el miedo de quedar velado eternamente de Dios.
(3) el maqam de zuhd (renuncia, o desapego), que significa que la persona se vacia de posesiones y su corazón es sin codicia.
(4) el maqam de faqr (pobreza), en que el afirma su independencia de las posesiones mundanas y su necesidad de Dios solo.
(5) el maqam de sabr (paciencia), el arte de la constancia.
(6) el maqam de tawakkul (confianza, o rendición), en que el Sufi sabe que él no puede ser desanimado por las dificultades y el dolor, pues el está en sumision total a la voluntad de Dios y encuentra alegría incluso en sus pesares.
(7) el maqam de rida (satisfacción), un estado de silencioso contentamiento y alegría que viene de la anticipacion de la unión largamente buscada.

La toponimia, especialmente la de nuestras partidas rurales es un mar de señales que guarda el recuerdo de los lugares donde estuvieron estos maqams o morabitos, y una confirmación incontestable de su existencia, al menos externamente, pues no todas las qubbas o edificaciones encerraban en su interior a un verdadero santo.
Aldeire es un topónimo muy abundante en la Andalucía oriental que significa "casa" pero que algunos estudiosos entienden como "casa consagrada a Allah", es decir la típica zawiyah (rincón) o lugar de reunión de los Sufís.
Precisamente de estas Zawiyahs queda recuerdo en nuestra toponimia con nombres como Zubia, Xávea, Adsuvia, Atzuvia o "Rincón".
Del término popular español de origen árabe "morabito" procede el topónimo "Miravet" o "Mirabete"
De raíces árabes aunque no etimológicas, es nuestra popular ermita. No había ermitas en la Europa del norte, solo abadías o monasterios. En la Edad Media, las reliquias de Cristo y de los Santos se veneraban exclusivamente en las catedrales y en los monasterios. Habría de pasar aún mucho tiempo para que el culto a las "Imágenes" alcanzase el fervor que actualmente recibe. Los eremitorios de vida retirada en el desierto de Egipto de los primeros tiempos del cristianismo distan mucho del novedoso concepto de capilla rural surgido sobre el recuerdo de los extáticos musulmanes de al-Andalus.
De qubba (o maqam en su sentido arquitectónico) devienen nombres de poblaciones como Alcubla, Cublas, Alcoba (Ciudad Real), Alcobaça (Portugal), o Alcubilla de Avellaneda.

En cuanto a los viejos cementerios islámicos de nuestro país, cabe recordar que sus puertas estaban casi siempre orientadas al Oeste y se denominaban "del Angel" o "al-Malik", siendo Angel otra palabra delatora de la pervivencia de un maqam o zawiyah.


LEYENDAS

Todo aquel pasado ha dejado un reguero de relatos más o menos fantasticos, y no podemos pasar por alto la arraigada tradición oral de los pueblos de la Comundidad Valenciana y Murcia referida a la existencia de "moros viejos" y "tesoros escondidos".
Evidentemente cuando los musulmanes hablaban de tesoros ocultos, en muchos casos le daban al término un significado distinto al que hoy cabría esperar... Así, los historiadores locales recuerdan el viejo morabito de Mas Rabell como un "misterioso convento de alquimistas árabes presidido por una encina mágica y centenaria..." Y es que el hacer de un Santón un alquimista conviene sin duda a una moderna destilería de licores de la Cataluña Nova cuyo nombre no vamos revelar, y que amablemente nos brinda esta información.

En nuestros días hemos oido relatar la pretendida existencia de un fabuloso tesoro enterrado en la pequeña iglesia de San Martín del castillo de Miravet, "ocultado en tiempo de los moros" y que, sin duda alguna, es la deformación que, a través de los años, ha sufrido el recuerdo histórico de la presencia de cofradías sufís en algunas poblaciones del Oriente de al-Andalus. Nos consta que la fuerza de la leyenda ha propiciado varios intentos -naturalmente lnfructuosos- de hallar este pretendido tesoro de la mezquita de Miravet.

Queriendo quizás exhorcizar la inquietante presencia de un santo musulman, se puede hablar en Soria de la leyenda de los Santos nuevos, en la Almarzá, o de un un Camino de Brujas en Alcubilla de Avellaneda.

En Almarza, la ermita de los Santos Nuevos origina una leyenda. Dícese que un caballero rehusó la carne que se repartía entre los presentes el día de la romería y la tiró al suelo, cayendo junto a unas piedras. Este caballero enfermó gravemente al llegar a su casa y envío a un criado a recoger la carne para que hiciera con ella un caldo que, tras tomarlo, le curó. En memoria de este milagro la gente tiene la costumbre de tirar una piedras en el lugar donde arrojó la carne, lo que ha conformado un montículo. Esta costumbre recuerda la costumbre islámica de lapidar a Satán en el transcurso de los rituales de la peregrinación a la Mecca. En El Royo, unos dicen que el montículo de piedras evita que se levante el moro, y otros creen que quien yace no es un moro, sino un cura. Las piedras se arrojan al subir por la senda antigua a la ermita de la Virgen del Castillo.


REFERENCIAS DOCUMENTALES

Las fuentes corroboran la existencia de maqams a los que la población acude en romería[54], incluso desde tierras lejanas:

" Tempore quo regnum Valentiae erat sarracenum... sit quedam mezquita in qua fuit sepultus quidam sarracenum... reputabatur sanctus... (et) tam de dicto regno Valentiae quam de aliis partibus veniebant."[55]

Robert Ignatius Burns demuestra tras la lectura de numerosa documentación de la época cruzada, que en la ciudad de Valencia debieron ser más de 3 docenas el número de mezquitas - muchas privadas o fundaciones pías- y que cada una tenía su propio cementerio. Los cementerios musulmanes intentaban, a ser posible, agruparse alrededor de la tumba de un santo, o cuanto menos de un personaje piadoso. En su obra monumental "l'Islam sota els croats" nos informa de "lugares sagrados" en Bayren (Gandía), Burriana y en gran número, en Xátiva.

En el Llibre del Repartiment, Cartas Pueblas y Llibre dels Fets se usa el término mezquita de manera genérica aludiendo a cualquier construcción con funciones religosas. En un decreto de interpretación de las promesas de cruzada confirmadas por las proclamaciones oficiales de 1238, el Rey Jaime I reservó a la Corona de Aragón las mezquitas que eran torres. Puede ser, como opina R.I. Burns que las mezquitas que se encuentran en torres, excluidas deliberadamente de la donación real de mezquitas a la Iglesia de Valencia, fueran de hecho oratorios o santuarios.

El gran arabista y erudito decimonónico Julián Ribera Tarragó, en su trabajo "Monasterio musulmán en Denia" nos habla de un maqam importante que atraía peregrinos. Tambien de que un miembro importante de la familia sufí de los Sid Bono, Abu Ahmad Jafar b. Sid Buna -muerto en 1277- estaría según nuestro cronista enterrado en un pueblo cerca de Cocentaina.
En "Enterramientos moros en Valencia" afirma la existencia de numerosos santos que fueron enterrados en los cementerios[56] de la capital del reino y en "Moros célebres valencianos en literatura y viajes" recuerda la vida de Abu Hamid bin Ab Zahir (Abuhamir Benabizaher), un gran calígrafo y maestro muerto en la mezquita de “Santa Catalina”.

El "Llibre dels Fets" se refiere a enterramientos de hombres reputados santos y señala otro que se encontraba fuera de la ciudad:

"Turrim sive rapitam iuxta mare et Quadalaviar et dicitur rapita orationis".
Es decir, que existía un morabito entre el río y el mar al que las gentes acudían a rezar. Hay una segunda referencia más concisa, al adjudicarse "la viña del mar y la rápita que hay junto a ella." Una tercera mención habla de un posible segundo o tercer edificio junto al mar, "iuxta rapitam minorem, sita iuxta mare". Un caso parecido, en las afueras de Valencia, es mencionado por Ibn al-Abbar.

En la misma ciudad de Valencia, el historiador Escolano comenta que en las proximidades de los cementerios de los moros, situados extramuros se encontraban: "Tantas pequeñas mezquitas que habitaban santones y morabitos para rogar por sus difuntos, intervención del diablo que, como monaquería que los suyos remedasen las ermitas de los siervos de Jesús" (Torres Balbas 484). Parece evidente que Escolano alude a qubbas o zawiyas habitadas por ascetas, inmediatas a los sepulcros de santos musulmanes, a extramuros de las ciudades.

En la carta puebla de Xivert[57] se preservan para la comunidad musulmana "cum omnibus oratoriis que sunt in castro illo". Esta frase expresa claramente la existencia de otros lugares de oración a parte de las mezquitas de la villa, sin lugar a dudas mezquitas-torres, en el lenguaje de esta obra, santuarios o maqams. Confirmando lo dicho, la misma carta de Xivert sanciona el derecho de los musulmanes a "facere romerías".

Tenemos testimonios, en algunos casos directos, de que en Murcia, al menos en el siglo XVI, musulmanes y moriscos consideraban a San Ginés un santo musulmán, y centraban su culto en su tumba. Sin embargo, ni al-Udri ni, más extrañamente, al-Himyari, que escribe en la segunda mitad del siglo XV, hacen mención a esto. Sí puede referirse a ello, en cambio, al Qartayanni, del siglo XIII, al mencionar una posible rábida en un lugar sin identificar pero que recuerda poderosamente a la zona Este de la sierra de Cartagena.
Tenemos copiosas noticias procedentes de dos fuentes esenciales: los relatos maravillosos contenidos en la "Vida e Estoria de San Ginés", manuscrito del siglo XV, y la transmisión de tradiciones moriscas a través de autores del siglo XVI-XVII.

Además es incuestionable que en los siglos XV-XVI los protagonistas de la romería son básicamente mudéjares y moriscos, que mantenían vivo un lugar de culto musulmán. Es revelador el que la cofradía de San Ginés de Murcia aparezca con motivo de la conversión en masa de los habitantes de la moreria de Murcia (1501), que levantaron una Iglesia dedicada a San Ginés. La región que se extiende desde Granada a Cabo de Palos es el área donde se extiende el culto y de donde procede la mayor parte de los peregrinos. A partir del XVI empezamos a encontrar peregrinos procedentes del Norte de África, descendientes sin duda de los antiguos musulmanes españoles. ¿Cuál era la naturaleza de ese culto? En primer lugar, las noticias de la Edad Moderna establecen claramente que el centro de la peregrinación era la tumba de un santo islámico, un morabito:

“... el mayor santo y más piadoso que hay en el Cielo, pues no sólo atiende a las peticiones y súplicas de los fieles moros, si también los cristianos, y al fin, hechando todo el resto a su expresión y elogio, dicen que San Ginés estar pariente de su gran profeta Mahoma.”. (Ortega).

Una expresión muy gráfica de esta devoción es la de considerar sagrada la tierra de su sepulcro, que era recogida y utilizada como amuleto:

“... y muchas de ellas (Moras), como yo lo he visto, llevan en los cabos de sus tocas, por reliquia muy estimada, tierra de su santa casa.”. (Huélamo).

Algunos de los cuentos milagrosos que aparecen en la "Vida e Estoria del siglo XV", de origen claramente musulmán, recalcan el aspecto protector, profiláctico y sanador como aspectos básicos del poder del centro de culto. Parecen evidentes también las noticias de la existencia de un eremitorio musulmán (zawiya).

Por otro lado en la toponimia islámica del siglo XIII, conservada en al-Qartayanni, se hace referencia en varias ocasiones a una o varias rábidas musulmanas: qubaybat Ibn Tahir, Rabitat al-Sib, al-Dayr, al-Zawiya, aunque los dos primeros topónimos parecen hacer referencia a lugares de la Bahía de Cartagena.

El prestigioso literato Ramón Llull escribió que entre los musulmanes de la tierra existían "Hombres religiosos reverenciados como santos, entre los que había muchos místicos", lo que confirma que el sufismo se había hecho muy fuerte en estas tierras del Sharq al-Andalus.

Finalmente, como un ejemplo más de la transmisión por tradición oral del emplazamiento de nuestros santones, sorprendidos, leíamos recientemente en un artículo periodístico[58] cómo en la ciudad marroquí de Chaouen, Sidi Afazaz Abdelkader, un hombre de cien años, lleno de jovialidad y alegría, comunicaba a un grupo de españoles la existencia de un maqam en Valencia en los bosques de Beni Qasim.


ESTADO ACTUAL DE LOS MAQAMS

Algunos maqams son simples enterramientos desnudos, sobre los que el tiempo ha emplazado cultivos o ha cubierto de vegetación en estado salvaje. De la práctica existente en nuestra zona de hacer desaparecer los cementerios islámicos ilustra perfectamente el siguiente texto relativo al año 1264:

"Don Martín González, canónigo de Cartagena entrega a Pedro de Savarán un cementerio que fue de Moros en Alicante, en el camino de Murcia, junto a un barranco y cerca del hospital con el propósito de puesta en cultivo de tierras que fueron camposanto.[59]"

En los escasos rincones donde la mano del hombre no ha llegado a actuar, el tiempo ha añadido estratos de tierra de aluvión, quedando invisibles alguna lápida o piedra con la que en su momento se señalizaran. En muchas ocasiones la naturaleza ha hecho surgir un hermoso árbol sobre la sepultura. En otras ocasiones, aprovechando el material existente, el hombre ha dispuesto la construcción de alguna obra funcional o decorativa, y más tarde nuestros ediles, fuentes, jardincillos o esculturas.
Los maqams que se salvaron de la destrucción pueden conservar el estilo clásico que podemos observar en el maghrib (occidente) o en el oriente, construidos como qubbas o morabitos (los de Marxuqera, Visquert, Benaguassil, Tos Pelat o Penyiscola) o utilizar la arquitectura tradicional del terreno, mollós y barracas principalmente, del mismo modo que en el resto del mundo islamico, en el que los maqams de santones de renombre local son más sencillos y siguen las variaciones locales de estilo, y los métodos constructivos de la arquitectura vernácula regional. Los santuarios también pueden ser muy sencillos: un montón de piedras, o una minúscula cúpula a la cabecera de la losa sepulcral del santo con una cavidad para velar."

Según algunas teorías, el popular nombre de "Barraca" dado a la casa huertana en Valencia, procede de la voz árabe "baraka", que quiere decir "gracia", "bendición", la "energía" espiritual que transpiran los Santos, proviniente de Allah. Barraca es curiosamente también uno de los nombres con que se designan las llamadas construcciones de "piedra seca", también denominadas catxerulos, según Luis de Zabildea Gomez. Otros apelativos son mulló, molló o aún más curioso, "casetas de moros", como se les denomina en Godella, Massarochos y Massamagrell
Estas construcciones han llamado la atención de los estudiosos por su valor etnológico. Están construidas con piedras sueltas sin argamasa, y requieren de unos conocimientos técnicos hoy desaparecidos. Muy comunes en la comunidad valenciana, de ellas dice un investigador, creyendo que su utilidad es la de proteger circunstancialmente a labradores y ganaderos del mal tiempo, o guardar herramientas: "son innecesarias en número y situación, exageradas en sus dimensiones y sorprendentes por su destreza técnica." Esta forma de analizar corresponde a quien contempla como único movil de estas construcciones lo económico. Pero para los hombres del oriente de al-Andalus, elevar un mausoleo sobre el cuerpo de uno de sus amados hijos y protectores, era una obra piadosa, que naturalmente iba a ser considerada exagerada para la función productiva que posteriormente se les quiere adjudicar.

En las ciudades es fácil que los maqams se encuentren en medio de jardines o plazas públicas. El motivo es que tras la conquista cruzada, los cementerios grandes pasaron a propiedad "eclesiastica" y aquellos menores de 12 tumbas a la propiedad[60] real (siendo en estos donde con frecuencia se enterraban los santos, pues- y esto es muy importante- el wali por lo general, si no ha dispuesto lo contrario, es enterrado en el mismo lugar donde muere en imitación de la sunna del profeta Mohammad que la paz sea con el). La pertenencia a estas instituciones, que no manifestaban grandes necesidades especulativas y que quizás quisieron evitar el problema de orden publico que se hubiera ocasionado en los primeros tiempos de la cruzada con su profanación, permitieron que estos pequeños camposantos se convirtieran con el paso del tiempo hacia el urbanismo "cristiano" en plazas o fuentes públicas, jardines, o simplemente lugares demasiado pequeños para la edificación. También era una costumbre local enterrar a algun wali en las proximidades de las torres de defensa de la villa, para que ejerciera como vigilante ante una posible invasión (p.e. las Torres de Serranos en Valencia, antaño de Al-Qantara). En la ciudad de Zaragoza aparece documentado un cementerio islámico, el de la puerta Este, constatado también arqueológicamente. Era muy afamado porque la tradición señalaba que allí estaban enterrados los santones Hans as-Sanàni y 'Ali al-Lajmi, aunque otras fuentes señalan que estaban enterrados en el exterior del mihrab de la mezquita aljama. Cuenta la crónica musulmana que los pretendidos enterramientos de los dos santones estaban señalados por sendos amontonamientos de piedras.
Los maqams también pueden ser enterramientos en el interior de las casas. Los compañeros sepultaron al Mensajero de Dios* y a los dos primeros califas en su casa.

Los santuarios reflejan fielmente las tradiciones constructivas vernáculas. Posiblemente muchos se desmoronaron y algunos al caer fueron reedificados aprovechando el material allí existente, o se les dio una nueva utilización.







LO QUE QUEDA DE LOS «SANTOS» EN NUESTROS DÍAS

El sistema islámico de hombres y mujeres santos ha pervivido de manera milagrosa en algunas comarcas de al-Andalus, como es el caso de la Sierra Sur de Jaén. Allí, los en la actualidad llamados "santos", emplean medios y métodos parecidos a los de los sheijs y la gente les reconoce el poder de la adivinación y la curación por influencia sobrenatura. Ejercen además como confesores y consejeros. Su existencia está documentada por el investigador Manuel Amezcua Martínez, del Laboratorio de Antropología Cultural de Granada. Los estudiosos, no obstante, no han sido capaces de advertir las evidentes similitudes con los ritos y prácticas propias de una cofradía musulmana girando alrededor de un maestro o santón

La supervivencia de esta institución cultural se basa en la trascendencia social que estas personas tienen en la comarca. Un anciano de Frailes decía del santo Custodio: «Mis padres como padres, pero él guiaba mi vida». Cuando se ha de hacer un viaje, comprar una bestia, un tractor o un terreno, cambiar de residencia, o ante la necesidad de tomar otras muchas decisiones propias de la vida cotidiana son momentos susceptibles de consultar con el santo.

Al santo Luis Aceituno Valdivia, la gente tenía costumbre de visitarlo por su onomástica y pasar unas horas a su lado. Al morir en 1912 continuó la costumbre de velarlo la noche del 21 de junio, que ha permanecido hasta la actualidad a pesar de hacer noventa y dos años que falleció. En esa noche se reúnen personas venidas de muchos lugares que se concentran en la despoblada aldea, pero sobre todo vecinos de la comarca que aún le veneran como su patriarca, para pasar la velada en compañía de sus descendientes.

Los "santos" actuales son campesinos residentes en cortijos o aldeas aisladas. Son analfabetos, viven en casas humildes y sus costumbres y aficiones son como las del resto de los vecinos, hasta el día que se declaran poseedores de la gracia. Entonces se obligan a llevar una vida de recogimiento sólo comparable a la de un eremita.

La gente suele decir que Dios les ha puesto en el mundo y les revela lo que tienen que hacer y decir a los infelices, y también que son "almas allegadas a Dios". Su elección es lo más parecido a una aclamación popular. No es frecuente, pues, que el santo designe a su sucesor. La excepción se da en el santo Custodio, que de joven solía visitar muy a menudo al santo Aceituno y la gente comenzó a sospechar cuando veían, que al saludarse se besaban la mano el uno al otro.

Los más apasionados llegan a identificarlos con la propia divinidad y les llaman "mi Señor" o "Padre Eterno", efecto de la pérdida del principio islámico de la Unicidad Divina o tawhid, y de la influencia de las predicaciones eclesiásticas. Reflejo de gestos procedentes de la tradición profética, los visitantes llegan a tirarse a los pies de estos "santos" y les derraman frascos de colonia sobre las botas. El santo Manuel se vio obligado a colocar una verja de hierro en su puerta para protegerse de las pasiones de muchos de sus devotos. Es tal la aureola de honorabilidad de estos hombres que pese a todo son tratados con respeto incluso por muchos de los que no creen en ellos, que en todo caso los tienen por hombres buenos.

Los procedimientos que emplean suelen ser la imposición de manos, las bendiciones, los soplos e insalivaciones y las oraciones. Menos frecuente es que prescriban algún tipo de producto, a excepción de papeletas de fumar sobre las que escriben signos o garabatos y bendicen para que sean ingeridas como si fueran píldoras.

A diferencia de algunos curanderos, los santos no exigen ningún tipo de emolumentos por sus servicios, cumpliendo misteriosamente con parte de las enseñanzas del Generoso Corán (36;21):

"Seguid a quienes no os exigen remuneración alguna y son encaminados".



















































¿PORQUÉ EN EL LEVANTE DE AL-ANDALUS?



Las primeras reacciones al descubrimiento de los maqams en el oriente de la península ibérica fueron verdaderamente sorprendentes puesto que algunos se preguntaron ¿Por qué no en Cataluña? Mientras que otros pensaban que tenían que haber aparecido antes en Andalucía. Nosotros fuimos los primeros sorprendidos por el transcurso de los acontecimientos que nos llevaron a recuperar el primer Ziarat de la Europa occidental y lo mismo nos hubiera supuesto haberlos tenido que encontrar en el corazón de Castilla. Durante mucho tiempo desde el resurgir del sufismo en al-Andalus, nada parecía indicar el menor asomo de apertura o facilidad. Sin embargo es indudable que el Sharq al-Andalus contaba con unas condiciones verdaderamente únicas. De inicio hay algo extraño que distingue a estas tierras orientales de nuestra península: son el único territorio entre España y Portugal donde no existen indicios relevantes de construcciones megalíticas[61], algo verdaderamente desconcertante por cuanto, tal como testifican las numerosas pinturas rupestres, estuvo poblado desde los tiempos inmemoriales del neolítico. Esto, que es tan solo un indicio, revela una singularidad inicial que no tendrá solución de continuidad. La singularidad del oriente andalusí es una constante histórica.

Las primeras comunidades musulmanas de la península ibérica debieron constituirse, a la luz de las últimas investigaciones, en el este y sureste de ésta, muchos años antes de la socorrida fecha del 711 (d.C.). Igualmente, los últimos documentos que se refieren a la pervivencia de una cofradía sufí en España provienen de las fuentes inquisitoriales, que en el primer tercio del siglo XIX dan fe de grupos de personas que en la vega de Murcia se reunen con fines extraños. Sus actividades no pudieron concretarse por cuanto en el transcurso de sus ritos, escriben en aljamiado, que luego borran, sobre la tierra o la arena.

El gran cronista musulmán Abben al-Abbar llama a Valencia la tierra de los sabios, es decir de los maestros de conocimiento. De hecho la mayor dignidad conocida dentro del universo Sufí, el Sheij Muhjyddin Ibn al Arabi, nació en la vecina provincia de Murcia. Por cierto que no era de origen árabe como han malinterpretado erroneamente sus biógrafos por su nombre de alcurnia, sino que se sabe fehacientemente que descendía de una familia andalusí por parte de padre. La sola mención de Muhayiddin Ibn al Arabi, que se define a si mismo como "el sello de la santidad Muhammadiana", sería suficiente para que se nos disculpara especular con todo tipo de prodigios espirituales en estas tierras. Pero el tema que nos interesa es de una relevancia tal que conviene a su naturaleza abordarlo siempre con cautela y desapasionamiento.

Ya hemos explicado anteriormente la escasa implantación del cristianismo en estos pagos, a lo que habría que añadir que en algunas zonas como el Condat, apenas hay restos de la civilización romana, porque estos parajes, más allá de su fama de fértiles llanuras, poséen unos extensos macizos montañosos mal comunicados y despoblados, donde se fue refugiando la población mudejar a medida que se le dificultaba el cumplimento de su religión en las zonas más fértiles, allí donde operaba el temido tribunal de la Santa Inquisición. A estas tierras acudieron igualmente los moriscos granadinos, castellanos y aragoneses que huían de las persecuciones religiosas del siglo XVI, provocadas por la conocida incompatibilidad que tuvo durante siglos la Iglesia Católica con cualquier otra confesión espiritual. La idiosincrasia propia de los pobladores de estos territorios facilitaba la relajación del régimen "teocrático" por parte de los nobles y los señores, cuando no era que, por unas u otras causas, éstos favorecíeran la vida religiosa de sus súbditos musulmanes.

Parece que todo quisiera indicar que el Oriente de al-Andalus hubiera estado esperando para recibir la semilla del conocimiento profético de la mano del Sello de la Profecía, Sayiddina Mohammad*, y que esta cepa, talada a ras de suelo tras su primer florecimiento, rebrotara ahora aunque modesta, de manera inexplicable.
En un principio todo apuntaba al Islam como la religión fundacional de nuestro territorio, pero tras la conquista, la prohibición, el bautismo forzoso y el posterior destierro de los moriscos, la conexión con nuestro misticismo original parecía cercenada para siempre... ¿Cómo podríamos explicarlo? Dicen los sabios musulmanes que para todo acontecimiento existe una razón, que es acertada, aunque no se sea consciente de ella. Allah Todopoderoso pone a algunos muy alto y a otros muy bajo, pero siempre cambia las posiciones. Es una Ley Divina que nada excepto Él permanezca estático. Un creyente es el que acepta todos los cambios en su vida y en la de los demás. Se adoptaron las medidas conducentes a borrar todo símbolo de espiritualidad musulmana. ¿Quién hubiera esperado el resurgimiento de los Santos del Sufismo del Oriente de al-Andalus? Nadie. ¿Por qué ha ocurrido este descubrimiento? Nadie conoce la explicación. Nuestra propia imaginación nunca hubiera dado para tanto.






































LA APARICIÓN DE NUESTROS MAQAMS


"Los amados de Allah son el perfume de Allah en este mundo,
pero solo los creyentes sinceros y verdaderos tienen olfato para olerlos.
Huelen su dulce fragancia y la siguen".
Yahia Ibn Muadh al-Razi



Para la mayoría de las personas que desconocen la naturaleza del esoterismo islámico, la narración de cómo aparecieron estos maqams les parecerá inconcebible, aciéntifica, una leyenda, una invención o un simple cuento. Sin embargo quienes conocen las sutilezas del camino Sufi, comprenderán hasta que punto está suficientemente probada y plenamente justificada, pues como nos informa el Libro Luminoso:
"El sabe el secreto y hasta lo que está más escondido" (Sura TaHa, Qu'ran 20;7).

El número mayor de mausoléos nos fue comunicado por medio de una tradición oral varios siglos centenária, y otros lo fueron por mediación de sueños y premoniciones. La posibilidad de que datos concretos y fiables puedan viajar a través del tiempo sin perder un ápice de credibilidad es característica en las sociedades tradicionales, donde la música, la heráldica y la jurisprudencia pasan naturalmente de generación a generación sin necesidad del soporte de la documentación escrita. No son pocos por otra parte los hallazgos arqueológicos que han venido precedidos por un sueño o una leyenda verbal. Sin ir más lejos, se creía a causa de una leyenda que Boabdil en su destierro trasladó los restos de sus antepasados -los reyes nazaritas- a Lecrín. Y justamente allí, en el Cerrillo de Mondújar y ante el asombro de todos, fueron descubiertos recientemente[62].

Los maqams forman parte instrumental de una conocida tradición metafísica, el tasawuf o sufismo. Si reconocemos que la realidad física refleja la realidad metafísica, es ilusorio creer que se las puede separar... Si el sufismo vuelve a a aparecer en un ámbito geografíco del que en realidad nunca partío, precisamente por la pervivencia de sus sus más elevados representantes, existen muchas probabilidades de que esta aparición se refleje en un resurgir de sus centros de poder. Nadie medianamente cualificado puede negarlo.

Una Sufí valenciana como posiblemente fuera la añorada Omalhina, por causa de la Misericordia Divina empezó hace unos años a frecuentar la compañía de dos grandes maestros espirituales, como son Sheikh Mohammad an-Mevlevi y Sheikh Hussein an-Naqshband. Al cabo de un tiempo estos maestros le indicaron la existencia de un santo Sufí cerca de Santo Espiritu, en Gilet. Cuando nos trasladamos hasta allí, en plena naturaleza, un intenso olor a rosas reveló la presencia del Santo. Este fue el primer "maqam" de un Santo Sufí del Sharq al-Andalus que se descubría despues de muchos siglos. Los maestros nos confirmaron la ubicación exacta de la tumba y que se trataba de un martir y de uno de los más antiguos Santos de estas tierras.
Después nos indicaron la presencia de otro Santo en la zona de Cortes de Pallás, e igualmente nos desplazamos hasta allí y localizamos su tumba. Pasó un tiempo en que de vez en cuando visitabamos estas dos tumbas sin solución de continuidad ni pensar en nada más, hasta que un día nos decidimos a preguntar si había algun Santo enterrado en nuestra propia ciudad y cuya visita nos resultara más accesible. Nos indicaron que sí lo había, cerca de la biblioteca municipal de Valencia. Tensando la fibra de la sensibilidad a cada paso, recorrimos toda la zona encontrando tres posibles lugares, dejando en último lugar uno que por lo "evidente" nos parecia una burla: una extraña fuente que si se miraba con la intención de darle un significado podía parecer un sarcofago de piedra con forma humana. Los maestros negaron la existencia del Santo en los tres lugares que les propusimos y como no nos quedaba otra opción, preguntamos por la fuente y para nuestra sorpresa nos indicaron que era precisamente bajo esa fuente que se encontraba Sheikh Mussa.
Al cabo de los días acudimos al lugar provistos de brújula y comprobamos como la fuente de marmol blanco, casi antropomórfica, estaba enquiblada[63] con una precisión casi total, como si el cuerpo, yacente sobre el costado derecho y con la cabeza mirando a Meca, se hubiera materializado en esa fuente siempre cubierta de agua, y por lo tanto preservada de toda impureza, como corresponde a un amigo de Dios.
Después supimos que bajo aquel jardín estuvo localizado uno de los primitivos cementerios islámicos de la ciudad de Valencia. Junto al santo, continúa en pie la más antigua ermita cristiana de la ciudad, la única del siglo XIV, que curiosamente también está orientada a Meca. Más tarde supimos aún que junto a la fuente actual se encontraba una de las puertas de acceso de la muralla islámica de Madina at Turab.
Trás este "hallazgo" no cesamos de preguntar regularmente sobre nuevos emplazamientos, y cual no fue nuestra sorpresa cuando, de las formas más inesperadas, aparecieron ante nosotros un cada vez mayor número de enterramientos de Santos musulmanes, el mayor tesoro que podíamos haber esperado recibir proveniente de nuestros antepasados.

Algunos podrán objetar que nuestro sistema de datación y localización de maqams carece de fundamento científico por proceder de una tradición oral. Que nadie dotado de sentido común transmitiría durante más de 700 años el emplazamiento de unos simples enterramientos. Pero hay tradiciones que recuerdan a sus hombres relevantes de una manera persistente, incluso durante miles de años.

Afortunadamente la humanidad ha podido desarrollarse con sistemas científicos que además del análisis racional consideraban otra serie de realidades que se ubican en el interior del ser humano, como atestiguan la acupuntura, la meditación o la interpretación de los sueños. Toda nuestra cultura "européa" proviene en realidad de aquél famoso "Hombre, ¡Conócete a ti mismo!" de aquella Grecia clásica que con la ayuda de un farol[64], buscaba a un tipo de hombre que ya en aquellos tiempos hacía mucho tiempo había desaparecido... Y la Ciencia -con mayúsculas- en verdad no tiene otro propósito que el de ENCONTRAR A UN HOMBRE. Nuestra Ciencia milenaria ha venido para encontrar a “los hombres” ¡No importa lo vetusto y tembloroso que nos pareca el candíl que utiliza!!!!!

Como sabemos, puesto que hubo un claro propósito de destruir los maqams, todo signo exterior que hiciera referencia al Islam tuvo también que ser borrado, por lo que todo descubrimiento de maqams estaba por definición condenado al fracaso. Esta perspectiva debió haber llenado de satisfacción a algunos oscuros personajes de nuestra historia reciente, y volverá a ser esgrimida por los veladores de la realidad, pero los casos de más dificil solución se resuelven a menudo con la aportación de pruebas inesperadas. Razón de más para una transmisión oral extraordinaria. Ya lo dijo Junaid al Baghdadi: "En donde los eruditos han fallado, los Sufís han alcanzado el objetivo".

Esta es sucintamente la historia de los maqams del Sharq al-Andalus, porque en realidad la historia nos llevaría a muchos kilómetros de distancia. Nosotros mismos estuvimos siempre en duda racional por la posibilidad real de equivocarnos, pero en un momento dado, las maravillosas maneras de llegar hasta ellos, y su misma evidencia, nos proveyeron de una fe que es para nosotros la prueba de su existencia, además del convencimiento de que si siguieramos investigando, tal como está narrado en el libro de Omhalina, el número de maqams seguiría en aumento. Finalmente para decir algo respecto a este famoso libro y a otros de fuentes árabes que nos hubieran facilitado la localización de estos maqams, hemos de consignar que hubiera sido contrario a la tradición Sufí haber hecho uso de los karamat que Allah ha otorgado a sus Santos para mostrarnos una copia del mismo, lo que nos habría privado del esfuerzo y de las delicias que nos supusieron su busqueda. Esta ardua labor nos ha encariñado con nuestros Santos y ha creado entre nosotros unos estrechos lazos de afecto, una treta parecida a la que Allah usa en cada niño que nace con el objeto de crear una relación indisoluble con la madre, obligandola a velarlo y a darle de mamar aún después de haber sufrido los dolores del parto. Es por ello que no nos extrañaría nada que una vez desvelado el secreto, puedan llegar a nosotros las páginas escritas hace ya tantos siglos por quienes conocieron a nuestros santos, y que el viento, la lluvia y el destierro parece que se han llevado.


















HISTORIA DEL CEMENTERIO DE JANNAT AL-BAQI


Cementerio de Jannat al-Mualla en Makkah antes de ser demolidos por el Rey al-Saud.





Antes de que se derrumben mezquitas y minaretes
No habrá muchos derviches alrededor.
Hasta que la Fe se convierta en Herejía y la Herejía en fé,
Nadie se hará musulmán.
Jalaluddin Rumi


Esta relación, si bien alejada del mundo imaginal de los habitantes de los países cristianos, es de vital importancia dentro del universo cultural musulmán, y conocerla va a permitirnos entender las verdaderas circunstancias en que se encuentran los maqams de medio mundo (1500 millones de musulmanes) y en concreto allí donde están enterrados personajes tan importantes y tan Santos dentro de la historia del Islam como el Imam Hasan B. Ali (2º Imam), Imam Ali B. Al-Husayn (4º Imam), Imam Muhammad B. Ali (5º Imam), y el Imam Ja'far B. Muhammad (6º Imam), que la paz sea con ellos.

El octavo día del mes de Shawwal, miércoles, en el año 1345 de la Hégira (21 de abril de 1925), los mausoleos de Jannatul al-Baqi (Madina) fueron demolidos por el Rey Ibn Saud. En el mismo año (1925), demolía también las tumbas de santos personajes en Jannat al-Mualla (Makkah), donde están enterrados la madre, la esposa, el abuelo y otros ascendientes del Santo Profeta (s).

La destrucción de sitios sagrados en Hijaz[65] por los wajhabis saudís continúa incluso hoy. Según algunos eruditos lo que está sucediendo en Hijaz es en definitiva una conspiración tramada contra el Islam[66] por ciertos agentes inconfesables, bajo la apariencia del Tawhid (fidelidad a la unicidad Divina). La idea es desarraigar el legado Islámico, su herencia, y sistemáticamente eliminar todos sus vestigios, para que en los días por venir los musulmanes no tengan afiliación con su historia religiosa.


LOS ORÍGENES DE AL-BAQI

En los primeros años del Islam, el hijo de Mohammad*, Ibrahim, moría siendo un bebé sobre quien el Profeta (s) lloró amargamente, siendo enterrado también ahí. La gente de Madina entonces empezó a usar ese sitio para el entierro de sus propios muertos, porque el Profeta (s) acostumbraba a congratular a quienes eran enterrados en al Baqi diciendo, "La paz esté con vosotros. ¡Oh domicilio del fiel! Buenas nuevas, nosotros pronto nos uniremos a vosotros. O' Allah, perdona a los conciudadanos de al Baqi".
Literalmente "al-Baqi" significa un jardín de árboles. Es también conocido como "Jannat al-Baqi" dada su santidad, porque en él están enterrados muchos de los parientes y compañeros de nuestro Profeta. El primer compañero enterrado en al Baqui fue Uthman b. Madhoon que murió el 3º de Sha'ban en el tercer año de la Hejira. El Profeta* ordeno que se talaran determinados árboles, y en medio, enterró a su querido compañero, situando dos piedras sobre la tumba.

La superficie de entierro de al Baqi fue prolongada gradualmente. Casi siete mil compañeros del Santo Profeta* fueron enterrados ahí, sin mencionar a los de Ahlul Bayt (a). Imam Hasan b. Ali (a), Imam Ali b. al-Husayn (a), Imam Muhammad al-Baqir (a), y Imam Ja'far Sadiq (a), también todos enterrados ahí.

Entre otros parientes del Profeta (s) que estan enterrados en al Baqi están: sus tías Safiya y Aatika, su tía Fatima bint al-Asad y la madre de Imam Ali (a). El tercer califa Uthman era enterrado fuera de al-Baqi, pero con ampliaciones posteriores, su tumba fue incluida en el área. En años posteriores, grandes eruditos Musulmanes como Malik bin Anas y muchos otros, también fueron enterrados ahi. Así, al-Baqi se volvió un lugar bien conocido y lleno de un gran significado histórico para todos los Musulmanes.


AL BAQI VISTO POR LOS HISTORIADORES.

Umar ibn Jubair al Balansí (Sabio Sufí nacido en Valencia y máximo referente universal de la historia del siglo XI) describe al-Baqi tal como lo vió durante su viaje a Madina, diciendo:
"Al-Baqi está situado al este de Madina. Se entra en él a través de la puerta conocida como la puerta de al-Baqi. Como se entra, la tumba primera que se ve a su izquierda es la de Safiya, la tía del Profeta, y un poco mas lejos todavia está la tumba de Malik bin Anas, el Imam de Madina. En su tumba se levanta una cupula pequeña. En frente de él está la tumba de Ibrahim hijo de nuestro Profeta (s) con una cúpula blanca sobre él, y próximo a él a la derecha está la tumba de Abdul Rahman hijo de Umar bin al-Khattab, popularmente conocido como Abu Shahma, cuyo padre le estuvo castigando hasta que la muerte se lo llevó. Encarándola están las tumbas de Aquil bin Abi Talib y Abdullah bin Ja'far al Tayyar. Ahí, encarando esas tumbas hay un pequeño panteón conteniendo las tumbas de las esposas del Profeta, seguido de un panteón de Abbas bin Abdul Muttalib.

La tumba de Hasan bin Ali (a), situada cerca de la puerta a mano derecha, tiene una cúpula elevada sobre ella. Su cabeza yace a los pies de Abbas bin Abdul Muttalib, y ambas tumbas están levantadas sobre el suelo, sus paredes están forradas con azulejos amarillos y adornadas con clavos con cabeza de estrellas bellamente formadas. Asi es como también ha sido adornada la tumba de Ibrahim, hijo del Profeta (s). Tras el relicario de Abbas está la casa atribuida a Fátima, hija de nuestro Profeta (s), conocida como "Bayt al-Ahzaan" (la casa de la pena) porque es la casa que ella solía frecuentar para lamentar la muerte de su padre, el elegido, la paz sea con él. En el confín más lejano de al-Baqi está la tumba del califa Uthman, con una cúpula pequeña sobre él, y ahí, junto a él, está la tumba de Fatima bint Asad, madre de Ali b. Abi Talib (a)"

Un siglo y medio despues, el famoso viajero Ibn Batuta vino a describir al-Baqi de una forma que no difiere en modo alguno con la descripcion dada por Ibn Jubair. El añade: "En al-Baqi están las tumbas de numerosos Muhajirin y Ansar y muchos compañeros del Profeta (s), excepto que los más de sus nombres son desconocidos."
Así, durante siglos, al-Baqi permaneció como un lugar sagrado en el que se llevaron a cabo renovaciones cuando eran necesarias hasta que los wahabis alcanzaron el poder a principios del siglo decimonoveno. Finalmente ellos profanaron las tumbas y demostraron ausencia de respeto a los mártires y los compañeros del Profeta (s) allí enterrados. Los musulmanes que disintieron con ellos fueron tachados de "infieles" y fueron subsiguientemente matados.


LA PRIMERA DESTRUCCIÓN DE AL-BAQUI

Los wajhabis creían que visitar las tumbas y los mausoleos de los Profetas, los Imanes, o los santos era una forma de idolatría y totalmente a-Islamico. Quienes no estaban conformes con su creencia eran matados y sus propiedades confiscadas. Desde su primera invasión de Iraq, y hasta nuestros días, de hecho, los wajhabis, al igual que otros régulos de los Estados de Golfo, han estado realizando fatuas de las que ningún musulmán que disintiera con ellas estaba a salvo. Evidentemente, el resto del Mundo Islámico veía esas tumbas con profunda reverencia. Si no hubiera sido así, los dos califas Abu Bakr y Umar no habrían expresado su deseo de ser enterrados cerca de la tumba del Profeta (s).
Desde 1205 AH al 1217 d.H, los wajhabis hicieron varios intentos para obtener una cabeza de puente en Hijaz, pero fallaron. Finalmente, en 1217 d.H, bajo el liderazgo de Ibn Abd al-Wahhab emergieron victoriosos en Taif donde derramaron la sangre inocente de todos los musulmanes que allí había excepto de un poco más de una veintena. Después destruyeron las casas y convirtieron lo que había sido una ciudad en un páramo yermo. En 1218 d.H, entraban en Makkah y destruían todos los lugares sagrados y las cúpulas, incluyendo la que servía como un toldo sobre el manantial de Zamzam.

En 1221 de la Héjira, los Wajhabis entraban en Madina para profanar al-Baqi al igual que toda mezquita que encontraban. Incluso hicieron un intento de demoler la tumba de Profeta, pero por una razón u otra, la idea fue abandonada. En años subsiguientes, a los musulmanes de Iraq, Siria, y Egipto les era negada la entrada dentro de Makkah para el Hajj (la peregrinación). El rey Al-Saud estableció una pre-condicion que era que quienes desearan realizar la peregrinación tendrían que aceptar el wajhabismo o si no, ser marcados como no musulmanes, volviéndose inelegibles para entrar dentro del Haram.
Al-Baqi fue devastado a ras de suelo, sin dejar señal de mausoleo o tumba ninguno. Pero los Saudís no estaban todavía completamente satisfechos con estar haciendo todo aquello. Su rey ordenaba a tres asistentes negros en el mausoleo del Profeta que le mostraran donde se almacenaba el tesoro de valiosos regalos. Los Wajhabis saquearon el tesoro para su propio uso.

Miles de Musulmanes escaparon de Makkah y Madina en un intento de salvar sus vidas y escapar de la incesante presión y persecución de manos de las hordas Wajhabis. Los musulmanes de todo el mundo denunciaron este salvajismo Saudí y exhortaron al Califato del Imperio de los Otomanos que salvara las reliquias sagradas de la destrucción total. Entonces, como es sabido, Muhammad Ali Basha atacó Hijaz y, con el apoyo de las tribus locales, se manejó para restablecer ley y el orden en Madina y Makkah, desalojando el clan de Al-Saud. El mundo Musulmán entero celebró esta victoria con gran fanfarria y alegría. En Cairo, las celebraciones continuaron durante cinco días. Sin duda, la alegría era debida al hecho de que a los peregrinos se les volvía a permitir ir libremente para el Hajj, y las reliquias sagradas fueron otra vez restablecidas.

En 1818 d.C., el Califa Otomano Abdul Majid y sus sucesores, los Califas Abdul Hamid y Mohammad, llevaron a cabo la reconstrucción de todos los lugares sagrados, restableciendo la herencia Islámica en todos los sitios importantes. En 1848 y 1860 d.C., más amplias restauraciones fueron hechas a cuenta de casi setecientas mil libras, la mayor parte de las cuales procedían de las donaciones recogidas en la tumba del Profeta*.


EL SEGUNDO PILLAJE POR LOS WAJHABIS

El Imperio Otomano había añadido al esplendor de Madina y Makkah estructuras de edificios religiosos de gran belleza y valor arquitectónico. Richard Burton, quien visitó los relicarios santos en 1853 d.C. disfrazado como un musulmán afgano y adoptando el nombre musulmán de Abdullah, habla de una Madina en la que refulgen 55 mezquitas y relicarios santos. Otro aventurero Inglés que visitó Madina en 1877-1878 d.C. la describe como una preciosa ciudad pequeña semejante a Estambul. El escribe sobre sus paredes blancas, sus finos alminares dorados y sus campos verdes.

A principios del siglo XX los wajhabis, financiados y pertrechados militarmente por los servicios secretos de los gobiernos británico y norteamericano, emprendieron una lucha sin cuartel para disgregar Hiyaz del seno del Imperio Otómano. Por una carta dirijida a todo el mundo islámico escrita por el Emir de Mecca en 1916 sabemos que los wajhabis bombardearon la Mezquita al-Haram y el Maqam Ibrahim con los cañones situados en Qalah al-Jiyad. A consecuencia de un obús que estalló a pocos metros de la piedra negra, se prendió Sutrah Al-Sharifah, el manto que cubre la Ka'bah y la gente tuvo que abrir las puertas de la Casa para subir a apagarlo. A causa del fuego artillero, durante días la gente no pudo entrar ni se pudo realizar la oración en la mezquita del Haram.

En 1924 d.C. los wajhabis entran en Hijaz por segunda vez y llevan a cabo otro pillaje y otra masacre despiada. Las gentes eran matadas en las calles. Las casas fueron arrasadas hasta los cimientos. Tampoco las mujeres y los niños fueron respetados. El espía español Alí Bey fue testigo excepcional.

El Sheij de Makkah, Awn bin Hashim, escribe: "Ante mi, un valle parecía haber sido pavimentado con cadáveres, manchando con sangre seca en todas partes alrededor. Apenas había un árbol que no tuviera uno o dos cuerpos de muerto cerca de sus raíces."

En 1925 Medina se rindió al violento ataque wajhabi. Toda la herencia Islámica fue destruida. El único relicario que permaneció intacto fue el del Santo Profeta (s).

Ibn Jabhan dice: "Nosotros sabemos que el mausoleo colocado sobre la tumba del Profeta va contra nuestros principios, y tener su tumba en una mezquita es un abominable pecado."
Las tumbas de Hamza y otros mártires fueron demolidas en Uhud. La mezquita del Profeta fue dinamitada[67]. A causa de las protestas de los Musulmanes, fueron dadas garantías por Ibn Saud de que sería restaurada pero la promesa nunca fue cumplida. Se dio la promesa de que Hijaz tendría un gobierno multinacional Islámico. También fue abandonada.
En el 1925 d.C., Jannat al-Mu'alla, el cementerio sagrado de Makkah era destruido conjuntamente con la casa donde nació el Santo Profeta. Desde entonces, este día es un día de lamento para todo los Musulmanes.
¿No es extraño que los wajhabis encuentren ofensivo para ellos tener que conservar las tumbas, los relicarios y otros lugares de importancia tradicional, mientras los restos de sus reyes Saudís son guardados con el gasto de millones de dólares?


PROTESTAS DE LOS MUSULMANES DE LA INDIA

En 1926, fueron realizadas manifestaciones de protesta por musulmanes escandalizados de todo el mundo. Fueron aprobadas resoluciones y se emitió una declaración perfilando los crímenes perpetrados por los wajhabis entre lo que fueron incluidos los siguientes:

- La destrucción y profanación de los lugares santos, por ejemplo el lugar de nacimiento del Santo Profeta*, las tumbas de Banu Hashim en Makkah y en Jannat al Baqi (Madinah), la negativa de los wajhabis a permitir a los musulmanes recitar Ziyarah o Surah al-Fatiha en esas tumbas.
- La destrucción de los lugares de adoración por ejemplo Masjid Hamza, Masjid Abu Rasheed, en adición a las tumbas de Imanes y Sahabas (Compañeros del Profeta).
- Interferencia en la realización de los rituales del Hajj.
- Forzar a los musulmanes para seguir las innovaciones wajhabis y abandonar sus propios caminos según la orientación de los Imanes que ellos siguen.
- La masacre de sayyids en Taif, Madina, Ahsa, y Qatif.
- La destrucción de las tumbas de los Imanes en al-Baqi que apenó y ofendió profundamente a todos los Shias.


PROTESTAS DESDE OTROS PAISES

Similares protestas fueron suscritas por musulmanes de Irán, Iraq, Egipto, Indonesia, y Turquía. Todos ellos condenaron a los wajhabis sauditas por sus actos de barbarie. Algunos eruditos escribieron tratados y libros para decirle al mundo que lo que estaba sucediendo en Hijaz era en realidad una conspiración provocada por los Judíos contra el Islam, bajo el disfraz de observancia del Tawhid. La idea era desarraigar el legado y la herencia Islámica privándola sistemáticamente de todos sus vestigios para que en los días por venir, los musulmanes no tuvieran señas de afiliación con su historia religiosa.


UNA LISTA PARCIAL DE LAS TUMBAS Y MAUSOLÉOS DEMOLIDOS

El cementerio Al-Mualla, que incluye la tumba de Sayyida Khadija bint Khuwailid (a), esposa del Profeta (s), la tumba de Amina bint Wahab, madre del Profeta (s), la tumba de Abu Talib, padre de Imam Ali (un), y la tumba de Abdul Muttalib, abuelo del Profeta (s).
La tumba de Hawa (Eva) en Jeddah.
La tumba del padre del Profeta* en Medina.
La casa de los lamentos (bayt al-Ahzan) de Sayyida Fatima (a) en Madina.
La mezquita de Salman al-Farsi en Medina.
La mezquita de Raj'at ash-Shams en Medina.
La casa del Profeta* en Medina, donde vivió tras la emigración de Makkah.
La casa del Iman Ja'far al-Sadiq (a) en Medina.
El complejo (mahhalla) de Banu Hashim en Medina.
La casa del Imam Alí (a) donde nacieron el Imam Hassan(a) y el Imam Hussayn(a).
La casa de Hamza y las tumbas de los martires de Uhud(a).
***

El doctor Angawi, que estudió arquitectura en la Universidad de Texas centrándose en la arquitectura de Mecca para su doctorado en la Universidad de Londres, dice que hay una decisión estratégica de destruir monumentos datados en los primeros tiempos del Islam más allá del desviado temor a que puedan convertirse en lugares de adoración idólatra.
La reciente decisión de destruir en Mecca un castillo turco del siglo XVIII -Al Ajyad- ilustra que la destrucción por los Talibanes de dos Budas gigantes de más de 1500 años de antigüedad en Bamiyan hace ya tres años -que provocó la indignación internacional- no fue un fenómeno aislado, sino que está cimentada en la severa versión del Islam dictada en Arabia Saudita.
De hecho hay un fatwa Saudí, o fallo religioso, firmado por las más relevantes autoridades Religiosas del reino en 1994, que autoriza la destrucción de lugares históricos como un medio para desalentar la idolatría.
"No está permitido glorificar edificios y lugares históricos," establece la fatwa. "Tal acción podría llevar al politeísmo porque la gente podría pensar que los lugares tienen valor espiritual. Y el profeta (sws) ha prohibido construir o rezar en las tumbas porque es una forma de politeísmo. Por lo tanto es necesario rechazar estos actos y proteger a otros de ellos. Que Allah nos guíe."
Una copia del Fatwa Nº 16626, que nunca se ha hecho público, fue obtenida por The New York Times. El Doctor Angawi dijo que la fatwa parecía auténtica.









Tumbas del segundo, cuarto, quinto y sexto Imam con la tumba de Abbas b.
Abdul Muttalib (tío del Profeta) en la entrada del Jannat al-Baqi, en Medina.


El Doctor Angawi pregunta:

"¿Se imaginan que los judíos encontraran la casa de Moisés?"

"Estaría en todos los programas de noticias de las televisiones, en cada periódico. En cambio, los lugares del profeta desaparecen. Los jardines en los que paseaba, los manantiales de los que se proveía de agua - desaparecidos."
"Soy leal a mi gobierno," insiste el Dr. Angawi. "Mi batalla es contra los extremistas religiosos".

El Doctor Angawi se lamenta de lo que él llama "nuestros religiosos fanáticos" por la política de demolición. No hay que olvidar que esta cúpula de extremistas, tras su pose de salvaguardias del Islam muestran tenazmente ser los mejores aliados de quienes más lo desean perjudicar, empezando por dar del mismo la peor de las imágenes posibles.
Por su parte, el Islam tradicional ortodoxo, conducido por las ponderadas razones de sus sabios y ulemas, había tolerado y respetado la integridad de las viejas estatuas egipcias, búdicas, mesopotámicas, cristianas o hinduistas de las regiones donde se establecíó, sin causarles daño[68] ninguno ni prestarles -hasta nuestros días- la menor atención....






LOS MONUMENTOS ISLÁMICOS EN LOS BALCANES, DESTROZADOS


Pero hay más que decir respecto a la destrucción de lugares de culto de los musulmanes. De hecho nunca se protestaría lo bastante si en nuestros días tuvieramos en consideración el hadith profético que recuerda que "la tierra entera es una mezquita" y sería aplicable a las empresas y gobiernos que explotan a nuestra madre naturaleza. Andras Riedlmayer conservador de obras maestras bibliográficas de la universidad de Harvard, es coautor de una inspección de los sitios arquitectónicos destrozados por la guerra de Kosovo, y está atrozmente sorprendido por el programa de destrucción ejecutado por los saudís en Bosnia. Riedlmayer dice que los Saudís intentaron echar abajo a golpes tódas la lápidas otomanas del cementerio de la mezquita de Hadum. "Los Saudís estaban interesados en quitarlas porque consideran que las lapidas son idolatría. Son seguidores del wajhabismo, que es una interpretación extremista del Islam que choca con las costumbres tradicionales de la mayor parte del mundo Musulmán."

Los wajhabis son un movimiento puritano fundado en el siglo XVIII por Muhammad Ibn Abd al-Wahhab (1703-1791). El convirtió a su doctrina a la tribu Saudí, que ahora gobierna Saudi Arabia. La Wajhabía es la más grande y más poderosa secta de Arabia Saudi. Riedlmayer dice que los Saudís están obsesionados con eliminar todas las lápidas antiguas, mausoléos, y recordatorios Sufís situados cerca de toda mezquita, porque -- a diferencia de la mayoría de los Musulmanes hoy en el mundo -- los wajhabis creen que estos son "no-Islamicos" e "idolátricos". El nos dijo: "Los wajhabis, con sus riquezas y su fanatismo, son una amenaza para nuestra herencia, en algunos aspectos más peligrosos aún que los Chetniks (paramilitares serbios), puesto que respecto a estos últimos, al menos, nadie alberga las más mínimas ilusiones respecto a sus poco caritativas intenciones."

Riedlmayer hace hincapié en que durante e inmediatamente después de la guerra de Bosnia (1992-95), una agencia Saudí de ayuda humanitaria se hizo cargo de la restauración de la mezquita Gazi Husrev Beg (Begova dzamija) igual que de otras mezquitas históricas en Sarajevo y en muchas otras ciudades y pueblos.
En la mezquita Beg, los Saudís ordenaron que el tejado Otomano y las pinturas decorativas en las paredes fueran borrados y desechos y el edificio entero reformado, como dice Riedlmayer "en destellante blanco de hospital, incluso el alminar fue entablillado en yeso blanco." El dice que en muchísimos pueblos, los Saudís han demolido y reedificado al estilo saudí históricas mezquitas bosnias de estilo Otomano que habían sufrido daños de guerra pero que aún eran restaurables. Todo el colorido interior y la decoración balcánicos fueron eliminados y se añadieron entradas separadas para segregar a las mujeres. La destrucción es un golpe más a la herencia arquitectónica de Kosovo, siguiente a la destrucción entre 1998 y 1999 por las fuerzas Serbias y civiles de alrededor de 200 mezquitas y otras edificiaciones Islamicas - alrededor de un tercio del número total en la provincia. Afortunadamente, tras su breve y destructiva aparición en el escenario de los balcanes, los agentes y la ideología wajhabi son hoy en día rechazados mayoritariamente por la población.

Excepto los Wajhabis, ningún sabio islámico ha dicho que sea politeísmo o kufr[69] visitar las tumbas o construir una cúpula sobre ellas. Excepto a esta gente desviada, nunca se ha visto a ningún musulmán demoliendo los mausoleos de los muertos.




EL HADITH:
“QUIENQUIERA QUE VISITE MI TUMBA,
MI INTERCESIÓN LE ESTÁ GARANTIZADA".




A estas alturas el avezado lector habrá percibido nítidamente la suprema importancia que tiene para resolver toda duda religiosa la exégesis autorizada del Corán y de los dichos del Profeta Mohammad[70]. Sin un conocimiento profundo y desinteresado de los mismos, además de la imprescindible ayuda Divina, es mejor no entrar en argumentaciones y polémicas inútiles, solo propicias para maliciosos e ignorantes.
El Hadith, junto al Corán conforma la primera fuente de autoridad dentro universo musulmán. Los hadiths, que son relaciones testificadas por sus contemporáneos de los dichos y los hechos del Profeta Mohammad*, pueden ser rigurosamente auténticos, verídicos, fuertes, débiles o falsos. Este Hadith y otros similares son bien conocidos por los estudiosos y constituye una prueba irrefutable de la licitud de algo, que durante 1.200 años nunca supuso un problema para la mayoría de los musulmanes: la visita en busca de intercesión a las tumbas de los Santos.

El Hadith que dice “Quienquiera que visite mi tumba, mi intercesión le está garantizada" (Man zâra qabrî wajabat lahu shafâ‘atî) [1] es una narración verídica (hasan) como fue determinado por el Imam Abu al-Hasanat al-Lacknawi [2] y su discípulo ‘Abd al-Fattah Abu Ghudda en las últimas notas al Muwatta’ del Imam Malik conforme a la narración de Muhammad ibn al-Hasan (capítulo 49: Sobre la tumba del Profeta (Allah le bendiga y reconforte) como por el Shaykh Mahmud Mamduh,[3] aunque algunos eruditos tempranos la declararan bien fundada, ortodoxa (sahîh) tales como Ibn al-Sakan en al-Sunan al-Sihah y ‘Abd al-Haqq al-Ishbili en al-Ahkam, seguido de Shaykh al-Islam al-Taqi al-Subki in Shifa’ al-Siqam en vista de la totalidad de las cadenas [4].

Otros eruditos del hadith que lo han considerado auténtico son el discípulo de Ibn Hajar, el maestro al-Sakhawi,[5] el maestro del hadith de Madina al-Samhudi,[6] y Shaykh al-Islam al-Haytami en al-Jawhar al-Munazzam. Al-Ghassani (m. 682) no lo incluye en su compendio de narraciones débiles de al Daraqutni titulado Takhrij al-Ahadith al-Di‘af min Sunan al-Daraqutni.[7] Algunos eruditos tardíos, comenzando con Ibn Taymiyya, permanecieron indecisos sobre si catalogaban este hadith de débil.

Al-Lacknawi dijo de éste hadith:
Hay algunos que lo declaran débil [e.g. al-Bayhaqi, Ibn Khuzayma, and al-Suyuti], y otros que asertan que todos los hadiths sobre la visita al Profeta – Allah le salude y le bendiga – son débiles, tales como Ibn Taymiyya y sus seguidores, pero ambas posiciones son falsas para aquellos a los que se les dio el buen entendimiento, pues la verificación del caso dicta que el hadith es hasan, como ha expuesto Taqi al-Din al-Subki en su libro Shifa’ al-Siqam fi Ziyara Khayr al-Anam.”[8] ·

Entre quienes caen dentro de la categoría de “Ibn Taymiyya y sus seguidores” sobre este tema están:
* Ibn ‘Abd al-Hadi quien escribió al-Sarim al-Munki fi al-Radd ‘ala al-Subki en violenta refutación del libro de al-Subki sobre la visita pero contradice su propia posición en otro libro suyo.[9] Shaykh Mah mud Mamduh refutó su debilitamiento de este hadith con gran detalle[10] y determinó que que al-Sarim al-Munki está en la raíz de todas las subsiguientes generalizaciones que debilitan los hadiths que conciernen la deseabilidad de su visita.[11] El postrer shaykh Wajhabi *‘Abd al-‘Aziz Bin Baz reiteró el imprudente veredicto de Ibn Taymiyya: “Los hadiths que conciernen a la vista de la tumba del Profeta– Allah le salude y le bendiga – son todos débiles, ademas de verdaderamente defectuosos”;[12]
* Nasir al-Albani,[13] que pretendió que la visita al Profeta – Allah le bendiga y salude – figura entre las innovaciones;[14] y
* Nasir al-Jadya‘, quien en 1993 obtuvo su Docotorado en filosofía con Máximos Honores de la Universidad de Muhammad Ibn Sa‘ud tras escribir un libro de 600 páginas titulado al-Tabarruk en el que perpetúa la misma pretensión aberrante.[15]

El enfasis y la recomendación en visitar su noble sepultura se menciona en numerosos hadiths, y debería bastar para demostrarlo si solo estuviera el hadith en el que Profeta verídico y confirmado de Dios promete que su intercesión -entre otras cosas- queda garantizada a quien sea que le visite. Y los Imams estan en completo acuerdo desde el tiempo directamente posterior a su muerte hasta nuestros propios días en que visitarle, está entre los mejores actos de devoción que se pueden realizar ante Allah.[16]

No hay réplicas entre los juristas de las Cuatro Escuelas que pongan a prueba la fotaleza de la narración de Ibn ‘Umar, como indica que antes y después los juristas apoyen la fuerte deseabilidad de visitar al Profeta – Allah le bendiga y le de paz – en Madina. Veanse, por ejemplo, solo entre las fuentes Hanbali :

· al-Mughni de Ibn Qudama (3:297)
· al-Mubdi‘ fi Sharh al-Muqni‘de Ibn Muflih (3:259)
· Kashshaf al-Qanna de Al-Buhuti (2:515; 5:36)
· Manar al-Sabil de Ibn Dawyan (1:256).

Recomendamos que se consulten también los textos ortodoxos adicionales que ilustran la "visita al Profeta" – Allah le bendiga y le de paz –, entre ellos el de el Compañero Bilal ibn Rabah al-Habashi – Allah esté complacido con él– durante todo el camino desde Shâm (Damasco), al igual que la práctica de los Compañeros de buscar al profeta – Allah le bendiga y le de paz – como un medio para conseguir sus necesidades mediante la visita a su tumba, tal como Bilal ibn al-Harith al-Muzani, Abu Ayyub al-Ansari, y ‘A’isha – Allah esté complacido con ellos – todos citados en las secciones sobre Tawassul y Visitación en la "Enciclopedia de Doctrina Islámica" de Shaykh Hisham Kabbani. Y Allah sabe más.









NOTAS


[1] Narrado por Ibn ‘Umar por al-Daraqutni en su Sunan (2:278 #194), Abu Dawud al-Tayalisi en su Musnad (2:12), al-Dulabi en al-Kuna wa al-Asma’ (2:64), al-Khatib en Talkhis al-Mutashabih fi al-Rasm (1:581), Ibn al-Dubaythi en al-Dhayl ‘ala al-Tarikh (2:170), Ibn Abi al-Dunya en Kitab al-Qubur, al-Bayhaqi en Shu‘ab al-Iman (3:490), al-Hakim al-Tirmidhi en Nawadir al-Usul (p. 148), al-Haythami (4:2), al-Subki en Shifa’ al-Siqam (p. 12-14), Abu al-Shaykh, Ibn ‘Adi en al-Kamil (6:235, 6:351), al-‘Uqayli en al-Du‘afa’ (4:170), al-Bazzar en su Musnad con una cadena muy débil que incluye a ‘Abd Allah ibn Ibrahim al-Ghifari [cf. Mukhtasar de Ibn Hajar (1:481 #822)] con los términos “mi intercesión tendrá lugar para él ” (hallat lahu shafâ‘atî), y Ibn Hajar quien indicó su grado de veracidad (hasan) en Talkhis al-Habir (2:266) por estar reforzada por otros hadiths los cuales mencionan tanto él como al-Haythami, tales como:

"Quien me visite sin otro motivo declarado que mi visita, me incumbe ser su intercesor en el Día de la Resurrección." Narrado por al-Tabarani en al-Awsat y al-Kabir con una cadena que contiene a Mas lama ibn Salim y por Ibn al-Sakan en su Sunan al-Sihah como estableció al-Shirbini en Mughni al-Muhtaj (1:512).

"Quienquiera que haga peregrinación y me visite después de mi muerte, es como si me hubiera visitado en vida." Narrado por al- Tabarani en al-Kabir (12:406) y al-Daraqutni (2:278) con una cadena que incluye a Hafs ibn Abi Dawud al-Qari,a quien solo Ahmad declaró passable (sâlih). Mamduh dijo (p. 337-340) que es más da‘îf que otros hadiths débiles de este capitulo.

“Quien visite mi tumba depués de mi muerte es como aquellos que me visitaron en vida.” Narrado por al-Tabarani en al-Kabir (12:406) y al-Awsat (1:94) con una cadena que contiene a ‘A’isha bint Yunus, cuyo status es incierto, y por Hatib by al-Daraqutni (2:278) con otra cadena que al-Dhahabi dijo que era una de las mejores cadenas a este respecto. Mamduh dijop (p. 330-334) que es da‘îf pero no mawdû‘, contrariamente a las pretensiones de Ibn Taymiyya y sus imitadores.

Abu Ghudda cita en una cuarta narración: "Quien haga peregrinación y no me visite, fue duro conmigo" narrado por al-Daraqutni en sus Sunan. Abu Ghudda dijo: “No es defectuoso como dicen Ibn al-Jawzi e Ibn Taymiyya, al contrario, un número de escolasticos consideran verídica a su cadena, y otro número la consideraron débil.” Mamduh (p. 344-346) lo considera errado.

Al-‘Uqayli en al-Du‘afa’ (4:170) declaró las cadenas de la narración de Ibn ‘Umar’s “flojas" (layyina) como hizo al-Dhahabi, añadiendo este último – como hicieron al-Bayhaqi y al-Fattani en Tadhkirat al-Mawdu‘at – que se refuerzan puesto que ninguno contiene niguna falsedad ni defecto, como establecieron al-Suyuti en al-Durar al-Muntathira, al-Munawi en Fayd al-Qadir, y al-‘Ajluni en Kashf al-Khafa (2:328-329).

[2] En Zafar al-Amani (p. 422) y al-Ajwiba al-Fadila (p. 155).

[3] En su Raf‘ al-Minara (p. 280 y p. 318).

[4] Como nos relató Ibn Hajar en Talkhis al-Habir (2:267). Cf. al-Shawkani en Nayl al-Awtar (5:95) y al-Sindi en sus notas sobre Ibn Majah.

[5] En al-Qawl al-Badi‘ (p. 160).

[6] En Sa‘adat al-Darayn (1:77).

[7] Publicado en Ryad: Dar ‘Alam al-Kutub, 1991.

[8] Al-Lacknawi, Zafar al-Amani (p. 422).

[9] Ibn ‘Abd al-Hadi hace mucho incapié sobre la credibilidad de ‘Abd Allah ibn ‘Umar al-‘Umari en al-Sarim al-Munki, pero desconfía de él en otro libro, al-Tanqih (1:122) como fue señalado por Mamduh en Raf‘ al-Minara (p. 12).

[10] En Raf‘ al-Minara (p. 280-318).

[11] En Raf‘ al-Minara (p. 9).

[12] En sus anotaciones a Fath al-Bari (1989 ed. 3:387) de Ibn Hajar, haciendose eco de las exactas palabras usadas por Ibn Taymiyya en su Minhaj al-Sunna al-Nabawiyya (1986 ed. 2:441) y Majmu‘at al-Fatawa (27:119).

[13] En su Irwa’ al-Ghalil (4:337-338) en el que imitó las proclamas de Ibn ‘Abd al-Hadi.

[14] En Talkhis Ahkam al-Jana'iz (p. 110) y muchos otros de sus escritos.

[15] Nasir al-Jadya’, al-Tabarruk (p. 322). Notese que todos estos libros están actualmente accesibles en imprenta, pero no ¡Shifa’ al-Siqam!

[16] Al-Sakhawi, al-Qawl al-Badi‘ (p. 160). Se contradice a si mismo en al-Maqasid al-Hasana (p. 413) donde adopta la opinión de al-Dhahabi’s de que “las cadenas del hadith de la visitación son todas "débiles" (layyina) pero se refuerzan unas a otras porque no continenen ninguna falsedad.”



















TAWÁSSUL


Tawássul consiste en suplicar a Allah, bien sea por medio de una persona, de una buena obra, o de un nombre o un atributo de Allah el Altísimo. Todos los los escolares están de acuerdo en que suplicar a Allah a través de un intermediario es un principio legalmente válido. Respecto a la súplica por mediación de una persona, no hay discusión cuando se trata de una persona viva, siguiendo el ejemplo del hadith del ciego con el Profeta, del cual cerca de quince maestros del hadith ("hufazz", autoridades del hadith con más de 100.000 hadíces memorizados junto a sus cadenas de trasnmisión) han confirmado su veracidad (SAHIH), entre otros Bukhari, Ibn Majah, Ibn Nasa'i, Abu Un'aym, Baihaqi, Mundhiri, Haytami, Tabarani e Ibn Khuzayma.

Respecto a la intermediación por medio de una persona muerta, a la que los wajhabis tildan de idolatría, hemos de referirnos al hadith del hombre necesitado que relató Tabarani, en su "al-Mu'jam al saghir". Tabari relata un hadith de 'Uthman ibn Hunayf (uno de los compañeros del Profeta que recopiló hadices) sobre un hombre que repetidamente visitó al califa Uthman ibn Affan en busca de ayuda, y que no la obtuvo hasta que, según las indicaciones de 'Uthman ibn Hunayf, hizo los dos rakat's de Tawássul. La narración ha sido clasificada de rigurosamente confirmada (SAHIH) por Baihaqi, Mundhiri y Haytami.
Por otro lado, la posición de la escuela jurídica Shafi'i es recomendar tawássul a Allah el Altísimo a través del vivo o del muerto. Al declarar permisible el tawássul no se anima a nadie a la idolatría (shirk) o a que se avenga a nada parecido a ella, por nuestra convicción de que solo Allah el Altísimo tiene influencia sobre cualquier cosa, sea exterior o interior. Una convicción que fluye en nosotros como si fuera nuestra propia sangre. Si tawássul fuera idolatría o hubiera cualquier sospecha de idolatría en ello, el Profeta (s.a.s.) no se lo hubiera enseñado al hombre ciego cuando éste le pidió que suplicara a Allah por él.

Tawássul se desprende de diversos versículos coránicos y hadices. Allah -¡Exhaltado sea!- ha dicho:

"¡Oh los que creéis! Temed a Allah y buscar el medio de llegar a Él" (Corán 5,35).

El Profeta -¡Que Allah le bendiga y le dé paz!- ha dicho:

"Queda con Allah. Si no lo alcanzas, permanece con quienes están junto a Él."

Pero además el Corán afirma la realidad de la intercesión (shafâ'a). Ese término aparece en 13 versículos, siendo la idea que más se repite (por ejemplo en el versículo 20;109) que solo intercederán aquellos que sean autorizados por Dios.

Úmar Ibn Al Jattab, al reconocer a Uwaisu Ibn Amri, dijo:

"Oí decir al Mensajero de Al-lâh, Él le bendiga y le dé paz: ‘Vendrá a vosotros Uwaisu Ibn Amri con refuerzos de la gente del Yemen, de la tribu de Murad y de la familia de Qaran. Tenía una mancha blanca y se le curó, menos una parte del tamaño de un dirham. Tiene una madre a la que trata muy bien. Y si pidiera algo a Al-lâh sería respondido. Y si puedes hacer que pida por ti, hazlo". Lo relató Muslim.

Por cierto que la noción de que el tawássul está permitido solo durante la vida de la persona por la que se hace pero no tras su muerte no está apoyada por ningún fundamento válido de la Ley Sagrada.

Para nada creémos que la amistad con Allah establecida sobre la profecía [nubuwwa] y la wilaya termine con la muerte. Denodadamente rechazamos la herejía que proclama que el profeta está muerto y que se fue una vez proclamado su mensaje. Aunque sin duda murió, el Mensajero de Allah está vivo en una forma que no alcanzamos a descifrar, nuestras bendiciones le alcanzan, nuestras acciones le son mostradas, él intercede por nosotros, y el polvo de su tumba es el pedazo más bendito de la tierra para el que ninguna muestra de amor y honor es demasiado grande.
Es la responsabilidad de cada musulmán dilucidar lo que es corecto de lo que es incorrecto, y tawasul es correcto, recomendado, y uno de los mejores medios de alcanzar la proximidad de Allah, primero y principalmente a traves del Profeta. Esta es la posición de la abrumadora mayoría de los escolares hasta nuestros días, enfrentada solo por un puñado de disidentes.

Y respecto al tawasul con los santos, nadie puede pretender que conoce a Allah mejor que el Profeta, del mismo modo que nadie puede pretender que conoce al Profeta mejor que los Amigos de Allah. ¿Cuál es pues el status de uno que dejase de buscar su compañía y de pedir por su guía y ayuda?

La intercesión en modo alguno disminuye el hecho de que todo está bajo la soberanía de Allah. En cualquier caso, Allah creó causas secundarias y medios, y ha dicho: "Busca los medios de acercarte a Alllah" (5;35). La intercesión es pués uno de esos medios y no el menor. Es por esto que el amor sincero por el Profeta y los piadosos es de un tremendo beneficio.

La solicitud de intercesión al intercesor, como la petición de du`a de un musulmán piadoso, en modo alguno implica que la persona que la pide crea que algún bien pueda venir aparte de Allah. En efecto, el está pidiéndole a Allah, pero está usando lo medios que Allah puso a su disposición, incluyendo la intercesión de aquellos que pueden estar más cerca que él de Allah. Renunciar a creer que otro pueda estar más cerca de Allah que nosotros es el pecado de Iblis.

La prueba de la intercesión está en el Corán. De una minuciosa lectura se establece que:

a) Es negada en relación a los incrédulos.
b) Establecida categoricamente como perteneciente a Allah.
c) Posteriormente definida como permitida a otros distintos de Allah por su permiso.
d) Posteriormente definida como permitida a los ángeles en beneficio de quien Allah quiere.
e) Expecíficamente atribuida a los Profetas en vida.
f) Aludida en referencia al Profeta* en el más allá, y
g) Aludida en referencia a la generalidad de los Profetas y los creyentes en el más allá.


Hujjat al-Islam Imam Ghazali dijo en la sección de doctrina de su Ihya':

"Es obligatorio creer en la intercesión primero de los profetas, después de los escolares religiosos, luego de los martires y después de otros creyentes, correspondiendose la intercesión de cada cual con su rango y su posición ante Allah el más Elevado."

Tirmidhi, Ibn Majah,y al-Hakim verifican el siguiente hadith sahih:

Abu Abi al-Jad`a relató que el Santo Profeta dijo:

"Más hombres entrarán en el paraíso a través de la intercesión de un solo hombre que gentes hay hay en la tribu de los Banu Tamim." Le preguntaron: "¿Será ese hombre alguien distinto a ti? Replicando: "Otro que no soy yo" y se dijo que se trataba de Uways al-Qarani.

Finalmente se reconoce la intercesión de los creyentes comunes entre la comunidad del Profeta. Nos referimos a la súplica (du`a) que se recita en la oración funeraria de un menor:

"Oh Allah, haz de él nuestro valedor, y hazlo para nosotros una recompensa y un tesoro, haz de él uno que intercederá y cuya intercesión será aceptada.






UN REGALO PARA LA TUMBA,
DEL SHEIJ MUZAFER OZAR JERRAHI

"Mi misericordia abarca todas las cosas"
Corán 7;155


¡Oh viajero del Camino de la Verdad! Ninguna creatura puede escapar al gusto amargo de la muerte. No tenemos más remedio que reconciliarnos con el decreto divino.
Allah, el más Glorioso no ha creado a la más noble de sus creaturas, el hombre, para vivir siempre en este mundo. Todo el que viene aquí necesariamente ha de partir. Todos aquellos que poseen un alma deben, tarde o temprano, probar el sabor de la muerte.
Para los extraviados y los incrédulos, la agonía de la muerte es como si fueran golpeados trescientas veces con una espada. Para los creyentes justos, amantes y siervos adoradores de Dios, en el momento de la muerte se abre ante ellos un mundo tal que la perspectiva de entrar en él los hace insensibles a las penas de la partida. Para los amantes, que han alcanzado en la vida la estación de la perfección, a las puertas de la muerte está la unión con la belleza divina. Por lo tanto, la muerte es para ellos tan facil y suave como sacar un cabello de la mantequilla.








¿QUÉ HAY EN UN MORABITO?


"Los creyentes no mueren. Simplemente cambian de morada".
Jalalud.din Rumi


Hay una pregunta que todo el que no conoce los secretos del Islam predicado originalmente por el profeta Muhammad* podría formularse:

.- ¿Qué hay de especial en un maqam? Y también:
.- ¿Puedo yo mismo percibir su presencia?

El Santo Profeta acostumbraba a visitar las tumbas de los compañeros muertos en la batalla de Uhud, la de su madre y otras. Allí acostumbraba a pasar la noche y hablaba con los muertos. El visitar las tumbas de los grandes santos puede ser una fuente útil de bendición espiritual dependiendo del grado de comprensión del visitante y de la calidad de su meditación. El morabito es un lugar especial, no por la existencia previa de energías telúricas o de fuerzas benéficas naturales, sino porque la función del hombre o la mujer allí enterrados fue en última instancia la de ubicarse en ese exacto lugar con el propósito de ser un puente, un punto de contacto permanente entre el mundo real, inferior o material y el superior o espiritual[71]. Los Santos irradian bendiciones sobre el área geográfica que les circunda y además son lugares seguros contra toda clase de calamidades. Si los maqams no existieran, muchos infortunios de los que sin duda nos hacemos merecedores, no nos serían evitados.
Sin embargo lo no iniciados quizás no logren pasar más allá de una cierta admiración por la antigüedad o la sencillez con que fueron construidos estos edificios. Y si la tumba del santo o de la santa no dispone de lápida o mausoléo, posiblemente no sean capaces de captar nada más que una cierta perplejidad. Perplejidad perfectamente asumible a la luz de las palabras de Ibn al- Arabi en su Fûtuhât III:

Nada existe sino Allâh. Nada hay fuera de él.
Nada existe sino su esencia y voluntad.
Pues cuanto hay en existencia es Allâh
y cuanto en apariencia, criatura.

Efectivamente, el poder de evocación de los maqams se sustenta en el reconocimiento de que Allah es Insondable (al-Qud). El wali evoca esa proximidad a la totalidad, a diferencia del "santo" cristiano que evoca tan solo un atributo moral. Desconcertante, el Imam Gazzali enseña que Allah no es perfecto como tampoco es imperfecto. Lejos de las categorías, se encuentra más allá del entendimiento humano. El mismo profeta Mohammad* dijo:
"No teorices sobre la esencia."
En cierta ocasión Yunaid dijo, "Afírmate en la ignorancia cuando sepas". Le pidieron que se explicara y Yunaid añadió: "Sólo Allah es el que conoce y el conocido”. Cuanto más se avanza por los grados de la proximidad y los perfiles de la Grandeza de Allah se hacen más nítidos, entonces el walî adquiere la ciencia de la ignorancia, crece en el conocimiento de su nada, se desvanece, y se desvanece en su desvanecimiento, y un grito surge desde lo más hondo de él: “Yâ Rabb, aumenta siempre mi perplejidad en Tí”.

Justo cuando quiebras tus esperanzas de atrapar lo sagrado es el momento en que eres acogido en el círculo del wali. Así lo explicaba el Gran Abdulkader[72] al Jilani, en una de sus exhortaciones públicas:

Cuando mueras a la creación, cuando te extingas buscando a Allah, se te dirá:
"Allah se apiade de ti, y te mate también a tu pasión".

Y cuando mueras a tu pasión, se te dirá:
"Allah se apiade de ti, y te mate también a tu voluntad y a tu deseo".

Y cuando mueras a tu voluntad, se te dirá:"Allah se apiade de ti, y te haga vivir una vida tras la que no haya muerte, y te enriquezca con una prosperidad tras la que no haya pobreza, y te obsequie constantemente con dones tras los que no haya privación, y te haga descansar en un alivio tras el que no haya sufrimiento, y te haga disfrutar de un placer tras el que no haya miseria, y te conceda un saber tras el que no haya ignorancia, y te bendiga con una paz tras la que no haya miedo, y te haga feliz y no conozcas la desgracia, y te ensalce y no te humille, y te acerque a Sí y no te aleje, y te eleve y no te rebaje, y te ensalce y no te desprecie, y te purifique y no te contamine.

Parafraseando al gran poeta Sufí Jalaludin Rumi, es locura pretender que un niño llegue a comprender los placeres del matrimonio, o explicar con palabras el sabor de la miel a quien nunca la ha probado. Por lo tanto es difícil saber si ustedes sintonizarán con los mismos estados de los Awliyah. Estamos convencidos que su baraka ha de llegarles conforme un hadiz que dice, “quien actúa de acuerdo con su conocimiento, Allah le concede conocimiento que todavía no posee” y de un ayat del Corán Generoso que dice "Aquellos que se esfuerzan por Nosotros, a esos les guiamos a Nuestro Camino". (C. 29:69)

Algunos peregrinos pueden llegar a recibir desde la primera visita ciertas informaciones, puesto que los corazones están ocultos al ojo humano y la persona más insospechada puede albergar una conexión interior con un Sheikh, preexistente desde el tiempo anterior a su nacimiento y actualizae blante la más mínima aproximación.
Nos resulta imposible transmitir las emanaciones que desprende un wali. Su baraka irradia constantemente y regenera todo a su alrededor. La huella que deja en nuestras almas permanece por mucho tiempo impresa en nuestro corazón. Si hay lugares "sagrados" en nuestras tierras, son sin duda las estaciones espirituales de nuestros amigos y protectores. Su poder no procede de elucubraciones científicas ni del universo pagano que invoca a las fuerzas invisibles en los lugares tradicionales: cuevas, picos y bosques, no. Acostumbran a encontrarse en lugares intermedios, en las vaguadas o en las faldas de las montañas y raras veces en picos elevados o acantilados, alejándose de los extremos como corresponde a los caminos equilibrados del Islam. Su karamat viene como consecuencia de las promesas hechas por Dios a sus mensajeros y a sus servidores abnegados y amantes, aquellos que fueron bendecidos no solo con Su amor, sino con Su amistad.

Buscando el beneficio de energías telúricas y la inspiración de los elementales de la naturaleza, quienes durante ciertos siglos fueron tachados de brujos o hechiceros se adentraban en los yermos, indiferentes a los peligros de la "naturaleza hostil" pues esta era la visión que de ella tenían los hombres del medievo[73]. Durante y después de la conquista cruzada, los iniciados del Temple de las tierras de España, buscaron vencer simbólicamente al mal en las lóbregas cuevas, los inhóspitos riscos, los solitarios desiertos y los mares poblados de criaturas monstruosas. Levantaban allí castillos y abadías, pues los consideraban lugares maléficos, tierras salvajes e incultas que habían de ser santificadas, neutralizando y transformando su influencia. Ellos lo hacían con el conocimiento adquirido en la edificación del Templo de Jerusalén y con ello querían precipitar del lado de su balanza el doble aspecto de lo santo y de lo maléfico. Todo ello estaría muy bien si no hubieran existido nuestros santones, pues todo aquello queda muy atrás de la realidad de los maqams. En ellos el visitante accederá consciente o inconscientemente –Al.lah lo quiera- al olvidado lugar donde se encuentra su alma original, la tierra virgen de Hurqalya. El maqam es también el lugar de Al-A'raf, la tierra de los Vigilantes, donde están "los hombres de lo invisible". Es la misma "Tierra del Silencio" donde las almas alegres y devotas del pueblo egipcio anhelaban regresar. El lugar visitado por Moisés* en el Monte Sinaí después de que Al-lah sepultara a Faraón bajo las aguas del Mar Rojo. Un lugar que señala un punto más allá de la realidad material, el mundo del espiritu.

Sin desdeñar la grandeza de todas las vías y de todas las tradiciones anteriores y sus medios de aproximación al centro del núcleo del Señor del Poder, los maqams se encuentran activados y su irradiación es de un orden infinitamente superior, como corresponde a la última y más completa de las revelaciones[74]... Cualquiera que conozca minimamente la doctrina metafísica hindú sobre los cíclos, comprenderá perfectamente como cada revelación queda desactivada, absorvida y perfeccionada por la siguiente. Todas las revelaciones tienen su tiempo, y aun cuando puedan perfectamente permanecer y coexistir unas con otras, su vigencia esotérica desaparece en gran medida con la llegada de cada nueva revelación. El problema que se repite constantemente en todo camino tradicional o inicático no sufí consiste en la no renovación de la enseñanaza, por la ausencia de la conexión "viva" con la revelación vigente. A veces sucede incluso dentro de algunas ramas del sufismo. Cuando la experiencia religiosa no es sino una rutinaria repetición de fórmulas sin capacidad de renovación y actualización permanente, la fuerza original del camino interior se reduce a un estimable pero infructuoso celo en el seguimiento de un camino exterior que nunca podrá satisfacer a un verdadero buscador. Con esto no queremos decir que la nuestra sea la última palabra sobre el asunto, pues sin duda, Allah es el Único que Realmente Sabe.

Hemos iniciado este libro aportando algunas claves Sufís para guiarles en el camino de la visita a los santones del Sharq al-Andalus. No pretendemos que su visita sea algo premeditadamente dirigido y menos por nosotros, que nada somos y nada sabemos. Es el mismo wali el que está haciendo que vayan hacia él. Por eso solo hemos intentado darles algunas pautas para que guiados por su propia sinceridad, ustedes encuentren su camino y su propia manera de sentir la envolvente influencia de los patriarcas espirituales de nuestra tierra.
En realidad quien busca con auténtica sinceridad está bien guiado y llegará al conocimiento, pues éste reside en nuestras realidades interiores, ya que todo él consiste en una vuelta a los orígenes. Regresar, sí, porque venimos de Al-làh y regresaremos a Al-lah, solo que unos siguen el camino que muestran los Profetas y sus herederos, el que nos lleva cuanto antes a nuestro destino, mientras otros juegan alegre y despreocupadamente junto al abismo.

Ojalá seamos pronto conducidos de vuelta a casa, de vuelta a Al-làh. Los maqams, con su apariencia grave de cementerios, son alegres posadas en el camino de la felicidad. Tumbas, sí, porque el camino de la esencia no es rectilíneo sino circular. Su final es su comienzo.







































LA VISITA DE UN MAQAM



"Entra al Jardín de los Amigos con respeto
pues sus habitantes son confidentes del Rey"
Hafiz



Busquen la compañía de hombres de conocimiento. Escuchen sus palabras de sabiduría, pues los corazones que son inflexibles se vuelven vivos, encendidos con la luz de la sabiduría, así como la tierra que está dormida se vuelve verde con la lluvia de primavera. Visitar a un amigo es para quienes conocen el significado de la amistad un motivo de alegría inenarrable, especialmente cuando estamos solos. Las demostraciones de afecto hacia quienes amaron a Allah y a su Mensajero (Salla'llahu'alaihi wa sallam) son en si mismas actos de piedad, porque los que no pueden apreciar a quienes Allah amó, no pueden amar a Allah correctamente. Estas demostraciones de afecto hacia quienes personificaron el amor de Allah, les llevarán a adquirir el amor de Dios en la forma adecuada.

El Imam al Haddad, nacido en Tarim en el año 1634 d.C. y reconocido en vida como el maestro espiritual de la Guía, que Allah esté complacido con él, dijo:
"Has de saber que el visitar las tumbas es algo recomendado. El mensajero de Allâh (Que Allah le bendiga y le dé paz) lo autorizó después de haberlo prohibido y en ello hay beneficios y ventajas para el visitante vivo y para el difunto visitado". Cita después numerosos hadices que avalan sus palabras.

En efecto, el Profeta prohibió visitar las tumbas al prinicipio del Islam porque ninguno de los politeístas lo merecía, según cree el gran Seihj Ahmad al-'Alawî. Cuando las tumbas estuvieron llenas de musulmanes y de martires del Islam, fue autorizado buscar la bendición ligada a estas tumbas y permanecer junto a ellas, de manera que iluminasen a los creyentes y a título de recuerdo -y Dios es más sabio.

Sayyid Sheikh Hasan al-Sahadili, el fundador de la Orden Shadhili, dijo:
“Cuando un creyente visita la tumba de un Santo, el Señor informa a ese Santo de la visita y el acepta los saludos de paz enviados por el visitante. Si el visitante realiza el Dhikr, la remembranza de Allah, el Santo lo acompaña en su recuerdo”.
El también nos dice que uno debe estar atento y calmo cuando visita la tumba de un Santo, esperanzado en que Allah el Todo Glorioso le conceda el pedido hecho a El a través del Santo.

El signo del amor de Dios es el amor de su Recuerdo, y éste se manifiesta por el amor a las gentes del Recuerdo. Un hadiz qudsí dice que: “Cuando mi siervo se convierte en Mi amado, sus palabras y atributos son el reflejo de Mis Palabras y Atributos. Cualquier cosa que pida, se lo concedo. Si pide refugio en Mí, le protejo”.
Todas estas bendiciones las encontramos en los awliyâ. Quien solicita su ayuda la obtiene aunque grandes distancias lo separen de ellos. Después de su deceso, su influencia aumenta.
Los musulmanes visitan las tumbas de los Awliyâ porque a éstos les ha sido prometido el auxilio y la Rahma de Allah. Si un musulmán visita la tumba de un walí y dice el siguiente du’â: “¡Oh íntimo de Allah! Tú eres el amado de Allah. Por favor pide a Allah por mí”, ¿cómo puede ser que haya quien considere esto como shirk[75], si el mismo Señor de los Universos ha prometido a los awliyâ estas mercedes?
Así, cuando alguien considera que la visita a la tumba de un walí no le reportará ningún bien, no es que haya insultado a dicho walí, sino más bien que ha dudado de la promesa de auxilio que Allahu Ta’ala ha hecho a sus siervos queridos.

Alauddin al-Attar, un Gran Sheij de la tariqa Naqshbandi fue una estrella entre los santos perfectos. Él dijo sobre visitar tumbas:
"El beneficio de visitar las tumbas de tus sheijs depende del conocimiento que tengas de ellos".

Estar cerca de las tumbas de los devotos tiene una buena influencia, pero es mejor dirigirte a sus almas. Esto lleva en si una más elevada influencia espiritual. El Profeta dijo, "Envía oraciones para mi dondequiera que estes." Esto significa que puedes alcanzarlo dondequiera que te encuentres. Esto se aplica también a sus santos porque ellos toman su poder de él*. La forma apropiada de visitar las tumbas es dirigirse a si mismo a Dios, y hacer de estas almas un medio hacia Dios mostrándose a si mismo humilde ante Su creación. Tú muestras tu humildad exteriormente a ellos e interiormente a Dios. Inclinarse ante seres humanos no esta permitido al menos que los veas como una manifestación de Dios. Entonces esa demostración de humildad no se dirige a ellos sino que se dirige a Aquel que aparece en todos ellos, y Ese es Dios.

Uno debe encaminarse hacia los maqams con el firme propósito de entrar en el círculo sagrado de los amigos de Dios, formulando la intención de que la visita es por el placer de Allah.Conviene purificarse previamente con un baño o una ducha, proveerse de un bastón y una cantimplora, y vestir ropas holgadas, valorándose el uso del color blanco o el verde, el turbante, o en su defecto una boina. Estos formalismos, bien que pueden ser meritorios para nuestro propósito, no son obligatorios.
Una vez llegados hasta la tumba del wali', existe un ceremonial para saludarle. Todo él consiste en recitación del Corán y alabanzas a Allah y a su Mensajero, lo que evidencia una vez más que el honrarlos y quererlos no significa que los adoremos a parte de Allah. En la tariqa naqshbandy se enseña el siguiente ceremonial:

Recitación del Dikhr[76] diario hasta "Allah hu, Allah hu, Allah hu, Haqq" (3 veces) y a continuación se saluda al wali también tres veces, de la manera en que lo hace la gente del paraíso:
"¡As salamu aleikum, ya wali Allah!" (¡La paz sea contigo, oh tú, amigo de Allah!).
Si conocemos su nombre, puede decirse al final del último saludo, por ejemplo:
"... ¡As salamu aleikum, Sheikh Abdul Rahman!"

A continuación se puede cantar una kasida de alabanzas al Profeta u otro canto devocional. Se puede leer la sura XXXVI o Ya-sin. Se puede pedir al wali que haga una súplica (dua') por nosotros ante Allah Todopoderoso y a continuación rezar la fatiha o el padre nuestro si no sabemos árabe, o cualquier otro rezo realizado con el corazón.
El resto del tiempo que pasemos en la compañía del wali, queda a nuestra más absoluta creatividad. Es el momento del dialogo interior, la introspección y la meditación. En algunos lugares del mediterráneo oriental se queman inciensos o se perfuma la estancia. En otros hay una pequeña hucha donde se ofrecen limosnas. También resulta meritorio adecentar el lugar si lo encontráramos sucio o halláramos en él alguna falta. El wali, naturalmente, agradece todos estos detalles.

Al terminar nuestra visita se puede uno despedir del santo diciendo en voz alta el saludo antes señalado: "As salamu aleikum ya wali Alllah."
Los walis siempre contestan. Ya sea en ese mismo instante, ya sea esa noche o incluso varios días después, el wali se pondrá igualmente en contacto con nosotros. Su intercesión, si se les visita con devoción y con fé, es beneficiosa en los asuntos de este mundo, pero mucho más efectiva en el momento de nuestra muerte, en el que nos prestan su ayuda ante las dificultades del paso a nuestro nuevo estado.
El muerto conoce a su visitante y se muestra feliz y complacido con su visita. Son incontables quienes han experimentado su beneplácito. Tal como cabía esperar, después de la Peregrinación todo lo malo se convierte en bueno, pues dice el Libro Luminoso:
"Aquel que se arrepienta y crea y realice rectas acciones, para él Allah cambiará sus acciones incorrectas por buenas" (Sura Furqan,70).





























SOBRE LOS SANTOS Y LA SANTIDAD


A quien desée cultivar el más allá,
le daremos un aumento en su cosecha
y quien desée el cultivo de este mundo se lo damos
y no tiene porción en el más allá.
Qu'ran 17; 19-20





Existen dos palabras árabes para referirse a un tipo de hombre excepcional por su cercanía con Allah: salêh y walî. Walî proviene del verbo árabe "ser contiguo a algo", y saleh de "ser útil, provechoso". Un walî es un "contiguo" a Allah, alguien en quien se confunden el siervo y el Señor, alguien que no sabe dónde acaba él y dónde empieza su Señor. Un sâleh es alguien que es útil a la sociedad. Se es walî respecto de Allah; se es sâleh respecto de los hombres. Todo walî es sâleh y viceversa, porque la intimidad con Allah se manifiesta en forma de positividad social y fecundidad en la esfera de lo humano. Este tipo de hombre, no tiene que pretender arrogantemente la perfección sino más bien la autenticidad respecto a su propia naturaleza, de lo cual se derivará su felicidad y el ordenamiento sagrado de su entorno.

Dice el Santo Corán:
"He aquí como hemos elevedo a los unos por encima de los otros mediante los bienes de este mundo. Pero la vida futura tiene grados más elevados y superioridades mayores aún". (C: 17; 22)

El sufismo como culminación y sello de todo esoterismo anterior debe su vigencia y su supervivencia tradicional a la existencia de maestros cualificados, rectamente guiados y de vida ejemplar. Solamente gracias a ellos el conocimiento -que tiene precisamente que estar vivo- puede actualizarse, atravesando en cada momento las circunstancias cambiantes de lugar (mentales) y tiempo (espirituales). Es por ello que la enseñanza se adapta, haciéndose asequible. Es por ello por lo que todo el conocimiento hermético de las grandes pirámides de Egipto, de conocerse, no podría beneficiarnos en absoluto al haber desaparecido la conexión tradicional con los grandes sacerdotes egipcios.
Se dice en una tadición profética: "Los hombres sabios entre mi gente son como los profetas de Bani Israil". Sabedores de la conveniencia de contar con la palabra de uno de estos sabios, transcribimos a continuación algunas charlas recientes de uno de los maestros que más fama ha alcanzado entre los européos de nuestro tiempo, el Sheikh Mohammad Nazim al-Haqqani al Qubrusi an Naqshbandi, y uno de los pocos de quienes se registran sus alocuciones diarias.

LA FAMILIARIDAD ENRIQUECE EL CONOCIMIENTO

A los Profetas y a sus Herederos les ha sido dado el don de dirigirse al corazón de las gentes directamente, para que así todos aquellos cuyos corazones no son de piedra, todas aquellas gentes cuyos corazones están abiertos, todos aquellos cuyos corazones no están cerrados, puedan ser afectados por sus mensajes.
Mayormente son las gentes más humildes las que responden a los mensajes de los Profetas, ellos están cercanos por naturaleza, fácilmente son capaces de distinguir algo vivo de algo artificial, y en general, son las mujeres las que están más abiertas a los mensajes de los Profetas, puesto que el corazón de las mujeres se abre más fácilmente que el corazón de los hombres. El corazón está a menudo firmemente cerrado.
Es imposible para una persona con el corazón abierto rechazar el mensaje de un Profeta o de uno de sus Herederos. Pero para la gente que está hinchada de orgullo por su conocimiento y que se acerca a las gentes de Allah con el propósito de hacerles aceptar sus ideas, más bien que aceptar las Enseñanzas Divinas, tales personas están dispuestas a cerrar sus corazones delante de cualquier opción o camino espiritual (tariqat).


EL MUNDO FÍSICO SE SUSTENTA GRACIAS AL PODER ESPIRITUAL

Shaitan está apremiando a la gente a que no crean en la espiritualidad, diciendo: "No, no hay nada más allá del mundo material." Amputándolo. Ese es el control satánico que hay hoy en los países occidentales a través e la ciencia y la tecnología, mientras no hacen nada en lo que se refiere a la personalidad del hombre. Si no aceptan apoyo espiritual, finalizarán, se desvanecerán y serán destruidos... Todos los Profetas y los Santos están vivos incluso a través de sus tumbas; pueden ver, oler, saborear, tocar y moverse. Esto viene de la espiritualidad, porque se han apoyado en los poderes espirituales. Los poderes espirituales nunca dejan que nuestro ser material se desvanezca y se acabe.
Por lo tanto, en el Día de la resurrección, esas personas, los Santos y los Profetas, llegarán con el mismo cuerpo que tuvieron durante esta vida. Otras gentes van a ser polvo, y Allah los creará de nuevo del polvo, de manera que vuelvan con un cuerpo nuevo, solo los Profetas y los Santos vendrán con el cuerpo que se les concedió durante esta vida.


LOS SANTOS SON LAS VIGAS MAESTRAS

¡Intenten seguir a los Awliya! Pues es una treta satánica comunmente extendida ente los creyentes negar a los santos. Cuando niegas los Awliyas, significa que niegas Anbiya, porque todos los Profetas fueron Santos, y entonces se les concedió la profecía, por lo que la profecía se mantiene y se basa en la santidad. Es la base de la profecía. Por lo tanto cada profeta debe antes ser Santo, entonces se le concede la profecía. Nadie puede ser un Profeta sin ser antes un Santo. Hoy en día ya no hay profecía, pero la santidad continúa, tiene que haber santos. La santidad es lo más importante, es como el mastil de una tienda, si no existe mastil, la tienda se cae. Satán sabe esto y él combate a los musulmanes a través de los Wahabis y los modernistas para que no crean en los Awliyas, y destruyan sus Maqamats. Eso no es respetarlos. Los Awliyas son respetados en la Divina Presencia, ¿como venís y destruís sus tumbas? Durante 15 siglos sus Makams han sido protegidos ¿y ahora venís a destruirlos? Están haciendo que caiga el respeto a los Awliyas, y entonces la gente ya no los sigue. Y si nadie sigue a los Awliyas, el Islam (que ya existía en el tiempo de Adam) no puede mantenerse en pie. Por lo tanto el Islam ahora está abajo...
Pero no, el Islam está arriba, son los musulmanes los que están abajo, acomodados bajo el control dajjalico de Gog y Magog y por eso no tienen poder. Allah está situándolos como gente que no merece respeto, desagradable, rechazada....
Quiera Allah perdonarme y bendeciros y daros buen entendimiento, primero a mi y después a vosotros. Quiera Él que el honor de sus Awliyas sea visto en el Este y en el Oeste, para que se les conceda su honor a través de poderes milagrosos.


LOS AWLIYA-ULLAH NECESITAN A SUS SEGUIDORES

Porque si no fuera por sus seguidores, no se les daría conocimiento.
¿Porqué habría de otrogárseles conocimiento si no hubiera gente para recibirlo? Primero tengo que dirigirme a mi mismo y seguir mis enseñanzas. No es porque yo soy diferente y hablo. Hablo por lo que Allah dió al Profeta* y éste* me está dando para satisfacer las necesidades de los que me escuchan. Si no hubiera gente escuchando, ¿para qué necesitaría recibir el conocimiento? Allah desea que el conocimiento les alcance y me convierto en un instrumento. Y esto es aplicable a cualquier persona. No tienes que pensar de ti mismo que eres un profesor o un doctor en filosofía o un médico o un jurista o un ingeniero o un carpintero o un electricista o un técnico de ordenadores o cualquier cosa. Tú no eres nada, una completa nada. Si Allah no quisiera que lo tuvieras (el conocimiento), El te lo quitaría, finalizado. Cero, cierra el grifo. Se acabó.


BUSQUEN LAS BUENAS COMPAÑIAS

Quiera Allah hacernos estar con Sus buenos siervos en el Dunya y en el Akhirat. Es una bendición tener vecinos buenos. En Dunya los vecinos pueden cambiar - bien tu te marchas o puede que ellos se muden. Pero en el cementerio tú no cambias. En los viejos tiempos las personas eran escrupulosas sobre sus vecinos en el Akhirat. Por ejemplo ellos eligieron la vecindad de Abu Ayyub Al-Ansari, un gran Sahaba del Santo Profeta (s) [en Estanbul], porque en su tumba siempre está lloviendo la misericordia. Y en el Día del Juicio ellos serán reunidos bajo su bandera. Con su amor al Profeta (s) ellos piden por perdón, shafa`at, para sus vecinos, y eso no es difícil para ellos. Y hay tantos Sahaba en Estanbul... Es también una bendición vivir cerca de una mezquita, porque sobre ellas llueve misericordia en todo tiempo, y tú recibes una porción de esa misericordia. Hay una oración para pedir por ésta: Subhana Rabi- al-`Aliyul-`Ala-l Wahhab... Allahumma-ahshurna fi zumrat is-saliheen. Pero los Hoccas e imanes de hoy no saben ya que ni para que rezar.

Pongo por ejemplo a la gente en Palestina, cómo olvidó a los santos y por tanto ellos mismos han sido olvidados. Ninguna persona mundana puede salvarlos. Si llamaran a los santos en busca de ayuda y recitaran los versos de la sura Yasin y pusieran su confianza en ellos, serían salvados: 'Bismillahi Rahmani Rahim..wa ja'alna min bayni aydihim saddan wa min khalfihim saddan fa akhshaynahum wa hum la yubsirun.' Pide: 'Ya Sahibu Nauba of the Mesjid al Aqsa". Pero ellos ya no creen en los santos y ni tan siquiera en el Profeta, quien dijo: "Mis ojos están dormidos (el cuerpo tiene sus derechos) pero no mi corazón."

Vergüenza sobre los Musulmanes que léen el Corán sin comprenderlo... No tienen poder contra el Kufr, pero tampoco reconocen a los espiritualmente poderosos, los Santos. No les aceptan y lo llaman Shirk (idolatría), cuando llamamos a los Santos en pos de ayuda...


MARTES DE RAMADAN del 2001

Solo una poca gente está en paz, ellos son como niños, nunca preocupados o pensando sobre el mañana, sino que desde la mañana hasta la tarde ellos están 'jugando. Y si ustedes no se vuelven como niños otra vez, ustedes no encontrarán paz. Pero todos están preocupados por algo, y Shaitan los mantiene a todos ocupados.
Y quienes servían a sus egos, estuvieron en contra de los Profetas, porque no querían alejarse del servicio de sus egos. Por lo tanto, los Wahabis están contra los Santos, que llegaron hasta Allah.
Destruyen sus tumbas y quieren que la gente se olvide de ellas. Y tantos musulmanes insensatos les están siguiendo... Vosotros teneis que encontrar a alguien que haya llegado hasta Allah - de otro modo, ¿cómo esperáis llegar a Él? Pero ellos son los socios de Shaitan, que quieren que sus amigos sean respetados, no los Santos. Y Allah nos informa en el Santo Quran respecto a los Santos, diciendo que ellos son esos que no tienen preocupaciones ni temores (alaa awliya-ullahi `la khaufun alayhim wa la hum yahzanun - "ciertamente los amigos de Allah estarán al abrigo de todo temor y no serán entristecidos" [10:62]). Para ellos, El da bienaventuranzas en este mundo y en el otro.
¿Para que envió Allah este Ayat?

Voy a poner un ejemplo. Si Bin Laden fuese un Santo, sería capaz de derrotar a los Americanos sin necesidad de armamento. Un Mutassarrif Sahib acabaría con ellos con sus Jinns... Hay tanta gente muriendo de esto y de lo otro. ¿Dónde está vuestro poder para impedirlo? ¿Estáis pidiendo ayuda por mediación de los Santos? Las oraciones de un Santo son aceptadas por Allah. En la tierra de los Wajhabi, solo se fijan en el dinero y los negocios, no preguntan por los Santos. ¿Si no existieran los Santos, habría enviado Allah esa Ayat? Pero ellos rebaten todo lo que hay en el Santo Corán y así todo está perdido para ellos, terminado. Ahora llaman a otros para ayudar a Bin Laden. Sin la ayuda de los Santos todo está en estado de confusión, están perdidos. Los Sahabas fueron como estrellas, lo dijo el Profeta. Después de ellos - ¿quién hay para mostrar el camino?
Los hay que muestran el buen camino, pero la gente no pregunta por ellos. Y por eso los que andan desencaminados, desaparecerán con su ilusión, de todos los países...


LO QUE HAY QUE HACER PARA CONSEGUIR AYUDA

Le pedimos a la gente santa, a los autorizados, que ayuden a la gente. Cuando ocurre algún accidente, particularmente en el mar, el capitán envía un SOS en todas las direcciones. Hay centrales que reciben esas señales y esos centros han sido autorizados y habilitados para llegar hasta la gente que pide ayuda. Esto es para la gente normal; pero los gobiernos también establecen esos centros conforme a su autoridad, para llegar a las personas que necesitan socorro. Cuando la gentes se hallan en dificultades y se ven en necesidad de ayuda, finalmente deben pedir ayuda del Cielo. La gente normal no puede alcanzar el Cielo, tienen la posiblidad de llegar pero su llamado es muy débil. Pero si llaman a alguno de los autorizados, Awliyàs o en general a cualquier Santo, su llamada en pos de ayuda será entonces escuchada. Algunos de los santos han sido distinguidos especialmente o elegidos para ese propósito. Cada Wali, cada Santo tiene ese poder, pero algunos de ellos están especialmente autorizados. Este es un punto muy importante y que tiene que saberse, porque la gente puede entrar en situaciones dificiles cualquier día y a cualquier hora, y así intentar salvarse de esa dificultad o de ese castigo que inesperadamente cayó sobre ellos. Si el corazón del santo ya está en la Divina Presencia, puede pedir: "¡Oh nuestro Señor, ayudanos!" Esto es verdad para los Auliyas más grandes, pero incluso ellos no piden directamente -le piden a RasulAllah s.a.w.s-. Hay un protocolo, un protocolo celestial. Si en un lugar lées "Real" y entras, has llegado donde el Rey o el Sultán. Nosotros también decimos '¡Ya Rabbi!'. Allah Todopoderoso quiere que sus sirvientes muestren buenos modales hacia Él.


17 DE MARZO de 2003

Los amigos de Allah se ocupan no de uno solo, sino de miles de mundos. Y Allah no los sobrecarga por cuidar de ellos. A los Wilayet Sahibleri -los amigos de Allah- se les ha concedido un secreto divino. La gente de hoy en día no conoce su valor. Especialmente el mundo islámico es un enemigo de los santos, y por lo tanto del Profeta de Allah, y es por eso que ahora reciben lo que se merecen. Es por ello que cabe esperar una gran limpieza, una purificación para toda la umma así como para toda la humanidad. Estos son los tiempos en que conviene pedir intercesión por los amados de Dios. No caigamos en el olvido.











































¿PORQUÉ SEGUIMOS A LOS SANTOS?


"Allah guía a quien quiere a su Luz"

Santo Corán; Nur, 35


En todo momento la humanidad ha contado con hombres y mujeres destacados por su "bondad". Todos lo pueblos tuvieron enviados, representantes Divinos que les instruyeron en los modos de alcanzar la perfección de la condición humana, como individuos y como colectividad, tal como está perfectamente confirmado en el Libro Sagrado. Los momentos estelares de un pueblo son aquellos en que éste más se aproxima al Conocimiento Supremo, el arte de la concordia y la conducta más perfectas. En la península Ibérica ese momento tuvo lugar en medio de la eclosión de la fragante rosa del Islam y se llamó al-Andalus, en su tiempo por increible que hoy nos parezca, la más respetada y admirada nación del mundo, cuya leyenda fragante, aunque inútil, sigue aún viva.

Aquél renacimiento repentino de las ciencias religiosas trajo consigo el florecimiento de la ciencias naturales, la poesía, la alquimia, la medicina y la farmacopea, la agricultura y hasta de la ganadería. Este desarrollo cultural no conllevó un ataque a la naturaleza, ni la degradación de la libertad de creer, pensar y expresarse de los individuos.
Todo esto ocurrió, nosotros somos conscientes de ello, por el poder inagotable del Corán. El estudio minucioso y profundo de sus ayats desvelaba más allá de las ciencias clásicas, los subsiguientes avances científicos que traducidos a las lenguas occidentales fueron la base con la que pudo surgir un renacimiento occidental, de cuya incorrecta[77] interpretación surgiría el mundo moderno tal y como lo conocemos ahora.
A diferencia de nuestra época, la familiaridad con el Libro Luminoso hizo de los hombres del pueblo sabios, hombres instruidos de conducta irreprochable, de amplia apertura y entendimiento espiritual. También enérgicos, audaces y trabajadores, pues como dice el antiguo adagio sufí: "Viven en el mundo pero sin ser del mundo."

Dice una tradición profética: "Mis compañeros son como las estrellas en el cielo; quienquiera que los siga encuentra la salvación". No obstante, en el mundo los que hay que buscan la compañía de los santos y quienes prefieren la de los extraviados. Al Bujari y Muslim recopilan de Abu Musa Al Asharí que dijo el Profeta, Al-lâh le bendiga y le dé paz:

“El ejemplo de la buena o mala compañía es el del vendedor de almizcle o el del que sopla el aire con el fuelle de la fragua del herrero.
El portador de almizcle te lo da a probar, bien se lo compras o bien te llega un buen olor de él.
En cambio, el que sopla con el fuelle te quema la ropa o te impregna de mal olor.”

Quienes avivan el fuego de la codicia y las vanidades de este mundo son servidores ignorantes de quien no tiene poder para salvar ni salvarse, mientras que el wali es el que auxilia, el defensor victorioso, el próximo, el tutor, el maestro, el patrón. Consejero, compañero, partidario. Directamente, Allah nos pide que busquemos la compañía de los piadosos, porque eso es seguridad para nosotros. Allah ha dicho:

"Oh los que creéis, temed a Allah y buscar los medios de Su Proximidad." (Cor. 5,35)
"Oh los que creéis, temed a Allah y estad con los Sinceros." (Cor, 9, 119)
Por otra parte, el Profeta -que la oración y el saludo de Allah sean sobre él- ha dicho:
"El hombre está junto a quien ama." Y también:
"Queda con Allah." "Si no lo alcanzas, queda con quienes están con Él".

Ibn Masud (que Al-lâh esté complacido con él) dijo:

“Vino un hombre al Mensajero de Al-lâh, Él le bendiga y le dé paz y le dijo: ‘¡Oh Mensajero de Al-lâh! ¿Qué dices de un hombre que amó a una gente virtuosa y, sin embargo, no estuvo a su nivel?’
Y dijo el Mensajero de Al-lâh, Él le bendiga y le dé paz: ‘El hombre estará con quienes amó’.”

Este hadiz es importante para que nadie arroje demasiado pronto la toalla. Somos perfectamente conscientse de la imposibilidad de estar a su nivel como somos capaces de elevarnos por encima de los ángeles, aunque más frecuentemente nos situamos por debajo del nivel de las bestias.

Dicen los dotados de conocimiento: “!Si no sois sus iguales, asemejaros!
¡Asemejarse a los nobles, he ahí la felicidad!”

Durante siglos las gentes aceptaban y reconocían esta sabiduría y muchas más que no cabía citar en este libro. Por eso, existió un tiempo en que la humanidad anhelaba sobre cualquier otra cosa, conocer al Qutb o polo espiritual de su época. Ibn Châbis declara: "Los hombres abandonaban sus patrias, abandonaban a su padre, a su madre y a su tribu, para buscar a uno que conociera el perfume del otro mundo; y en el camino destrozaban las botas de hierro que habían construido para esta búsqueda." Conforme al hadith, las gentes de la Tradición no cesarán de respetar a los ancianos, de buscar la bendición ligada a sus tumbas y su mediación, hasta que no haya nadie sobre la tierra para decir: "Allah, Allah".

La revelación del glorioso Corán nos hace saber que la humanidad proviene de Al-láh, Glorificado y Exaltado sea, y a Él retornará:
Pertenecemos a Al-láh. y a Él retornaremos. (C. 2:156)
Al-láh creó a la humanidad por amor. Por esta razón desea que la humanidad a su vez ame Su esencia:
Di: Si tú amas a Al-láh, sígueme; Al-láh te amará. (C. 3:31)
Según declara este glorioso verso, Su amor puede ser atraído únicamente siguiendo el camino de Su Bienamado. Para seguir al Bienamado hay que estar dotado de los atributos del Bienamado; él puede hacernos sensibles a su fragancia y a su afecto; él es consciente de su estado y sigue el camino.
Los mensajeros son, como vemos, el lazo conector entre Al-láh, Exaltado sea, y el ser humano, Su siervo. Pero los profetas, como todo, son perecederos, también gustan el sabor de la muerte. Entonces, ¿quién enseñará a los hombres el camino de la Verdad?
Este deber corresponde a los guías espirituales que son los herederos de los profetas, dotados de sus atributos, y seres humanos perfectos (Insan Kamil). La prueba de esto es la noble tradición: "Seguid mi camino ejemplar, y la conducta ejemplar de mis representantes legítimos." En el Día de la Resurrección, cada comunidad será convocada detrás del líder al cual siguió. Es por lo tanto es conveniente para nosotros, el elegir nuestro líder de entre los amigos de Allah.

Los representantes del noble Mensajero son de dos clases. Primero, aquellos líderes y gobernantes del mundo que son al mismo tiempo Sultanes del Corazón, como el noble Abu Bakr, Omar, Osmán, Alí y Omar ibn Abd al-Aziz, que Al-láh se complazca en todos ellos. En segundo lugar, los guías espirituales que no son líderes ni gobernantes en el mundo, pero sí los herederos del noble Mensajero en estado y palabra, y que dirigen a los seres humanos hacia la Verdad Divina. Puesto que este es el tiempo profetizado como de los tiranos, también el número de los ‘ulemas’ y de los awliya’ ha decrecido considerablemente, hasta el punto que han dejado de aparecer en las últimas décadas. A falta de guías espirituales confiables, se hace necesario acudir a las tumbas de los awliya’ para obtener la bendición y el consejo. Como dice el hadith anterior narrado por Hazrat Ibn Masud (Radi Allahu Anhu) en Bukhari: "El hombre estará con los que ama".

El Imam Muslim en su Sahih y otros ulemas en sus libros narran que el Santo Profeta sallallahu alaihi wasallam, dijo: "Cuando Allah Todopoderoso ama a una persona llama entonces a Jibril y le dice: 'Oh Jibiril amo a este siervo mío así que siervo mío, amalo tu también'. De aquí Jibril también le ama. Luego, Jibril anuncia en los cielos que Allah Todopoderoso ama a este siervo "así que siervos, amenlo también", y entonces todos los habitantes del cielo lo aman. Entonces, es amado por todos los habitantes de la tierra":

Hay los que niegan cualquier lazo conector entre Al-láh y sus siervos, ya sea por ignorancia o por perfidia. Hay otros, por ejemplo los wajhabis, que dicen: "Hay en efecto un lazo de conexión entre el siervo y Al-láh, pero desde la partida del Profeta al Más Allá, el lazo ya no está con nosotros."
Nosotros respondemos: aceptan que entre Al-láh, exaltado sea, y Su siervo existe el principio de la negatividad que opera en el mundo con el permiso divino que se empeñará en desencaminar a la humanidad hasta la Resurrección; ¿entonces cómo pueden negar la existencia de sabios y santos que por el contrario se esfuerzan en conducir a la humanidad por el camino recto? Y sin embargo, el séptimo ayat del Sura al-Anbiya (XXI) dice, "Pregunta a los hombres de dhikr lo que no sepas"[78].

Estos seres están dotados con los atributos del noble Mensajero, hacen a la gente común y corriente capaz de experimentar la dicha de Muhámmad; indican el camino del Islam; distinguen entre el bien y el mal, la oscuridad y la luz; inculcan el conocimiento y el entendimiento de las leyes divinas; exhortan a la gente a la rectitud, la bondad, la belleza y la creencia correcta. Ellos practican e inspiran a otros a practicar la enseñanza del Libro de Al-làh, Exaltado sea, y la conducta ejemplar del Mensajero Elegido.
¿Tiene algún sentido aceptar el principio de la negatividad que opera en el mundo con el permiso divino, y en cambio no aceptar al Amigo Íntimo de Al-láh? Leemos en el Corán la espléndida prueba:
"Y busca los medios de acercarte a Él". (C. 5:35)

A cada uno de ellos -Santos, herederos del Sello de los Profetas y los Grandes santos- se le han concedido océanos de conocimiento. Leemos en el Corán (18,64-65): "Encontraron un servidor de nuestros servidores a quien habíamos concedido la misericordia que procede de Nos y a quien habíamos enseñado la ciencia que reside en Nos". Todos los amigos de Allah, y particularmente los Grandes Santos, los Grandes maestros, los que se encuentran en la primera línea cerca del sello de los Profetas, sayyidina Muhammad*, toman directamente de éste último y se les ha concedido más que a otros. Sus almas beben de esos océanos y se están volviendo también, océanos. El alma de cada uno de ellos es como un océano, y solo el profeta Mohammad* sabe lo que hay en ese océano... Sigan a los awliyas, traten de estar con ellos, incluso de sus nombres o de sus discursos. Cuando pronuncien sus nombres, les vendrá una apertura. El Profeta decía que cuando mencionamos a los buenos - Santos, Grandes Santos, Profetas, Grandes Profetas y el Sello de la Profecía, 'tanzil-ur-Rahma' - nos alcanza una gran misericordia de los océanos de la Misericordia. Por lo tanto, 'manakib-ul-aulia', el Santo Corán menciona sin cesar los nombres de los profetas porque cada vez que mencionamos sus nombres nos llega una gran misericordia de los océnos de misericordia. Por eso es que se repite tantas veces en el Corán lo que le ocurrió a los hijos de Israel, lo que le sucedió a sayidina Adam, lo que le aconteció a sayidina Nuh, lo que le pasó a sayidina Abraham y a los otros profetas. Es para que obtengamos de ellos honor y "nur"[79], de sus luces celestiales. Y es una preparación para nuestra vida eterna, porque la eternidad puede traernos tanto como nos ha sido prometido, sin limites. Los que trabajan por la vida eterna y cuyo objetivo es la eternidad, tienen que pedir por más y más -sin límite. Allah abre nuestros corazones a Sus awliyas. Solicitamos que cuando hablemos de ellos, nos proporcionen conforme a nuestras necesidades. Eso es llamado "rabita", conexión de corazón a corazón. Cuando hagais "rabita", las luces celestiales concedidas a ese Wali, Gran Wali, Nabi o Gran Nabi, o al sello de Anbiya, correrán por vuestro corazón, y van a iluminaros.
No hay lugar en el Islam para el concepto que tienen otras religiones de un intermediario entre Al-láh y Su servidor. Por ello en el sufismo no aceptamos que un intermediario pueda vender la admisión al Paraíso, o expulsar a otro de la fe, condenar a alguien al Infierno o perdonar los errores de otro. Los títulos oficiales, que nadie se ofenda, están reñidos con la expontaneidad y la sinceridad, irrenunciables en la búsqueda primigenia. El camino de Dios es tal que quien penetra en él, se pierde a si mismo. Por eso solo puede alcanzar al Todopoderoso alguien que está más allá del mundo y que no se considera a si mismo como un Arif (Persona Espirituál).

El único tipo de mediación que aceptamos es la que llevan a cabo quienes pueden explicar y practicar su propio entendimiento del sagrado Corán, mostrarnos el camino de Al-láh, y enseñarnos el significado del amor, la devoción, el afecto, la paciencia, y el gusto por la experiencia religiosa. Tales personas son representantes del noble Mensajero.
Nos corresponde seguirlos y amarlos.











LOS NÚMEROS Y LOS PODERES DE LOS SANTOS


Los amantes tienen ojos en su corazón,
Pueden ver mientras los demás están ciegos.
Tienen alas que no son de carne y sangre.
¡Vuelan hacia los ángeles para hallar a su Señor!

Abdul Qadir al Jilani


El gran número de santones que encontramos en el oriente de al-Andalus después de una tan breve busqueda nos hizo meditar en esta fecundidad de la wilaya en el mundo musulmán, sin comparación con ninguna de las tradiciones anteriores. La luz del entendimiento se nos reveló sin embargo más tarde, cuando caímos en la cuenta de que la gran cantidad de seres humanos conectados a Allah en este último ciclo profético, ya estaba profetizada en la Sura de Imram (3;110) que dice:

"Sois ciertamente la mejor comunidad que haya sido jamás suscitada para [el bien de] la humanidad: ordenáis la conducta recta, prohibís la conducta inmoral y creéis en Dios". [80]

Hemos de creer, si proseguimos con la lectura del Libro Luminoso, que los seguidores de las anteriores revelaciones hubieran desarrollado más la santidad si hubieran podido alcanzar el mismo grado de fe que alcanzó la comunidad de los creyentes.

A modo de referencia, cabe recordar que en una ciudad como Fez, que es de origen andalusí, hay más de 1000 santos enterrados. Nuestras ciudades, salvando las distancias temporales, no distaban mucho en lo espiritual, de las condiciones que se dieron en la santa ciudad del Rif.

También resulta sobrecogedora la precisión del esoterismo islámico sobre el número de santones vivos. Tal como nos informa el Mísitco 'Azizoddin Nasafi, los amigos de Dios son trescientos cincuenta y seis, y éste es un número constante. Cuando uno de ellos abandona este mundo, viene otro a sustituirlo. Todos están en la Corte Divina, dedicados a Su servicio. Su tranquilidad se basa en la rememoración de Dios; su saber en la contemplación de Dios; su deleite en la Cara de Dios. Todos se escalonan según una jerarquía en seis grupos, cada uno de los cuales consta, respectivamente, de trescientos Nuqaba[81], cuarenta Nuyaba[82], siete Abdal[83], cinco, tres y un amigo. Este único es el Polo[84]; el mundo se centra en su bendito ser. Cuando el Polo deje este mundo y no venga otro a sustiruirlo, el mundo se vendrá abajo.
Cuando el Polo abandona este mundo, uno del grupo de los tres ocupa su lugar, mientras que uno del grupo de los cinco toma el que queda libre en el grupo de los tres y así hasta el grupo de trescientos. Entonces un hombre de todos los de la tierra se eleva al nivel de los trescientos, de forma que el número tresciento cincuenta y seis se mantenga intacto.
Al final de los tiempos, ya ningun hombre será elevado al rango de los trescientos. Después tocará el turno al grupo de los cuarenta, después al de siete, al de cinco y al de tres. Entonces el Polo se quedará solo. Después desaparecerá y el mundo se derrumbará.

Estas precisiones provienen de un erudito que ha cotejado diferentes hadices y los ha estudiado con discernimiento. El Imám Abu Nuaim in Hilya y el Imám Ibn Asakir narran que relató Abdullah ibn Masud (radi Allah anhu) que el Santo Profeta (sallallahu alaihi wasallam) dijo:

"No hay duda que existen 300 awliya Allah entre las criaturas, cuyos corazones son como el corazón de Adam alaihis salam y los corazones de 40 son como el corazón de Moisés alaihis salam y los corazones de siete con como el corazón de Ibrahim (alaihis salam) y los corazones de cinco son como el corazón de Jibril alaihis salam y los corazones de tres son como el corazón de Mikail alaihis salam y el corazón de uno es como el corazón de Israfil alaihis salam. Cuando éste (aquel cuyo corazón es como el corazón de Israfil) muere, uno entre los tres es nombrado su sustituto y cuando uno muere entre estos tres uno de los cinco es hecho su sustituto y cuando uno muere de estos cinco, uno de los siete es hecho su sustituto, y cuando muere uno de los siete uno de entre los cuarenta es hecho su sustituto y cuando uno muere entre los cuarenta uno de los trescientos es nombrado sustituto y cuando uno de los trescientos muere, uno del resto de las creaturas es nombrado sustituto. Estos son los 356 awliya por los que la vida, la muerte, la lluvia y el crecimiento de los vegetales tienen lugar".

Lo que se considera como un milagro en un santo, es que algunas veces el santo puede oir algo que otros no oyen, o ver algo que otros no ven. Y no mientras duermen, sino en un estado de visión en la vigilia. Pueden conocer algo a través de la revelación o de la inspiración, que otros no pueden. Los Santos están vivos, sus cuerpos no se consumen, reciben de Dios el sustento y se regozijan de la gracia que Allah les ha otorgado, pues viven en completa felicidad. Para ellos no existe el tiempo ni el espacio, y solo a ellos, por el amor que Allah profesa al Profeta Mohammad les pueden ser revelados los secretos, tal como declara el Santo Corán:
"Él es el conocedor de lo Ghaib[85], y Él no le revela a nadie Su Ghaib, excepto a un mensajero (de entre los hombres) a quien Él ha escogido (72,26-27).

El Qadi Yusuf al-Nabahani, interpretando este ayat dijo: "Antes de todo, debes saber que el conocimiento de lo invisible es el privilegio de Allah El Elevado, y que su aparición en la lengua del Mensajero de Allah* y de otros viene de Allah* bien por revelación o a través de la inspiración".
El Profeta* dijo en el hadith: "¡Lo juró por Allah! ¡Ciertamente no se nada excepto lo que me muestra mi Señor!

La familiaridad del Profeta* con el conocimiento del no visto fue famosa y universalmente reconocida tanto entre los creyentes como entre los incrédulos y son numerosos los hadices que la confirman. Todo lo que nos viene a través del Profeta consistente en noticias del no visto no es sino la revelación Divina hacia él como una prueba de la realidad y de la efectividad actual de su profecía. En otras palabras, como largamente ha expuesto el Sheij Ahmad Rida Khan, el conocimiento del no visto del Profeta (`ilm al-ghayb) es todavía actuante, aunque parcial (juz'i), no-exhaustivo (ghayrihati), otorgado (`ata'i) y no independiente (ghayr istiqlali).

El Mensajero de Allah (sall-Allahu 'alaihi wa sallam) dijo: "Hay muchos que son considerados bajos y sin cualidades pero que son los los amados esclavos de Allah Todopoderoso. Cuando quieren que algo sea, ciertamente Allah ta'ala lo crea"[86]. Los herederos del Profeta* poseen por la gracia de Allah, el poder de la intercesión y de la guía, pues "tienen la generosidad, la energía espiritual y el poder y son escuchados en sus súplicas". Todo lo que piden a Dios, el Altísimo, se lo concede. Y pueden traspasar los umbrales de los mundos con total naturalidad.
En relación a nuestro "mundo", tras su muerte pueden moverse, oler, reconocer a quienes les visitan, hablarles. La tierra, el agua, el aire y el fuego, la llanura y la montaña no son obstáculos para su mirada. El reverendo Nablusi nos dice: “Los Santos no pierden sus milagrosos poderes cuando pasan al Reino de la Belleza”.

Se menciona en un libro llamado Mirsad: "Todos los hombres a través de los cuales aparecen milagros están velados y despreocupados de sus estados". Los poderes milagrosos se manifiestan en la mayoría de los casos en aquél que los aborrece y no los desea. La mayoría de los milagros que realizan los maestros ocurren sin ellos pretenderlos, y cuando en vida algunos se manifiestan en ellos, aconsejan al que los contempla que no los relate mientras permanezca en este mundo. También es posible que hagan ver algo de ello cuando su beneficio supere al de su ocultamiento. Tras su muerte, sus poderes espirituales, que en vida estuvieron ocultos, se hacen patentes. Pero no debe entenderse tras lo expuesto, que la posibilidad de que un wali manifieste "poderes milagrosos" en vida o tras su muerte guarde relación con su jerarquía espiritual, pues a menudo aquellos que asumen una función espiritual más elevada se hallan libres de toda manifestación milagrosa, y esta es al menos la opinión de los grandes maestros dentro de la muy honorable tariqa naqshbandy.
No son estos karamats los prodigios verdaderamente relevantes, sino que la preeminencia estriba en determinados asuntos de la vida post-mortem que por lo general permanecen ocultos al ojo humano. De hecho, entre los favores que dispensan los santos destaca la posibilidad de asistencia que Allah les ha concedido en el difícil trance de la muerte y de las duras preguntas a que se ve inmediatamente sometido el difunto. Preguntas trascendentales que conviene responder con precisión en un momento en que se experimenta un tremendo impacto frontal con la realidad -haqq- al desprendernos de las sugestiones que nos hipnotizaron durante el período de nuestra existencia corporal. Es el momento clave de nuestra vida, y el momento que los Awliyah Allah han elegido para interceder en nuestro favor. Este es, con el permiso de Allah, el milagro más grande que los Awliyah reservan para quienes buscan su compañía y protección.

Dice un Hadith-Qudsi :
"Quienquiera que muestre enemistad a un wali Mío, entonces por cierto que le he advertido de una guerra por Mi parte en contra de él..."

Ibn Tamiya, un erudito del conocimiento exterior explica esta famosa tradición de Bujari de la siguiente manera: "Significa que Dios está diciendo, 'Me vengaré de aquel que vaya en contra de Mis santos como un león furioso'." Esto es importante.

Los awliyâ salihin gozan de la predilección de Allah. Gozan de preeminencia sobre todos los asuntos mundanos, y su rango, se eleva por encima del resto de la creación. No tiene sentido temer por su estado, que es el de la Divina Presencia. En concreto, si alguien quisiera dañar a un wali, Allah le ha concedido el poder de introducirse bajo la tierra todo lo que fuera necesario para impedir que su cuerpo pueda ser profanado. Hace unos pocos años en Tierra Santa, en la ciudad de Belén, se pudo comprobar como gruas y palas excavadoras quedaban sucesivamente averiadas al tratar de horadar un maqam para levantar en su lugar un edificio comercial. Finalmente los constructores desisitieron de realizar el trabajo. En este suceso se puso de manifiesto la voluntad de Allah de que el wali continuara siendo visitado en su tumba. El proyecto, fue finalmente desestimado.

Dice el sheij Muzaffer Ozal al-Yerraji:
"Es del conocimiento general que los lugares en donde se recuerda a los grandes profetas y santos, por la gracia de Al-láh gozarán de la presencia espiritual y la influencia benéfica de ese profeta o santo en particular, y serán inmunes a toda clase de desgracia". En efecto, la mediación y la bendición anexa a las tumbas no solo concierne a los santos, sino también al conjunto de las gentes que Dios ha gratificado: los Profetas, los Verídicos, los mártires y los Justos.

Allí donde se concentran numerosos awliya Allah, como en Murcia, Xátiva, Valencia o Benaguasil, opera entre ellos una jerarquía espiritual. Esta consiste en que uno de ellos ejerce la función de protector o guardián de la población o del lugar, según lo que Allah le ha ordenado. Allah es en definitiva quien resuelve cualquier asunto, pero es Su voluntad que Sus designios se ejecuten mediante determinadas causas, y por ese motivo somete los destinos de un pueblo a la jerarquía de uno de sus elegidos. Así conoce a Sus siervos por el aprecio que sienten por Sus amados, y entonces los ensalza o humilla. En consecuencia, los asuntos que allí se planteen han de se resolverse más favorablemente si se cuenta con la ayuda del wali principal o Qadi al-Awliya. Conviene y es parte de la cortesía espirituál (adab) saludar al Protector de la villa en su tumba si se desea contar con ayuda procedente de Allah ta'ala.

En el libro Maqamat-i-Sadiyya se afirma que las benditas almas de los santos de Al-láh, se hallan cerca de quienes los mencionan. Acuden en ayuda de aquellos que los recuerdan con amor, acuden listos para proveer su influencia benéfica y su asistencia, por el permiso de Al-láh. Al recordar los benditos nombres de los santos de Al-láh, esperamos conectarnos con ellos y recibir su influencia espiritual ya que ellos pertenecen a la séptima estación del yo. El Sheij Sa'doddin declara que antes de Mohammad* no había amigos de Dios en las religiones anteriores. A los que estaban cerca de Dios se los llamaba profetas. Cuando vino Mohammad* dijo: "Después de mi, los que me sigan y lleguen a estar cerca de Dios serán llamados "Amigos". Serán ellos los que en los sucesivo inviten a los hombres a mi religión." Para hacernos una idea del grado espiritual que poseen los Awliyah Allah, recordemos lo que El Santo Profeta dijo: "Los sabios de mi comunidad son como los profetas del pueblo de Israel". A ellos quizás aludió el Profeta (s.a.s.) cuando dijo: “Siempre habrá sobre la tierra cuarenta hombres semejantes a Abraham, el Amigo de Allah. Por ellos recibiréis la lluvia, y por ellos seréis alimentados. Cada vez que uno de ellos muera, Allah lo reemplazará por otro”. Y, así, resulta que cada profeta está espiritualmente asociado a una categoría de personas de la comunidad de Muhammad (s.a.s.); esos grupos que existen en toda época son los verdaderos interlocutores de ese apostrofe de Allah. Son, en efecto, los más calificados para cumplir esa misión de ordenar el bien y prohibir el mal.

En su comentario de las Cuarenta Tradiciones, Ibn Kamal dice: "Cuando estés confundido, busca ayuda de la gente de las tumbas". La noble tradición prueba que es permisible y legítimo buscar ayuda y la asistencia de las almas de los santos y creyentes justos. En su comentario sobre al-Hisn al Hasin, Alí al-Qari dice:
"Se puede buscar la cercanía de Al-làh a través de la mediación de los gloriosos profetas y los nobles mensajeros, los veraces, los santos, los eruditos, los justos y los mártires, que Al-làh se complazca en todos ellos."

Queda firmemente establecido en las nobles tradiciones y en los estudios de los acertados autores citados que la puerta de la mediación se abre de acuerdo con la Ley Sagrada. Usar de la mediación para trabajar sobre el reino de la causa, en el conocimiento de que todo viene de Al-láh, está lejos de ser dañino. La mediación nos da acceso a influencias santas y es una puerta a través de la cual nos llegan las bondadosas bendiciones y beneficios de Al-láh el Altísimo.
Lo que prohíbe la Ley Sagrada es elevar una forma de mediación a un objeto de culto. La gente del camino de la verdadera fe es completamente inocente en esto, ya que la mera noción les resulta inconcebible. Es idolatría adorar algo que no sea Al-làh, Exaltado sea. Por lo tanto, cuando los creyentes apelan a alguien como mediación, es simplemente acceder a la abundancia divina, no adorar al mediador.

Ahora estamos viviendo en un tiempo oscuro en el que los Santos no están enseñando o usando sus poderes. La gente está mostrando su lado cruel, y la corrupción aumenta. Algunos Santos tienen el poder de cambiar el corazón de una persona del mal al bien. Ahora no tienen permiso para hacerlo hasta el momento adecuado. Su poder solo se manifestará al final de esta época, que es la época de los tiranos. Pero ese tiempo no se hará de esperar y si fuera nuestro destino podrémos ver todos sus poderes manifestarse por el mundo. Ahora a veces se usan de forma limitada, pero nada parecido al que tienen que desplegar. Millones de corazones serán conmovidos. Los conflictos y el odio desaparecerán.

Los trescientos cincuenta y seis están repartidos por la tierra entera, para que la bendición de sus pasos y de sus miradas se extienda por todos los lugares. Pero los hombres no los reconocen. "Nuestros amigos están ocultos bajo nuestras tiendas: nadie los conoce excepto Nosotros". No se comportan de forma que llamen la atención de los hombres. No hacen alarde ni de piedad, ni de devoción, ni de dominio. En apariencia son iguales a los demás. Su diferencia está en el interior.










LAS OBLIGACIONES
DE NUESTROS SANTOS


¡Cuántos profetas ha habido
a cuyo lado murieron multitud de seguidores
y no se desanimaron por lo que les afligía en el camino de Dios
ni flaquearon en busca de descanso!
Corán 3;146




El dunia es la prisión del creyente y el paraíso del incrédulo, por eso se dice que ayudar a los oprimidos es la mejor clase de oración. A diferencia de otras vías espirituales, los maestros del camino Sufí son quienes se comprometen con el adepto para llevarle a alcanzar la estación a la que puede aspirar, sin pedir nada a cambio. Sirvan como testimonio unas palabras del fundador de la tariqa naqshbandi, el Sheij Muhammad Baha'uddin Shah Naqshband:

"La gente de Dios lleva la carga de la creación por la creación, para que ésta aprenda de ellos. Dios mira el corazón de Sus Santos con Sus Luces y quienquiera esté alrededor de ese Santo recibe la bendición de esa Luz. Quienquiera que sea iniciado por nosotros y nos siga y nos ame, aunque esté lejos o cerca, dondequiera que esté, aunque esté en el Este y nosotros en el Oeste, nosotros lo nutrimos del río del amor, y le damos luz en su vida diaria".

En todas las épocas, los Santos Profetas y sus Herederos han sido dotados con el conocimiento de las Realidades Divinas que está escondido para el resto de la humanidad, y su principal deber es hacer comprensibles de cualquier forma posible estas realidades a la humanidad en general, y a la gente individualmente, de acuerdo con sus respectivos niveles y capacidades. Como maestros de la humanidad, a ellos se les concedió la habilidad de comunicarse de una manera singular: hablando directamente a los corazones de los hombres.

Nuestro maestro amado Sheij Mohammad al-Mevlevi*, tuvo el inmenso honor y el privilegio de recibir este conocimiento en presencia del gran Jalalud.din Rumi*. En la simbología de la poesía de Rumi, el discípulo es un garbanzo que pasa de la tierra del jardin a la olla y en ésta, tras un hevor, va adoptando los aromas que se le añaden. Luego pasará a un saboreo del cocinero (el Sheij) para finalmente transformarse en el sustento de una misteriosa comunidad. El gran amor del Sheij para sus discípulos, después de las duras pruebas de la recolección y la asadura se demostrará cuando el plato esté servido y sea motivo del regocijo de los dignos comensales... Igual en nuestras vidas.

Del amor del "maestro", más allá de las formás, más allá de la tumba incluso, desde siempre y desde dentro de nuestras propias vidas, desde la libertad y la fuerza de quien se ha dominado a sí mismo, del amor generoso de los walis hacia todo el género humano, es de lo que nos habla el siguiente poéma de Rumi:



De noche, cuando cruces la calle
Desde tu tienda y casa
Hacia el cementerio,
Me oirás hablarte desde el interior
De la tumba abierta y entonces te darás cuenta
De que siempre hemos estado juntos,
Soy el claro núcleo de la conciencia
De tu ser, tanto en el éxtasis
Como en la fatiga del odio a uno mismo.

Esa noche, cuando te escapes del miedo a las picaduras de serpiente
Y de todo lo que te irritan las hormigas, escucharás
Mi voz familiar, verás como se prende la vela,
Olerás a incienso y el amante que mora dentro de todos tus otros amantes
Será quien te prepare la cena sorpresa.

Este tumulto en el corazón es la señal
Que te envío al prenderte fuego en la tumba

Así que no te preocupes por el sudario
Ni por el polvo del camino al campo santo,

Ya que aquél será rasgado y éste lavado
Por la música de nuestro encuentro final.

Y no me busques en forma humana.
Estoy dentro de ti, mirando. No hay
Cabida para la forma ante un amor tan potente.

Redobla el tambor y que declamen los poetas.
Este es el día de la purificación para aquellos
Que ya están maduros y han sido iniciados en la verdad del amor.

¡No hace falta esperar hasta la muerte!
Aquí hay cosas que desear más que el dinero,
La fama y los bocados de carne asada.

Ahora bien, ¿Que nombre le pondremos a este nuevo tipo de puesto de observación
Que se ha abierto en nuestra ciudad, donde la gente se sienta en silencio a verter su mirada
A modo de luz, a modo de respuesta?








EL MUNDO AL QUE RENUNCIAN LOS SANTOS


Ibrahim bin Adham dijo una vez a un hombre:
.- "¿Quieres ser un wali?".
El hombre respondió:
.- "Sí".
"Entonces no desees nada de este mundo o del próximo.
Dedicaté a Allah y vuelve tu rostro a Él:
Él te tratará con amabilidad y te ayudará."


En árabe existen dos términos para dar nombre al mundo: Duniâ y ‘Âlam. Son lo mismo, pero visto con ojos distintos. El Duniâ designa al mundo en tanto que próximo a nosotros (del verbo danâ-yadnû, acercarse). A causa de su cercanía ejerce sobre el ánimo una influencia hipnótica. El Duniâ es atractivo, seductor. Entretiene la atención, y no deja ir más allá de su relumbrante superficie. Los sabios renuncian al Duniâ porque esclaviza al ser humano. El Duniâ es todo lo que impide al espíritu despegar y elevarse: es el poder, la riqueza, la celebridad, el miedo, la incertidumbre, las ataduras familiares y sociales en las que se satisface y padece.
El Duniâ es una continua promesa y una permanente amenaza: augura esplendor y advierte con la pobreza, la enfermedad, la insignificancia. Es el entorno inmediato en el que existimos, con sus sugerencias y con sus fantasmas, y su poderoso e innegable influjo corta alas y entretiene todo el tiempo, dispersando las energías y destruyendo todo lo bueno. El Duniâ exige dedicación absoluta, y la mayoría de los seres humanos se la concede. El hombre se afana durante todo el día y durante toda su vida en conseguir aquello que el Duniâ promete y en huir de aquello con lo que amenaza. El Duniâ es el origen de toda ambición y de toda desesperación.
El sabio (wali) renuncia al Duniâ, y a esa renuncia se la llama en árabe Çuhd, desapego. Es decir, renuncia a someterse a los criterios con los que el hombre común juzga, valora o desprecia las cosas. Para el sabio (wali), el poder, la riqueza, la celebridad y sus contrarios son insignificantes. Para él el mundo no es esas cosas. Para él, el mundo es ‘Âlam. ‘Âlam es el mundo-signo, y es una palabra que viene del verbo ‘álima-yá‘lam, saber, conocer. El universo del wali es un libro en el que leer para desentrañar sus significados. El Corán dice de Allah que es el Señor de los Mundos (Rabb al-‘Âlamîn), y utiliza el plural de ‘Âlam, no el de Duniâ. El que vive en un mundo-‘Âlam sabe que éste alude a la Verdad de la que viene y en la que en ningún instante deja de existir, mientras que el que subsiste en un mundo-Duniâ no ve nada más que la superficie de lo que se le muestra y lo seduce la fuerza del brillo de su materialidad. Ante cualquier objeto o acontecimiento, si no ves más que lo que tus ojos perciben cerca, estás ante el Duniâ inmediato, pero si tu espíritu penetra en su mundo interior y recorre sus pliegues más íntimos, estás ante el ‘Âlam, y estás dotado del don de la perspicacia y la mirada de hierro.
Allah, como Verdad del ‘Âlam, también promete y amenaza: habla del Jardín y del Fuego, y es Él el que ejerce ahora un influjo hipnótico sobre el hombre-sabio o wali. Pero hay una radical y profunda diferencia entre las esperanzas y los terrores que Allah sugiere al wali y las expectativas que despierta el Duniâ. Los maestros del Islam dicen que si has de ser hipnotizado, mejor es que lo seas por Allah, y si has de concebir esperanzas y sufrir terrores, mejores son las esperanzas y los terrores que infunde Allah, porque son infinitos, y no mediocres e indignos de ti. Las esperanzas y los miedos del Duniâ sacan lo peor que hay en el ser humano, pero las esperanzas y los miedos que son sugeridos por el ‘Âlam sacan lo que de mejor hay en él. Mientras que el Jardín y el Fuego del Duniâ son superficiales y frustrantes, los de Allah son la Inmensidad que está más allá de lo que los ojos pueden captar porque tienen las dimensiones del Universo que sólo el corazón del wali tiene facultades para intuir. El Corán dice: bal tû-zirûna l-hayâta d-duniâ wa l-âjiratu jáirun wa abqà (preferís la vida del Duniâ, pero al-Âjira es más abundante y permanente). Al-âjira es el mundo de Allah, la vida junto a Él, cuando el Duniâ y el ‘Âlam dejan de existir.
El Duniâ deja de existir con el tiempo: el devenir lo mata. El ‘Âlam deja de existir cuando, una vez leído, el ser humano topa con Allah, el Significado por el ‘Âlam. Ibn ‘Aÿîba enseña que el universo es letras. Una vez leídas y comprendido su significado se desdibujan en la mente y pasa a ocupar su lugar en la imaginación el significado al que aluden esas letras, Allah. Es así como desperece el ‘Âlam y se muestra Allah. Y al mundo en Allah se le llama al-Âjira. A al-Âjira se llega de todos modos, ya sea con la muerte aniquiladora, ya sea con el conocimiento reductor.
Pero para convertir el Duniâ en ‘Âlam es necesario el desapego (Çuhd) que invita a la Resurrección. Çuhd no significa aislarse sino escapar al influjo, pasar por la muerte para emerger de nuevo. La radicalidad del Çuhd depende de la permeabilidad del carácter. Un verdadero maestro enseña el grado necesario a cada discípulo. En cualquier caso, todo musulmán debe ejercitarse en las prácticas islámicas, pues ellas le señalan constantemente que lo único verdadero es Allah, y que todo lo demás son apariencias fugaces y adherencias insustanciales. Es así como se va cultivando en la sabiduría que abra su corazón a un espacio sin horizontes al que denominamos ‘Âlam, y en el que todo es un signo a desentrañar. Es de ese esfuerzo por interpretar del que mana la sabiduría en la que se satisface el espíritu.
Junto a todo esto, el Islam enseña la moderación, y nada hay más perjudicial que los extremismos y las obsesiones. Por ello, el ejemplo más equilibrado es el del Profeta (s.a.s.), una de cuyas invocaciones preferidas se encuentra en el Corán:

Âtinâ fî d-duniâ hásanatan wa fî l-âjirati hásanatan wa qinâ ‘adzâba n-nâr
(Concédenos del Duniâ lo mejor, y de al-Âjira lo mejor, y guárdanos del dolor del Fuego).




















EL WAJHABISMO Y SU REFUTACIÓN
POR LA GENTE DE "AHL AS-SUNNAT"[87]



Aparece la verdad y la falsedad se desvanece.
La mentira es evanescente.
(Corán: 17; 81)



Hoy en día, muchos musulmanes siguen las doctrinas wajhabis por ignorancia, por el efecto de la difusión gratuita de sus libros y del dinero que los protectorados occidentales del Golfo distribuyen con fines proselitistas para la construcción de mezquitas y centros sociales. Esta omnipresencia del wajhabismo ha llenado de oprobio al Islam, es innegable, pero nos guardaremos muy mucho de manifestar una opinión negativa de las personas que siguen los principios wajhabis, pues solo una minoría está al corriente de su verdadera naturaleza.
Al tratarse de un concepto vivo que precisa del principio de libertad individual en materia "religiosa", todos los intentos por imponer una visión estricta del Islam tienen que acabar desmoronándose más tarde o temprano. Al tiempo, por su origen revelado y su constante actualización por los legítimos sucesores del Profeta, sus ramas extraviadas pueden enderezarse si la buena guía vuelve a surgir. Por todo ello, por el respeto que nos merece toda persona que profesa una idea o una concepción religiosa, y de manera más acentuada tratandose de musulmanes o que se creen musulmanes, no queremos descalificar a quienes a nuestro entender están confundidos, porque sería injusto, sino tan solo desenmascarar el origen de esa confusión.

El Wajhabismo fue establecido por Muhammad ibn ‘Abdel Wahab. Nació en Huraimila, en el Nayd, Arabia, en 1111 (1699 d.C.) y murió en 1206 (1791 d.C.). Viajó a Basora, Bagdad, Irán, India y Damasco, por intereses comerciales y educativos. En esos viajes conoció los heréticos libros escritos por Ahmad ibn Taimiiah de Harrán (661-728 (1263-1328), el contenido de los cuales, como es notororio, es incompatible con las creencias de la Gente de la Sunnah (Ahl us-Sunnah).

Como hombre muy astuto y locuaz, comenzó a ser conocido como "el Sheij del Nayd". Para aumentar su fama, acudió a las conferencias de los sabios hambalis en Medina y, posteriormente, en Damasco y tras su regreso al Nayd, escribió muchos libros.
Su libro, Kitâb at-Tawhid, fue refutado por los sabios de Meca con muchas y preciosas respuestas, aportando contundente documentación que fue recopilada en una colección titulada Saif al-Yabbar, en 1221 y posteriormente impresa en Pakistán. Fue reproducida por Isik Kitabevi en Estambul, en 1395 (1975).
Kitâb at-Tawhid fue comentado por su nieto ‘Abd ur-Rahmán y, con sus comentarios interpolados, fue publicado en Egipto con el título Fatj al-Mayid, por un wajhabi llamado Muhammad Hamid.
Las ideas de Muhammad ibn ‘Abdel Wahab engañaron a los aldeanos habitantes de Dar’iyya y al jefe de estos, Muhammad ibn Sa’ud. El número de aquellos que aceptaron sus ideas, que el denominó "Wahabismo", se incrementó, por lo que decidió auto denominarse "Juez" y nombrar "Emir" a Muhammad Ibn Sa’ud, estableciendo como ley que solamente sus descendientes pudieran sucederles...

El padre de Muhammad ‘Abd el Wahab, que era un buen musulmán sunnita y los ‘ulamá de Medina comprendieron, por las palabras de Muhammad, que pretendía iniciar un movimiento herético, y advirtieron a todo el mundo para que no hablasen con él. A pesar de lo cual, proclamó el Wajhabismo como un movimiento renovador, en 1150 (1737). Para justificar sus desviaciones, habló mal de los juicios (iytihad) de los ‘ulamá, llegando a considerar kufar a Ahl as-Sunnah, es decir, encubridores; los que, a sabiendas, ocultan la Verdad revelada. Dijo que aquel que visitase la tumba de un profeta o de un wali, y se dirigiese al él diciendo: "¡Ya Nabi ul-lah (¡Oh profeta de Dios), o, por ejemplo, "¡Ya ‘Abdel Qader!, devendría mushrik (politeísta).
Según el punto de vista wajhabi, el que diga que alguien que demuestra estar tan cercano a Dios no puede ser un politeísta, será un kafir. Por ejemplo, si alguien dijese: "Tal o cual medicina alivian el dolor" o "Dios aceptó mi oración junto a la tumba de tal profeta o tal wali" devendría incrédulo.
Para probar su idea, aportó como documentos la aleya: "yaka nasta’in" (Sólo de Ti esperamos ayuda) de la surat al-Fátiha, y las aleyas que hablan de tawakkul (confianza en Dios). Aquellos que conocen el verdadero significado de "Tawhid" pueden entender que los Wajhabis, que se consideran a sí mismos muwahhidun (unitarios), no son más que otro grupo de los que, bajo la máscara de tawhid, pretenden destruir a la gente del tawhid y reformar el mismo Islam

Hadrat Hakim as-Sirhindí al-Muyaddidí, al final de la segunda parte de su libro Al usul al-‘arba fi tardid al-Wahhabiiah, escribe: "Los Wajhabis y la gente que no siguen un madhab (una de las escuelas jurídicas aceptadas), no pueden comprender el significado de "mayaz" (alegórico, simbólico) y de "isti’ara" (metáfora). Mayaz es el uso de una palabra, no en su sentido obvio y literal, sino más bien en un sentido alegórico o figurado, relacionado con su significado. Allah Ta’ala declara en muchas aleyas del Sagrado Corán que Él es el Real Hacedor de cada acto y que el hombre es sólo un hacedor mayazí.

Estos son ejemplo de un uso figurado (mayazí) de las palabras:

En la aleya 57 de la sura al-An’am y en la sura de Iusuf, Él dice:
"El juicio (hukm) pertenece sólo a Allah". Es decir, Allah Ta’ala es el único Juez (Hakím).
Pero en la aleya 64 de la surat un-Nisá, Él dice:
"Ellos no serán considerados verdaderos creyentes mientras no le tomen (al Profeta) como juez de lo que disputan entre ellos". La aleya precedente establece que Allah Ta’ala es el único juez verdadero y en la siguiente establece que un hombre también puede ser juez...

Todo musulmán sabe que Dios Todopoderoso es quien solamente da la vida y la quita, como dice en la aleya 56 de la sura Iusuf: "Él sólo es quien da y toma la vida".
En la aleya 42 de la sura az-Zumar dice: "Allah es el único que hace morir al hombre cuando llega el momento de su muerte",
Pero en la aleya 12 de la sura as-Sayda dice:
"El ángel que está encargado de tomar la vida, toma tu vida."

La aleya 80 de la sura ash-Shu’ará dice:
"Cuando me enfermo, sólo Él me da la cura."
Y en la aleya 49 de la sura Ale Imrán pone en palabras de Hadrat ‘Isa ibnu Mariam (a.s.) las siguientes palabras:
"Yo curo a aquel que es ciego y al leproso y yo hago a la muerte regresar a la vida con el permiso de Allah."

Él es el que da un hijo a un hombre, pero en la aleya 18 de la sura Mariam hace decir al ángel Gabriel (a.s.):
"Yo soy un enviado de tu Señor para regalarte un hijo puro".

El verdadero protector del hombre es Allah Ta’ala. En la aleya 257 de la surat ul-Bacara, se establece claramente que:
"Allah es el protector (wali) de los que creen"
Y en la aleya 55 de la sura al-Máidah dice:
"Vuestros protectores son Allah y Su mensajero"
Y en la aleya 5 de la sura al-Ahzab dice:
"El profeta es mejor protector de los creyentes que los creyentes de sí mismos."
El Misericordioso no explica que el sentido de wali aplicado a un hombre es mayazí. De la misma forma el verdadero auxiliador es Él, pero Él llama auxiliador (mu’in) a un hombre, de manera figurada, como hace en la aleya segunda de la sura al-Máidah:
"Ayudaos (ta’áwanú) unos a otros a practicar la piedad (taqwa)".

Los Wajhabis consideran politeísta (mushrik) a los musulmanes que llaman a alguien "siervo" de otro que no sea de Allah, por ejemplo, "Abd an-Nabí" o "Abd ar-Rasul", a pesar de que en la aleya 32 de la surat an.Nur dice:
"Casad a vuestras mujeres solteras y a aquellos pios de vuestros esclavos (‘ibadikum)".
El genuino Señor (rabb) es Allah Ta’ala, pero algún otro puede ser llamado señor figuradamente, como hace Allah Ta’ala decir a Iusuf (a.s.) dirigiendose al copero, en la aleya 32 de la sura de su mismo nombre:
"Recuerdame ante tu señor (rabbika)".

Al-Istihfah (pedir intercesión) es a lo que más se oponen los Wajhabis. Ellos consideran politeísmo pedir protección a otro que no sea Allah. Por supuesto, como todos los musulmanes saben, istihfah es sólo para Allah, no obstante es lícito decir que alguien pide la intercesión de otro, ya que en la aleya 15 de la surat ul-Qasas se dice:
"el de su clan le pidió ayuda (astagázahu) (a Moisés) contra su enemigo"
Y en un hadiz leemos que: "pidieron intercesión (istishfah) de Adán en el sitio de Mashar".
En un hadiz recogido en Al-Hisn al-Hasin se lee: "Aquel que necesite ayuda que diga:
"¡Oh siervos de Allah, ayudadme!"
Pedir cura y ayuda de Rasulullah (s.) y a los awliiah no significa abandonar a Allah u olvidar que Él es el creador. Es como esperar que Allah envíe la lluvia por mediación de las nubes, envíe la cura por mediación de las medicinas o esperar la victoria de Allah usando cañones, bombas, helicópteros y aviones. Esos son causas. Allah Ta’ala lo ha creado todo mediante causas. Usar de estos medios no es hacer shirk (politeismo). Los profetas de Dios siempre se han servido de estos medios.
De la misma manera en que vamos a una fuente a beber el agua que Dios nos envía; a la panadería a por el pan que Allah ha creado y fabricamos armamento y entrenamos a nuestras tropas para que Allah nos de la victoria, enviamos nuestro corazón junto al alma de un profeta o un santo (wali), con la intención de que Allah acepte nuestra oración, gracias a la intercesión de ellos.
Usar la radio para escuchar los sonidos que Allah ha creado mediante ondas electromagnéticas, no significa abandonar a Allah por un cajón parlante, porque somos conscientes de que es Allah quien otorga su peculiaridad, su poder, al aparato de radio.
Un politeísta adora a los ídolos sin pensar en Allah. Un musulmán, cuando recurre a los medios y utiliza las causas para lograr unos efectos, no pierde de vista que es Allah Ta’ala quien otorga efectividad y peculiaridad a las cosas y a las criaturas. Cualquier cosa que desee, la espera de Allah. Sabe que cualquier cosa que consiga procede de Allah.
Loa Wajhabis utilizan cualquier medio que les conviene para alcanzar sus objetivos mundanos. Satisfacen sus deseos sensuales por cualquier medio, pero llaman politeísmo a procurarse los medios para ganar la otra vida. ¿Qué concepción del tawhid tan extraña es esa?
Debido a que las palabras de Muhammad ibn ‘Abdel Wahab favorecían la satisfacción de los deseos sensuales, captaron con facilidad a aquellos que no poseían conocimientos religiosos. Así, proclamaron que los sabios de Ahl us-Sunnah y los musulmanes que estaban en el camino recto, eran incrédulos[88].
Los emires de la familia Sa’ud fundaron el Wajhabismo por deseo de incrementar su poder y extender sus territorios. Obligaron a los clanes árabes a convertirse en Wajhabis y mataron a todos aquellos que no quisieron hacerlo. Los aldeanos, por miedo a la muerte, obedecieron al Emir de Dar’iyya, Muhammad ibn Sa’ud, transformándose en soldados que atacaron las propiedades, las vidas y la honra de los no-Wajhabis.

***
El hermano de ‘Abdel Wahhab, Sheij Suleimán, fue uno de los sabios de Ahl us-Sunnah. Esta santa persona rebatió el Wajhabismo y sus heréticos principios en su libro As sawa’iq al-ilahiyya fi r-raddi ‘alal wahawiiah, impreso por Nubbat al-Ahbar en Bagdad, el año1306 (1889) y reproducido por Isik Kitabevi, en Estambul, el año 1396 (1975).
Los maestros de Muhammad ibn ‘Abdel Wahab, que se dieron cuenta de cómo éste había abierto un camino para el liderazgo diabólico, también refutaron sus desviados escritos. Todo ello incrementó el resentimiento y la hostilidad de los Wajhabis contra los musulmanes.
Los heréticos principios del Wajhabismo no se extendieron entre los musulmanes por la fuerza del razonamiento y la convicción sino mediante la crueldad y el derramamiento de sangre. El Emir de Dar’iyya, Muhammad ibn Sa’ud fue el más insensible ante toda la sangre derramada en ese camino. Ese hombre, antepasado de los actuales emires de Arabia llamada "Saudí" era del clan de los Banu Hanifa y uno de los descendientes de aquellos que creyeron en Musailamah al-Kaddab como profeta, tras la muerte de Mensajero de Dios...

Los Wajhabis hablan como si creyeran sinceramente en la Unicidad de Allah y como si los musulmanes llevasen seiscientos años siendo politeístas y ellos estuviesen tratando de salvarles del kufr. Para demostrar que están en lo cierto, se apoyan en la aleya 5 de la sura al-Ahqaf (46):
" Y quién está más equivocado que aquellos que, en lugar de invocar a Allah, invocan a quienes no van a escucharles hasta el Día de la Resurrección, indiferentes a sus invocaciones."
Y en la aleya 106 de la sura de Jonás (X):
"No invoques en lugar de Allah a quien no puede beneficiarte ni perjudicarte. Si lo hicieras, entonces serías de los impíos."
Siendo así que todas las exégesis coránicas indican que estas dos aleyas, y muchas otras semejantes, han sido enviadas contra los politeístas.

Los Wajhabis, en su libro Kashf sah-Shubuhat, malinterpretan la tercera aleya de la sura az-Zumar, en la que se dice:
"Los que han tomado amigos en lugar de Él dicen: Sólo lo hacemos para que nos acerquen a Allah."
Esta aleya cita las palabras de los politeístas que adoran ídolos. Los Wajhabis identifican a los musulmanes que piden la intercesión de su profeta y de sus santos ante Allah, con los idólatras e, intencionadamente, dicen que también los idólatras creen que sus ídolos no tienen poder para crear y que sólo Allah es el Creador.
En la interpretación de esta aleya, el libro Ruh al-Baián dice:
"Las criaturas humanas han sido creadas con la capacidad de reconocer al Creador, quien les ha creado a ellos y todo. Cada ser humano siente el deseo de adorar a su creador y de ser llevado a Su cercanía, aunque esta capacidad y deseo son anulados por el ego, el demonio y la capacidad de engaño de las malas compañías que hacen que ese deseo innato quede destruido, deviniendo la persona idólatra o incrédulo en el Creador y en el Último Día. Lo más valioso que tiene el hombre es el ma’arif (conocimiento gnóstico) que aporta seguridad en el tawhid (unidad y unicidad divinas). Su señales son la creencia en los profetas y en sus Libros" y su seguimiento, que es la manera de conseguir cercanía de Allah. Cuando Dios creó al hombre, conminó a Iblís a postrarse ante él, pero éste rehusó hacerlo, actuando con rebeldía y los filósofos devienen kufar (encubridores de la realidad, incrédulos) porque intentan aproximarse a Allah, no mediante el seguimiento de las enseñanzas proféticas, sino siguiendo únicamente a su propia razón. Los musulmanes para aproximarse a Allah se someten a las leyes de la shari’ah y con ello sus corazones se llenan de luz y el atributo divino de la hermosura (yamal) se manifiesta en sus espíritus; los politeístas introducen cambios en el mensaje divino, siguiendo las pasiones de su ego y, con ello, sus corazones y su espíritu se oscurecen. Allah al final de la aleya dice que ellos mienten cuando dicen que "adoramos a los ídolos por que ellos pueden interceder por nosotros".

Los Wajhabis argumentan que Allah en la aleya 25 de la sura de Luqmán dice:
"Si preguntas a los incrédulos ¿Quién ha creado los cielos y la tierra? Te dirán: "Ciertamente que ha sido Allah."
Y en la aleya 87 de la sura az-Zuhruf dice:
"Si preguntas a aquellos que adoran a otros distintos de Allah ¿Quién ha creado esto? Te dirán "Ciertamente, Allah lo ha creado"

Y por ello dicen: "También los idólatras saben que Allah es el único creador. Adoran ídolos que no podrán interceder por ellos en el Día del Juicio. Por ello devienen politeístas e incrédulos".
Pero nosotros manifestamos que existen tafsires[89] que hacen la exégesis de cada aleya coránica, en los que se evidencia que la utilización que los Wajhabis hacen de las aleyas coránicas no es correcta. No se pueden usar contra los musulmanes aleyas que Allah dirige contra los politeístas, pues los musulmanes nunca hemos adorado a los profetas o a los awliya de Allah, ni decimos que sean compañeros o socios de Allah. Sino que creemos que ellos son criaturas de Allah, seres humanos creados por Él y, por tanto, que no son dignos de adoración. Creemos que ellos son los seres más amados por Dios y que, por ese amor que Él les tiene, Allah puede tener compasión de nosotros, el resto de las criaturas. De Allah son el beneficio y el perjuicio. Sólo Él es digno de adoración. Los politeístas piensan que sus ídolos no son creados y por tanto son dignos de ser adorados y, por eso precisamente, los adoran. Eso es lo que les hace ser politeístas. No lo serían si dijesen que utilizan a esos ídolos para pedirles que intercedan por ellos ante Allah. Eso sería superstición, una falsa creencia. Esa creencia se aleja de las creencias islámicas, pero no se denomina politeísmo.

Como se ve, la opinión que los Wajhabis tienen de la gente de la Sunnah, a quienes contemplan como incrédulos e idólatras, es totalmente equivocada. El libro “Kashf ash-Shubuhat” interpreta equivocadamente aleyas dirigidas a los idólatras, incrédulos y politeístas, recurre a los sofismas y concluye que Ahl us-Sunnah son politeístas, por lo que recomienda que se les mate y confisquen sus propiedades. Esto es el comienzo de la fitna (enfrentamiento) actualmente existente entre los musulmanes. Esta autorización autoconcedida para hacer lícita la sangre y los bienes de otros musulmanes, en total contradicción con el ejemplo y la sunna de nuestro santo Profeta (Allah le bengiga y le paz), es lo que imposibilita que el Islam sea hoy el monoteísmo tolerante e indulgente que trajo el Profeta (s.a.s), para convertirse en el sufrido soporte de todos los fanatismos que suspiran por el poder terrenal.
En relación a quienes siguen el libro “Kashf ash-Shubuhat, nos transmite Hadraat ‘Abdullah ibn ‘Umar un hadiz en el que el Mensajero de Dios* dice:
"Han perdido el camino recto. Han aplicado a los musulmanes las aleyas que descendieron para los incrédulos."
Y transmite otro en el que dice:
"Lo que más temo para mi nación (ummah) es que interpreten el Corán conforme a sus propias opiniones y lleguen a conclusiones fuera de lugar."

Al hilo de las interpretaciones erróneas, se declara en el séptimo ayat del Sura al-Imran: “Solo los que poseen conocimiento comprenden el significado de los ayats no explícitos.” Ya dijimos en un capítulo anterior que Dikhr significa recuerdo de Allah, conocimiento, pues éste último procede del recuerdo[90]. Y de nuevo, leemos en el ayat 50 del Sura Ankabut: "El Corán se ha asentado en los corazones de los dotados de conocimiento". ¿Y acaso no son los wajhabis los grandes detractores de los Sufís a causa de su constante práctica del dikhr y que les ha hecho ser conocidos como la gente del recuerdo?

Otro de los que se dio cuenta del carácter herético de las ideas de Muhammad Ibn ‘Abd el-Wahhab y de lo dañinas que podrían llegar a ser, fue Muhammad ibn Suleimán al Madaní, fallecido en Medina en 1194 (1779) y uno de los grandes sabios de Medina. Era un faqih de la escuela shafi’í y escribió muchos libros, siendo muy famosos sus comentarios al libro de Hayyar al-Makkí, “At-Tuhfa al-Muhtaj”. En “Al-Fatáwa”, su obra en dos tomos refutando al Wahabismo, dice:
"¡Oh Muhammad ibn ‘Abdel Wahhab, no calumnies a los musulmanes, por amor de Dios! Te lo advierto. Si alguien dice que algún otro que Allah es el Creador, dile la verdad y llámale descreído, Pero aquellos que se adhieren a las causas (wasilah) y que creen que ambas, las causas y sus efectos, son creadas por Allah, no pueden ser llamados descreídos. Tú eres musulmán también. Es mejor llamar a un musulmán descreído (refiriendose a 'Abdel Wahhab) que llamárselo a todos los musulmanes. Aquel que abandona la comunidad puede perderse con más facilidad. La aleya 114 de la surat un-Nisá confirma mis palabras:
"A quien se oponga al Mensajero (Muhammad) después de habérsele manifestado claramente la dirección, y siga un camino diferente al de los creyentes, le abandonamos en la medida en que él se desvía y le arrojaremos al fuego del Yahannam".

***

De todo lo dicho anteriormente podemos deducir facilmente que el pensamiento wajhabi posee numerosos dogmas erróneos. Sus creencias están basadas en tres principios equivocados:

1º Creen que los actos de adoración (‘ibadat) están incluidos en los principios doctrinales y que, aquél que no practica su fe, por ejemplo, la oración ritual, o el impuesto obligatorio, sabiendo que son actos obligatorios, deviene descreído (kafir) y debe ser matado y sus posesiones distribuidas entre los Wajhabis.
Ash-Shahistaní escribió en su famosa obra Al-Milal wan-Nihal:
"Los sabios sunnis tienen dicho unánimemente que los actos de adoración no forman parte de los principios doctrinales. El que no practique los ritos obligatorios por pereza, aun sabiendo que son obligatorios, no deviene descreído por ello. Aunque, en el caso de aquellos que no practican la oración obligatoria, no existe unanimidad. La escuela Hambali considera que aquel que no realiza la oración obligatoria por pereza, deviene descreído." (versión turca, p. 63, El Cairo, 1070 a.H.)
La escuela Hambali considera descreído al musulmán que no realiza su oración obligatoria por pereza, pero no hace extensible esa valoración para el resto de los actos de adoración incumplidos. Por tanto, sería erróneo equiparar a los Wajhabis con los Hambalis en este asunto. Aquellos que no pertenecen a ninguna de las cuatro escuelas (como los wahabis) no son gente de la Sunnah y, anteriormente, también hemos explicado cómo aquellos que no pertenecen a la gente de la Sunnah no pueden ser tampoco Hambalis.

2º Los Wajhabis dicen que aquel que busca la intercesión (shafa’a) ante los profetas ('alaihimu 's-salam) o los awliya'[91] (rahimahum-Allahu ta'ala) o visita sus tumbas y reza junto a ellas, considerándolos intermediarios ante Dios deviene un descreído y que el hecho de que estén muertos les priva de la percepción de todos sus sentidos.
Si el hecho de hablar a una persona muerta junto a su tumba fuese señal de ser un descreido, nuestro Profeta* y los grandes ‘ulama y los amigos de Allah nunca lo habrían hecho. En cambio, era costumbre de nuestro Profeta* visitar el cementerio de Baqui en Medina y también a los mártires de Uhud. De hecho, en el libro de los Wajhabis titulado Fath ul-Mayid, en la pág. 485, se reconoce que el Mensajero* los saludaba y hablaba con ellos.

Nuestro Profeta* siempre decía en sus oraciones: "Allah humma. Inni as’aluka bi haqqi sa’alima alaika." (¡Oh Dios mío, te ruego por el derecho que tienen ante Ti aquellas personas a las que Tú has otorgado siempre lo que Te han pedido) y recomendó a los musulmanes suplicar a Allah de esa misma manera.

Cuando el Mensajero (s.) enterró a Fátima la madre de ‘Ali Emir al-Muminín (a.s.) con sus propias benditas manos, dijo:
"Allahuma igfir li ummi Fátimata binta Asad wa wasi’ ‘alaiha ma halaha bi haqqi nabiika wa anbia il ladína min qablí. Innaka arhamur rahimín".
(¡Oh Dios mio, perdona a mi madre -pues vivió muchos años con ella y la consideraba como su madre y decía que siempre cuidó de él mejor que de sus propios hijos- Fátima hija de Asad- y haz amplia su última morada. Acepta de mí esta oración por el derecho que tiene ante Ti tu Profeta y los profetas anteriores. Ciertamente, Tú eres el Más Misericordioso de los Misericordiosos).

3º Los wajhabis afirman que "Es causa de incredulidad y politeísmo construir una cúpula sobre una tumba, encender lámparas de aceite para aquellos que rezan y sirven en los cementerios, y hacer ofrendas por las almas de los muertos". Entonces, ¿Cómo se explica que los musulmanes hayan tolerado que la propia tumba del Profeta Mohammad se halle en el interior mismo de la mezquita de Medina? Siguiendo su argumentación, ¡Hasta el día de hoy, los habitantes de al-Haramain (Mecca y Medina) han adorado cúpulas y muros!"
De opinión diametralmente distinta es el Shah Wali-Allah ad-Dahlawi Dahlawi (rahimah-Allahu ta'ala) que en la pagina 30 de su libro Altaf al-Quds dice: "Amar los sha'a'ir de Allahu ta'ala significa amar el Corán Generoso, a los Profetas ('alaihi 's-salatu wa sallam) y a la Kaaba, o, amar cualquier cosa que le haga recordar a Allah Todopoderoso. Amar a los awliya' de Allah Todopoderoso es lo mismo[92]. A éstas les suceden en nuestro recuerdo, por una espontánea atracción, las palabras del Libro Luminoso:
"Se asemejan a algo vil los hombres que tratan de mentiras los signos de Dios. Dios no guiará a los impios". (C.52;5)

Para finalizar recordemos el ayat 34 de la Sura al-Baqara (2) que nos dice:
"Cuando ordenamos a los ángeles adorar a Adán, todos lo adoraron excepto Iblis; este se negó y se hinchó de orgullo, y fue del número de los ingratos."

Satán rehusó a respetar a nadie excepto a Allah Todopoderoso y difamó a los Profetas, por eso desobedeció Su orden. Los wajhabis andan tras los pasos de Satán. Dice la Sura Sad (38; 71-74):
Recuerda cuando tu Señor dijo a los ángeles: "Yo voy a crear un ser humano de barro.
Cuando le haya modelado y haya insuflado en él algo de mi Espiritu. ¡caed, ante él, postrados!"
Todos los ángeles se postraron.
Excepto Iblis. Éste se enorgulleció y estuvo entre los infieles.


Los padres y los hermanos de José ('alaihi 's-salam), de la misma forma, le honraron postrándose ellos mismos ante él. Si fuera causa de politeísmo o incredulidad el honrar o mostrar respeto a alguien distinto de Allah Todopoderoso, Él no hubiera elogiado a Sus amados esclavos con la palabra 'sajda (postración) al describirlos. Conforme a la gente del buen camino, la gente de la sunna (Ahl as-Sunnat), postrarse ante alguien distinto de Allah es haram[93] porque recuerda la postración en 'ibada, ¡no por ser un signo de respeto!









TRES EJEMPLOS DE FIDELIDAD HISTÓRICA:
LOS MORABITOS DE HUNGRIA, GRECIA Y PORTUGAL.


En lugares de nuestro viejo continente, los morabitos nunca han sido objeto de controversia sino que han sido conservados y recordados con honor y respeto de generación en generación. Es sobradamente conocido que el Islam pervivió en el Sur de Portugal. Símbolo inequívoco de la presencia morisca es Alvor, con las ruinas indefinidas de un castillo que en su tiempo defendió la ría y la población, y los tres morabitos existentes. Los morabitos, construcciones cúbicas de cúpula esférica, están valorizados, conservados y adaptados como capillas... El morabito de San Juan, el mayor de los tres, está situado en el cementerio local. Además existe el de San Pedro y un tercero, anexo a la Iglesia, que le sirve de sacristía.
Esta supervivencia nos da la clave de la probable ubicación de los morabitos españoles y corrobora que eran una costumbre ampliamente arraigada entre nuestros antepasados. Solo en Conchelo de Moura se encuentran numerosos morabitos, tanto dentro de la ciudad como en las afueras: Sao Alexio da Restauraçao, Safara, Sobra d' Adiça, Povoa de S. Miguel, Santo Amador y Amareleja...

En el corazón de Europa, entre las verdes colinas de Buda, desde la atalaya de una frondosa colina llamada 'de las rosas', se levanta el mausoleo de un awliyah conocido como Gül [rosa] Baba, pues su nombre real hace mucho tiempo que fue olvidado. Se dice que en los viejos tiempos el maqam de Gul Baba era el centro de la actividad islámica de Budapest. En nuestros días, esta tumba es visitada por muchos turistas de Europa, Asia y otras partes del mundo, quienes vienen a presentar sus humildes respetos.

Para terminar, viajemos a Isla de Lemos, en el Mar Egeo, el luminoso lugar donde reposan los restos del Santo Niyazi Misri. Durante el siglo pasado, el Sheikh Shemsuddin de Bursa fue a Lemos con el propósito de transferir los restos mortales del Santo de vuelta a Turquía. Le pidió al gobernador griego permiso para llevar los restos y otras reliquias del venerable Fundador de la Orden. Retornó pero con las manos vacías.

Esta es la historia que contó:

“Le pedí a las autoridades griegas permiso para llevar los estos del venerable Fundador de Nuestra Orden, y esto fue lo que se me respondió:

“Cada noche, dos monjas encienden las luces de la tumba de Niyazi Efendi. Limpiamos y embellecemos su mausoleo cada día. Cada viernes, tenemos su estandarte desplegado y flameando. Siempre nos preocupamos por su mausoleo manteniéndolo en buenas condiciones.
Ustedes no le dan mucha importancia a esas tareas como nosotros; hemos oído lo poco que cuidan de sus mausoleos y el pobre estado en el que se encuentran. Además, cuando los capitanes de nuestros barcos pesqueros pasan por la isla, saludan al Santo haciendo sonar sus bocinas; incluso le piden ayuda a través de su influencia espiritual.
Por todas estas razones no podemos permitir que se lleve los restos de Misri Efendi”.

En estos términos me enviaron a casa con las manos vacías”.


*********
EL RESURGIR DE LOS MORABITOS
DEL ORIENTE
DE AL-ANDALUS



"Conoce lo que está oculto y lo que está manifiesto. Él es el Grande, el Altísimo." ...
"Dios borra lo que quiere o lo mantiene."
Corán, XII, 10 y 39

*

¡Oh tú que has ido en peregrinación!
¿Dónde estás? ¿Dónde? ¡Oh! ¿donde?
Aquí, aquí está el Amado.
¡Oh ven ahora, Oh ven!
Tú amigo, Él es tu vecino,
El está al lado de tu casa
Y tú errante en el desierto.
¿Que clase de amor es ese?

Rumi, Diwan



Lo que Allah ha plantado, no morirá. La gente cree que el Islam está acabado, que es un retraso para la secularización y "modernización" del mundo y que con diversas guerras, expulsiones y coacciones acabarán con él. Si, es invierno en el Islam ahora, y la gente crée que la vegetación, que es verde como lo es el color del Islam, ha desaparecido. Pero las estaciones cambian, y cuando el invierno se acaba, el verde brota de la tierra de nuevo. Lo que ha estado durmiendo bajo la tierra de acuerdo con las órdenes divinas, se levantará. Incluso si se quisiera impedir que esto llegase a suceder, no sería posible. Es una ley de la naturaleza, y tras los primeros brotes, crecerán nuevas flores. Por eso no importa cuanto griten, cuantas malas acciones cometan en su contra o en su nombre o cuantas nuevas leyes dicten en contra del Islam, porque ha llegado la hora. La primavera del Islam no puede evitarse. Así lo afirman los grandes maestros Sufís de las más diversas órdenes. No se puede -ni se quiere- gobernar a la gente por la fuerza. Quien quiere creer, puede creer. Quien no quiere creer, no tiene porqué creer. Nunca forzamos a nadie para convencerlo o para que creea, porque no será realmente un creyente. Allah en Su Sabiduría dice en el Sagrado Corán: "No hay compulsión en religión", y sin embargo, aún después de los misteriosos acontecimientos del 11 de septiembre, el Islam sigue siendo la religión que más crece en el mundo, incluyendo a los Estados Unidos. En Occidente, cada vez más personas se acercan a los maestros del tasawuf en busca de verdadera espiritualidad y un sentido para sus vidas. La gente se pregunta quién hace que sea posible esto que parece contradecir toda lógica. Busquen a ese Uno y Lo encontrarán...

De vuelta al terreno local, Andalucía fue quien dió a la gloria de al-Andalus el mayor número de hijos ilustres, pero hay que saber que los santos no siempre alcanzan fama más allá del reconocimiento de sus conciudadanos[94]. Quizás esa ausencia de notoriedad fue en realidad el velo que permitió al Sharq mantener en paz y lejos del alcance de los estragos de los curiosos el recuerdo de sus amados protectores. Estos simultanearon con su vida religiosa los oficios manuales o humildes más dispares, como Ibn al-Arabi nos relata en su Risalat al-quds[95], los de campesino, verdulero, albañil, sombrerero, sastre, zapatero, curtidor, alheñero, vendedor de camamila, alpargatero, leñador, vajillero, carpintero, maestro de escuela etc., aunque no faltaron quienes ejercieron las profesiones liberales de jurista, rector de mezquita, orador, maestro de tradiciones proféticas, etc. Las biografías de nuestros Shejs son todavía muy incompletas y escasamente documentadas, por lo que recomendamos la lectura de algun texto más explícito de vidas de santones sufís, que nos aproximaría a las de los nuestros, pues en todo tiempo y lugar "el pueblo sufí es solo uno".

Vamos a dar cuenta de todos los maqams que han sido re-descubiertos hasta la fecha. Afortunadamente los tres primeros morabitos ya han sido catalogados como tales por las autoridades científicas arqueológicas, lo que abre la puerta a considerar como muy posible aquello que para muchos era un imposible: la supervivencia del rico legado espiritual Sufí levantado por nuestros antepasados. Ellos nunca se fueron, hemos sido nosotros quienes hemos estado ausentes durante todos estos años...

Como dice un lejano poema:

"No digas que los poseedores del corazón han partido
y que el reino del amor ha quedado vacío.
El mundo está repleto de maestros perfectos
Pero, ¿Dónde están los hombres como Mawlana[96]?"

Kamal Joyandi.




Oh Allah nuestro Señor, te pedimos que la influencia espiritual que concedes por la mediación de estos benditos awliyas de nuestra tierra, nos ayude a alcanzar nuestros objetivos y metas en este mundo y en el Más Allá, y que seamos beneficiados con seguir su puro ejemplo.


1.- MORABITO DE LORCA.
Recientes excavaciones en la calle Cava, han permitido documentar una qubba del siglo XII, pequeña capilla de planta cuadrangular, vinculada a un panteón funerario edificado sobre la tumba de un santón o personaje relevante dentro de la sociedad lorquina de este período. La localización de esta estructura religioso-funeraria junto a la puerta medieval, posteriormente llamada Gil de Ricla, parece ratificar que se trata de un morabito, lugar donde yacía una persona venerada que protegía esta entrada de la madina, cuyo nombre es SHEIJ MOHAMMAD.


2.- MORABITO DE MARXUQUERA.
Saliendo desde Gandía en dirección a Barx, pasado el km. 5 y en la zona de Marxuquera, existe el desvío que nos lleva a la Ermita de Marxuquera y al “Convent de Sant Jeroni”. Tomando la dirección del camino “Carril Convent”, a unos 250 metros, en la parte izquierda, está el camino de la “cova Negra – Maravelles”.
Se llega a un punto (250 m. del desvío) en el que existe una granja y una zona de naranjos entre los que encontramos "el Morabito".

Se cree, no sin fundamento, que se trata de una especie de eremitorio, un lugar de penitencia y oración que servía de albergue y de retiro a un iluminado musulmán, un santón venerado por las gentes. A su alrededor debieron hacerse un gran número de enterramientos secretos. Nuestros maestros nos informan que el Santo que vivió y murió allí se llamaba SHEIJ AHMAD, y fue uno de los primeros sabios de la tariqa Shadilí. En concreto, su vida se desarrolló en el siglo XIV, de manera oculta, pues vivía allí en seclusión. Tras su muerte, el edificio fue reformado varias veces. Seguramente toda la zona debía estar cubierta por una frondosa arboleda, de ahí que se conservara hasta épocas tan cercanas.
Apenas a 100 metros de este lugar se encontraba hasta hace poco, otra construcción similar, de menor tamaño, dos metros y medio de diámetro y tres de altura, recientemente derribada. Este morabito, del que se conserva una foto, era la tumba de un discípulo de Sheikh Ahhmad, aunque su grado no fuera el de wali Al.làh.
Estos edificios fueron descubiertos en las postrimerías de los años sesenta, ya que parece que nadie hasta ese momento hubiera reparado en ellos. El lugar formaba parte de un abigarrado bosque mediterraneo y parece ser que fueron las labores de transformación en bancales de naranjos las que lo trajeron a la luz. El morabito que ha quedado en pie fue declarado monumento histórico artístico en fecha 13.XII.1982, a fin de proteger y restaurar la singular construcción, últimamente destinada a almacén.
Se trata de un edificio de planta circular, de unos siete metros de diámetro, paredes de canto rodado grueso, muy típico de las obras árabes, con una bóveda de mampostería, coronada por una linterna (posiblemente posterior) y una sola puerta cuyo dintel es un arco carpanel rebajado; varias ventanas de tipo de aspillera, y una grande. Su altura, de seis metros, dividida en dos plantas abovedadas.
Próxima se encuentra la boca de una cisterna, probablemente de la época, y que ha servido de uso hasta nuestros días. En todo el conjunto se respira el fragante aroma de los naranjos y el olor de la tierra mojada.
Llama la atención la expresa voluntad -que no se concreta nunca- de adquirir para el patrimonio local el Morabito de Marxuquera, que está necesitado de una urgente reforma. Al parecer se estudia destinar trescientos mil euros para acometer la expropiación. Eso supondría la recuperación de un monumento histórico majestuoso muy particular para la comarca.

3.- MORABITO DE ORIHUELA

Ha sido descubierto muy recientemente en unas escavaciones que se están ejecutando frente a la catedral, en la plaza del teniente Linarfes. Es un momnumento funerario islámico, obra de mampostería de cal pintada a la almagra del siglo X o XI. El nombre del wali que allí reposa es Sheij
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El resto de los morabitos del Sharq al-Andalus no habían sido descubiertos oficialmente hasta la fecha, y si acaso fueran conocidos por las gentes del lugar -como el de Marxuquera- eran ignorados o no se les daba más que un valor funcional bien distinto a su verdadera naturaleza. En estos momentos estamos en tratos con las autoridades para que se inicie un estudio arqueológico oficial que constate la autenticidad de estos hallazgos. Sería naturalmente lógico que hubiera un espacio abierto a la duda y al escepticismo por su parte. Nosotros solo podemos dar fe de que lo que afirmamos es cierto. Atestiguamos que los emplazamientos de los morabitos del oriente de al-Andalus nos fueron confirmados por nuestros maestros el Sheij Hussein an-Naqshband al-Uwaisy y el Sheij Mohammad an-Mevlev al-Uwaisy. Que Allah puso en nuestros corazones la curiosidad y el presentimiento en todas y cada una de las moradas espirituales que buscamos. Que su localización física casi nunca fue fácil, pues de alguna manera están preservadas.
Si hubiéramos actuado de otra manera, habría sido mucho más sencillo para nosotros asignar la condición de maqam a toda ruina, todo árbol y toda cima montañosa de nuestro entorno. En concreto, al darnos cuenta de la existencia de construcciones similares en la zona de Enguera en Valencia, nuestros Sheijs nos informaron de que en ninguna de ellas encontraríamos un maqam, y que uno solo de de las decenas de "cucos" allí existentes fue construido con ese propósito. Sin embargo en ese "cuco" no está enterrado ningún wali.

La localización exacta de los maqams nos pareció en todo momento un milagro y en algunos momentos su visión nos deslumbró. Pero el intento de conocer el nombre y la vida de los Santos aún fue más complicado, porque nuestros maestros nos hablaban en árabe y nosotros apenas conocemos algunos rudimentos de ese idioma. Aunque ellos nos hablaron bastantes de la vida y las características de nuestros walis, nosotros apenas podíamos memorizar sus nombres. Por lo tanto nos ha resultado muy difícil transcribir unas biografías completas, pero algo sí hemos podido recoger, especialmente de quienes había referencias históricas. Nosotros esperamos que dentro de poco tiempo nos mostrarán una forma de conocer más de ellos. Eso es fácil para Allah, si Él quiere. Por algún motivo o sabiduría oculta no resultaba conveniente que nuestra comunicación fuera tan fluida en esos momentos. Cualquier cosa que recuerde a Allah Todopoderoso al verla, es una señal de Dios. Quizás todavía haya que tener un poco de paciencia para que sus signos se nos hagan manifiestos. En todo caso, la función por la que estos maqams han sido revelados ya ha sido realizada y tenemos confianza en que tal como están resulten tremendamente evocadores y atractivos. La contemplación de las fotografías de los que han conservado sus edificacios lo corroborará. Sin duda, Allah ha depositado en ellos un poder. Estamos igualmente convencidos de que aún pueden surgir muchos más, especialmente en Murcia, a donde aún no hemos tenido la posibilidad de desplazarnos.
Así que sin más preámbulos querido lector, tiene usted ante su vista la relación hasta ahora inédita de los morabitos de los Santos del Sharq al-Andalus, estaciones proveedoras de un inagotable poder espiritual.

4.- EL SHEIJ IBN HANI (Ulaym b. Abd al-Aziz) quien murió en Valencia en 1169 d.C. y fue enterrado en su ciudad natal, Xátiva, trayecto que entonces duraba entre dos y tres días. Las gentes acudían a su tumba para buscar curación de sus enfermedades. Se sabe que era muy visitado. Esta tumba se encuentra en Xativa, en una fuente que hay en el parque debajo de la Alameda, bajo un monumento abstracto muy sencillo que representa a una paloma. Allah le ha permitido mantener el karamat de sanación que ya tuvo en vida.

5.- SHEIJ MULEY HASSAN. Este Sheikh es de los primeros tiempos del Islam, murió victima de un ataque inesperado en este paraje montañoso de la sierra Calderona próximo a Gillet.

6.- SHEIJ MUHAMMAD, vivió en tiempos de Ibn al Arabi. Su tumba se encuentra en lo alto de la muela de Cortes de Pallás. Su visita necesita de tiempo, pues el paraje es recóndito. Alrededor suyo se refugiaron en 1616 los últimos moriscos valencianos.

7.- SHEIJ MUZA, junto al antiguo cementerio árabe, hospital de Jesús y actualmente parque de la biblioteca muncipal de Valencia. Ya hemos hablado de él anteriormente. Es muy antiguo, del siglo VIII. Además de ser profesor de ciencias islámicas, su oficio era el trabajo con el esparto. Su presencia es muy fuerte y desde su descubrimiento ha representado siempre un balsamo de amor para nosotros.

8.- SHEIJ ABDUL RAHMAN, Allah le ha concedido karamat de sanación. Posiblemente hay otros cerca. Se trata de una barraca aislada de piedra seca, sobre una colina de la partida de la Barbeta en el término de Torrente. Sheikh Abdul Rahman era médico e hizo muchos milagros en vida. Los maestros todavía recomiendan que lo visiten los enfermos. Nosotros hemos sido afortunados testigos de una curación en la funcionalidad de un miembro por traumatismo, que los medicos consideraban clinicamente imposible de recuperar.
Es un edificio de 2-3 mts de diámetro, con entrada al SE, alrededor del cual da la impresión que se encuentra una maqbara o cementerio de grandes proporciones. Por los alrededores había algunos nucleos de población, pues no vivía demasiado lejos. Aquel lugar era un lugar de meditación para él y que pidió ser enterrado allí.

9.- SHEIJ ABDUL SALAM, en el puerto de Visquert, fue el maestro espiritual de otros dos Santos. Cuando encontramos su maqam, que se conserva semienterrado y con la cúpula en ruinas, caimos dentro de él, pues resulta casi invisible. Sus paredes interiores son de una argamasa sorprendentemente fina y bien trabajada.
Cada vez que pasabamos por la zona sentíamos un estado de felicidad en el corazón. Era Sheikh Abdul Salam llamándonos. Cuando finalmente encontramos el lugar, la sensación desapareció, ocultándose.

10.- Unos 5 metros más abajo del maqam de Sheikh Abdul Salam, se halla totalmente sepultado por aterramientos en la ladera, el maqam de SHEIJ YUNNUS, discípulo suyo.

11.- SHEIJ JALALUDDIN IBN JALALUDDIN, cerca de la antigua madrasa de Xativa, a los pies del castillo.

12.- SHEIJ ABU JALALUDDIN, padre del anterior y enterrado un poquito más arriba a apenas 30 mts de distancia. Ambos fueron discípulos de Sheikh Abdul Salam cuyo maqam ya hemos dicho, se encuentra en el puerto de Visquert. Padre e hijo nos pidieron en sueños que que descubrieramos el maqam de su maestro S.Abdul Salam.

13.- SHEIJ MOHAMMAD, frente al museo de Xativa, bajo la calle. Inaccesible.

14.- SHEIJ MUSTÀFA TARIQ, en Penyiscola. Es un maqam clásico de planta rectangular y boveda abombada, quizás por haber sufrido un derrumbamiento y una posterior reparación La última vez que lo vimos estaba destinado a funciones de almacén de refrescos. Su valor estético dentro de la ciudad medieval es verdaderamente sugerente, evocador.

15.- En el barrio de Campanar, poco antes de llegar a Beniferri, junto a un grupo de árboles localizamos la tumba de SHEIJ ABU MASAIFA que es curiosamente el único Awliyah Allah a quien se ha dedicado una calle, concretamente en la ciudad de Xátiva.

16.-SHEIJ ABUBAK'R MOHAMMAD IBN AL HASSAYM, junto a la Catedral y plaza de la Reina, bajo un ciprés. Este Sufí era natural de Mallorca. Peregrinó, viajó mucho en busca de instructores y a su regreso recorrió la península, viviendo muchos años en Granada y Almería. En vida fue uno de los sufis con más fuerza, y su relevancia, como la de sus discípulos, viajó allende nuestras fronteras. Fue discípulo de Ibn al-Arif Al-Sinhayi. Jurista de la escuela zahiri, residió en Meca y Alejandría durante varios años. Perseguido por mantener las mismas ideas y pensamientos de Ibn al-Arif, se refugió en Valencia, donde moriría.

17.- AHMED AL TIGGIRI, en la plaza de la reina de Valencia, debajo del aparcamiento público. Durante la excavacion, realizada en los años sesenta, se exhumaron los cuerpos de muchos discípulos suyos. Por efecto del poder que le ha sido concedido por Allah ta'ala, su cuerpo penetró más profundamente en la tierra para no ser profanado. Se le saluda desde el jardín.

18.- SHEIJ BAHAUDDIN, debajo del olivo que hay en el pequeño jardín con fuente que hay junto a la Basílica de la Virgen de Valencia.

19.- SHEIJ IBRAHIM, junto al jardín de la Generalitat. Posiblemente muy cerca se encontaban las tumbas de los reyes de Valencia. Jaime I donó este camposanto para ubicar la construcción del nuevo Ayuntamiento de la ciudad. De vuelta a la luz despues de diversas vicisitudes, el cuerpo de nuestro santon se encuentra a unos 6 metros debajo de una gran pino cuyo tronco en su parte inicial, se inclina descaradamente hacia la quibla, representada en esa plaza por la puerta de los apostoles, añadido posterior que oculta la puerta de entrada de la gran mezquita Al-Yamá de la ciudad de Valencia.

20.- SHEIJ AHMAD, frente a la puerta de Alcantara y las antiguas torres de la muralla islámica de Valencia, situadas unos metros hacia el oeste de las actuales de Serranos. Se encuentra junto a un gran árbol.

21.- SHEIKH MUZA, frente a la antigua mezquita Rahbat al Qadi de Valencia -hoy Iglesia de los Santos Juanes- en la plaza de Brujas. Está bajo una fuente que -cosas del azar- sugiere una pila de abluciones con forma de estrella islámica y fondo de baldosas ajedrezado, lo que nos hace pensar de nuevo -puesto que el azar no existe- que una influencia angélica ha inspirado inconscientemente al artista. Revisando el callejero de la ciudad, se sabe que la zona fue un cementerio desde tiempo inmemorial, que pasaría a ser cristiano hacia el siglo XV. Hasta principios del siglo XX habían allí tres pequeñas casas que se derrumbaron con motivo de la construcción de la Avenida del Oeste. La actual calle de calabazas, muy próxima, se llamó en su día de "cristianos nuevos".

22.- En el antiguo convento carmelita del desierto de las Palmas, Benicassim, está enterrado SHEIJ ABDUL WADUD. Esta zona próxima a Castellón se llama "la Tinenza de Miravet", y es un macizo montañoso de unos 15 kms en dirección NE-SO situado al Oeste de la Plana y al E de plá de l'Arc o de Cabanes. Linda al Ne con las montañas de Oropesa. Por su abundancia en fuentes es muy visitada. En lo alto se encuentran las ruinas del Castell de Miravet. Los Carmelitas fundaron un convento en 1691 que está ahora en ruinas y parece que fue abandonado a causa de unas aguas torrenciales que impedían su habitabilidad, y según otras versiones de un terremoto. Se reedificó el actual, en otro emplazamiento más alejado, en 1796.

23.- En el monasterio de les Santes, al norte de la Tinenza de Miravet está el maqam de SHEIJ YUSUF BIN ---?, en el paraje de la Ermita de las Santas, pero no allí mismo. Se sabe que había una ermita anterior, de la que no se conoce ninguna referencia, pero empieza la construcción de la nueva el 22 de noviembre de 1610, coincidiendo con el decreto de expulsión de los últimos moriscos... El paraje es muy bello y humedo, con grandes pinadas.

24.- SHEIJ KAMAL, enterrado en las ruinas de la Almoina de Valencia. Su maqam es lo que algunos cronistas consideran los restos del abside de una supuesta iglesia visigoda. Los recientes trabajos de excavación mostraron numerosos enterramientos a su alrdededor que en un primer momento se atribuyeron a primitivos cristianos por lo que, del carácter devocional del edificio, algunos dedujeron que podía tratarse del primitivo enterramiento de San Vicente o la carcel en la que estuvo preso. Sin embargo y para desconcierto de todos, en un nivel inferior aparecieron a su alrdedor numerosos enterramientos musulmanes. Este Sheij tiene una gran fuerza y su desenterramiento tiene por objeto desatar ese poder.

25.- SIDI YAHIA YUNAID BENI COLA, falleció en 1116 d.C. Este wali había visitado la tumba del Santo Profeta*, al que le profesaba una gran veneración. Su sabiduría era tal que las gentes acudían de Denia y alrededores a consultarle. Un día no llamó a la oración. Cuando los del pueblo subieron a ver que pasaba, lo encontaron muerto. Se le dio sepultura junto a su casa, en la falda de Olta. Al excavar la sepultura brotó agua, de donde se origina la fuente que aún lleva su nombre.
Muy cerca del maqam cuentan los anales de la población que había una ermita que fue destruida en 1610. Enigmaticamente el mismo año en que se expulsaba a la población morisca, de la que Calpe había sido bastión. La historia nos cuenta que se hizo otra más cerca del pueblo en 1620 que a su vez fue destruida en 1936 y reedificada en 1945. Por lo tanto, curiosamente la Ermita de San Salvador, la más antigua del pueblo, ha ido alejandose en cada ocasión un poco más de las inmediaciones del cuerpo del añorado SIDI YAHIA....

26.- SHEIJ IBRAHIM, encima de la fuente del Tritón de la Glorieta de la ciudad de Valencia. Se sabe por documentos medievales que en la zona debió haber una Musalla, que es una ermita musulmana extramuros o Xarea. También que los alrededores de la actual calle del Mar se conocían como el barrio de la Rapita. Concretamente la Glorieta se encontraba dentro de lo que durante bastante tiempo fue una alquería islámica. Actualmente el terreno forma un montículo, inusual en la gran planicie que es la ciudad de Valencia, y está cubierto de una exhuberante vegetación.

27.- Catxerulo de Quitero en Benaguassil, donde está enterrado SHEIJ UMAR y al lado otro Sufí que es su murid o discípulo, aunque no era un wali, que se llamaba Sidi Abul Qasim. Era maestro en la lectura e interpretación del Corán. Ejerció de Imán de mezquita, pues allí cerca había una mezquita grande. Su apariencia es la de un hombre de mediana edad con barbas aún negras y de aspecto autóctono.

28.- Próximo al anterior, junto a una escombrera hay otro catxerulo que conserva su antiguo aspecto moruno. Sigue encalándose pues ha debido tener alguna utilidad reciente, y se le ha añadido una puerta. Sobre el techo de la boveda crece el trigo en verano, todo un perfume de inocencia y humildad. El Santo allí enterrado se llama SHEIJ KARIM, el generoso, el noble, y su aspecto es similar al anterior. Era muy agradable y sociable. Tuvo muchos discípulos y poseía el don de la atracción divina.

29.- También en Benaguassil, cerca de una cantera, hay una construccion similar a un catxerulo donde está enterrado SHEIJ OMAR KARIB, el cercano de Allah. Posiblemente el original se derrumbó y fue reconstruido más tarde por la gente del lugar, añadiendole cuatro ventanas. O quizás es todavía el original, pues la ventana mayor está orientada a Meca y la luz cae directamente sobre una especie de bodega interior en la que logicamente podría estar enterrado el cuerpo sobre su costado derecho, mirando a Meca y la luz. De los awliyahs enterrados en Benaguassil es el más luminoso de todos, el que tiene más fuerza, espiritualmente hablando. Era además un sabio escolástico que al mismo tiempo realizó muchos milagros. El sheij usaba de largas barbas blancas y su rostro tiene un aire oriental, achinado.

30.- En la Ermita de Montiel de Benaguassil, en una cueva escondida o balma del monte. Su nombre es SHEIJ YAHIA IBN SAID. Está enterrado debajo de la ermita. A nadie extrañe la profusión de Santos en la pequeña población de Benaguassil, porque en sus tiempos fue el centro de una importante madrassa o escuela de ciencias coránicas a la que acudían los jovenes de la comarca del Camp del Turia y de la sierra de la Calderona, al norte de Valencia.

31, 32 y 33.- En Alberique, SHEIJ HAZNAN bajo una gran piedra labrada y su discípulo SHEIKH HUSSEIN de Granada, cerca de Axis Mundi, también en Alberique. Al lado, cerca de un olivo, está enterrado el SHEIJ ABUL RAHMAN AL-ATTIB, un sabio en todas las ciencias del tasawuf. La actual ermita de Sta Barbara, alrededor de la cual se hallan estos maqams, fue originalmente una zawiyah. Todavía puede observarse la primitiva entrada, enquiblada que ha sido deslabazada con ladrillos e imágenes.

34.- SHEIJ MUSTÀFA IBN AHMAD. Era de profesión perfumero (Attar). Peregrinó y regresó siendo ya un sabio en todas las ciencias islámicas. Obtuvo el secreto de la curación de las enfermedades por los aromas. Vivía allí mismo donde ahora está enterrado, bajo el templete del jardín del beso en Xátiva, jardín de estilo oriental que realizó en lo que en su día fuera la finca particular un filántropo local del siglo XIX.

35.- Bajo el Catxetulo de Calmeta, en Benaguassil, está enterrado SHEIJ FAJRHUDDIN.

36 y 37.- En la falda del Tos Pelat, entre Bétera, Massarrojos y Moncada y en medio de un huerto de naranjos se encuentra un maqam en ruinas, tapado por obra nueva. El sheikh se llama SHEIJ YUSSUF y cerca había una zawiyah, o casa de oración de una cofradía Sufí. Al otro lado del Tos, entre la pinada más frondosa nos encontramos con un maqam del que emerge tan solo la cúpula, pues ha sido aterrado por la acción del tiempo: SHEIJ KAZ.

38.- Bajo el castillo de Corbera, SHEIJ HASSAN. Vivió en el Siglo XII, cerca de la actual errmita de San Miguel. La población, primero musulmana y depués cristiana, acudía allí en busca de inspiración espiritual. Musulmanes fervientes mucho tiempo después de la conversión forzosa, en las misas que allí se celebraban se producían espantosos sonidos supuestamente de ultratumba que disuadían a los párrocos de la comarca -que en el siglo XVI aún eran itinerantes- de terminar la liturgía y también de volver al lugar. A estos extraños sucesos se le vino a dar el nombre de "la protesta de la inocencia".

39.- La Mezquita de la Xara o ermita de Santa Anna, es en realidad el maqam de SHEIJ MOHAMMAD. De profesión astrólogo y matemático, natural de aquella zona, estaba enterrado allí. El cuerpo se halla al sud-oeste del exterior de la mezquita, a la altura del pozo para las abluciones -hoy clausurado-, entre éste y el mimbar. No estaba adscrito a tariqa ninguna. Hoy llamada la ermita de Santa Anna, es una pequeña ermita en medio del campo, donde observando con atención descubriremos una antigua mezquita de planta rectangular que en la parte que da al este tiene una puerta con arco de herradura. Cuatro pilares dividen su interior en tres naves. A la izquierda de la puerta existe una escalera de caracol con la antigua función de mimbar. La Quibla es el elemento más importante, ya que señala la direcció de la Meca y por tanto el lugar donde los musulmanes deben dirigir sus oraciones. Hoy en día todavía se puede ver el mihrab y dos puertas laterales en el muro de la Quibla.

40.- SHEIJ MUSTÂFA BIN AHMAD ATTAR. Enterrado en Salsadella, un municipio situado a 60 km. de Castellón. Su maqam se encuentra en la partida de la Mezquita, y aunque no hay un morabito, queda el rastro de una estructura que lo hace facilmente reconocible.

41.- SHEIJ MUZA. Está enterrado junto al inicio del calvario de Xativa, junto a los restos de una torre.

42.- SHEIJ YUNNUS, de profesión médico (hakim) de plantas o herbolario. Vivió en los primeros años del 1.100. Está enterrado debajo del castillo de Mogente, en un entrante o gruta.

43.- SHEIJ YAMAL (El bello). Su morabito está reseñado en el Llibre del repartiment, conocido como un oratorio al que las gentes acudian en romería. Milagrosamente no ha sido sepultado por la ampliación del puerto de Valencia. Se encuentra entre Nazareth y la playa de Pinedo, debajo de un gran árbol.

44.- SHEIJ MOHAMMAD, en Xátiva, a la salida del antiguo camino de Visquert, junto a un algarrobo y una piedra en las faldas de la montaña del Castillo. Más abajo hay una especie de maqam circular, que no tuvo esa función.

45.- En el Rincón de Ademuz hay dos catxerulos expectaculares. Uno con puerta trapezoidal orientada al levante, con forma de caracol, que no es un maqam. Un poco más abajo, con la fachada orientada al SO, hay una construcción casi señorial de planta cuadrada y boveda, con una puerta de medio punto adovelada. Es el morabito del SHEIJ ABDALÁH, hecho con lajas rojizas traidas de fuera del entorno. Está en la majadilla de Mas del Olmo.

46.- SHEIJ ABU OMAR BEN AYAD, falleció martir en 1179 en un día del Id (pascua musulmana). Su maqam se encuentra a las faldas del monte del castillo de San Miguel de Lliria, en el llano junto al pueblo y bajo un gran arbol. Natural de Lliria, marchó a Valencia a estudiar tradiciones. Trataba con todo el mundo, recogía tadiciones y anotaba fechas de nacimientos y muertes de las personas que las narraban y acumulbar noticias históricas de los maestros.. Escribió varios libros, de vidas ascéticas, ciencia jurídica etc. Intentó un complemento a la monumental obra biográfica acerca de los sabios andalusíes que empezó Alfaradí y continuó Aben Pascual. Esta empresa la continuó su hijo Abdalá, con notas que posteriormente aprovechó el historiador valenciano Aben al Abbar.
Era de carácter afable, simpático, llano, asequible y trabajador. Tubo un violento fin a la avanzada edad de setenta años. Liria fue atacada de improviso por un enemigo de los musulmanes, no se sabe con certeza quien. El caso es que nuestro bibliófilo opuso resistencia en su casa. Esta fue sitiada y combatida hasta que al pobre le cubrieron de heridas el cuerpo. Al verle en tan lamentable estado, por conmiseración quizás, diéronle un momento de tregua, más al notar que no se rendía, lo remataron. A medio día, vestido con las mismas ropas que llevaba al morir, cual se hace con los martires de la fe, se le enterró en Lliria.

47.- SHEIJ ABD AL-NURI, sobre una colina encima de una cueva en el Señorío de Campo Olivar, a 1 km aprox de la ermita nueva y por lo que parece, en un paraje protegido. Vivió en aquella zona. El maqam queda señalado por la base -que se conservó-, seguramente porque era muy costoso derrumbar los cimientos. Del morabito hoy queda un circulo de piedras de 2,20 mts. de diámetro.

48.- Catxerulo de Balaguer, en Benaguazil, la tumba de SHEIJ IBRAHIM.

49.- En la pequeña población alicantina de Benifató se encuentra el venerado mausoléo del más conocido miembro de la saga de los Sid Buna, MOHAMMAD IBN GALIB SID BONO, quien murió muy anciano a la edad de casi cien años, otros dicen que ochenta, a mediados del mes de Du-l-qada (26 de octubre de 1227). Durante su viaje de peregrinación a la Meca hizo escala en Bugía, donde trabaría amistad con el maestro sufí Abu Madyan al-Andalusí, natural de Cantillama, en Sevilla y muerto en Tlemcén, Argelia, cuya escuela influiría posteriormente en Ibn al-Arabi y Francisco de Asís, entre otros. Residió un tiempo en Alejandría donde formó parte de los discípulos del gran maestro sufí al-Salafi que influiría profundamente en él. A partir de ahí empezó a manifestar una larga serie de carismas místicos. Durante años, la gente acudirá a él en masa para recibir su baraka.
Entre sus discípulos de más renombre destaca Abù l-'Abbas Al-Darir (el ciego). Este narró que nuestro Sheij le despojó de todo su ciencia y de todo su saber, los cuales ya eran entonces bastante considerables. Trás haberse desprendido de todo eso, recibió una alta apertura espiritual y una gracia sublime. Cuando su realización fue perfecta y reencontró una existencia normal, recobró todo aquello de lo que se había visto despojado.
El Sheikh al-Akbar Ibn al-Arabi, que lo conoció en Murcia, lo comparó con otro de sus discípulos más destacados, el Sheij Ahmad ya Abù-l-Abbàs al-Harrar al Rifa'i, hombre de realización que tras escuchar hablar de nuestro Sheij, abandonó su Sevilla natal junto con varios discípulos solo para escucharle. Este Abu al-Habbas se refiere a él como Abu Ahmad Ga'far al-Andalusí, (bin Abdallah bin Saydabuna, o Sid Bono al-Huzai al-Andalusí) y le considera uno de los discípulos más cercanos de Abu Madyan Su'ayb... Originario de la pequeña villa de Cocentaina, fue alumno de Ibn Hudayl en Valencia y de Abu Madyan en Bugia. Ibn al Arabi comentaría reiteradamente que a nuestro santón le resultaba dificil dominar todo el poder que le había sido dado sobre el mundo.
Así narra Abu l'Abbas Ahmad al Harrar al Rifai su llegada a la casa de nuestro Sheij:
"Encontramos a su alrededor una baraunda inmensa de discípulos rodeados de nuqaba. Cada naquib[97] estaba encargado a su vez de un grupo inmportante. Pude ver entre los discípulos del Sheij, alojandose en una misma casa, cuatrocientos jóvenes de la edad de quince años, todos con el don del desvelamiento (mukasifun)".
"Tres días después de saludarlo me hizo llamar. Lo encontré hablando a sus discípulos. Nada más sentarme fuí (saisi) raptado por un estado (hal): vi al Sheij de pie sobre mi cabeza, con un pico en la mano. Me demolía. Las partes de mi mismo se dislocaban y se desparramaban por tierra como si fuera un edificio en demolición. Continuó desmantelandome hasta los talones. No quedó nada en mi que no fuera destruido. Depués de ello, se puso a reconstruirme desde los talones hasta la cima del cráneo. Retomé entonces la conciencia y levanté la cabeza. El sheij entonces bajó la suya, hizo un signo con la mano a un servidor que me ayudó a levantarme y me dijo: "el sheij te dice que ya no tienes necesidad de él, vuelve a tu país."
Así que me puse en camino. El mundo superior se me desvelaba, sin que nada se me ocultase. Marchaba sobre la tierra como l'ecume glissante en la superficie del agua. Cuando volví a Sevilla, mis condiscípulos decían de mi: -¿Es Ahmad? ¿Es que es otro? Cuando iba a la mezquita, abandonaba mi alma individual al quitarme los zapatos. Durante la oración, contemplaba a Aquél por quien la realizaba y veía a aquél detrás de quien la realizaba".
¿Qué significado tiene la expresión "aquél tras quien yo realizaba la oración"? Se trata de que una entidad espiritual superior le había sido dada como imam tanto a su ser espiritual como a su ser corporal...

Los Bono fueron una saga de maestros Sufís valencianos, que comienza con Muhammad Ibn 'Abda Allah Ibn Sid Bono al Ansari, fallecido en Valencia el 24 de Mayo de 1061, cuya estela funeraria fue descubierta en Benimaclet en el siglo XIX. El fundador de la cofradía, Mohammad Abu Ahmad Sid Bono alcanzó tal fama que hasta el siglo XVI siguieron acudiendo personajes piadosos de más allá de nuestras fronteras para visitar el mausoleo de nuestro Wali. Está perfectamente documentada la destrucción de esta mezquita y del mausoléo en dos ocasiones. Fue vuelta a levantar con ayuda del Almirante de Aragón - por increible que parezca- que sentía una gran compasión y respeto por sus siervos musulmanes. Ello le valió sendas condenas de la Inquisición, una de ellas a muerte, que finalmente pudo eludir en razón de sus relaciones y su avanzada edad. Igualmente están documentadas disposiciones por las que los peregrinos debían pagar 6 sueldos como impuesto por acceder al santuario. La Veneración popular hacia el mausoléo de Mohammad Galib sid Bono solo pudo detenerse con el decreto de expulsión de 1610.

Se reseña en varios documentos históricos que a los musulmanes valencianos cada vez se les restringía más el viaje a Oriente para cumplir con el precepto del Hajj o peregrinación a la Meca, llegando a estarles terminantemente prohibido salir de nuestras fronteras. Dicen las crónicas cristianas que los ulémas determinaron acudir hasta este maqam como sustitución del imposible viaje a Mecca. Nuestros maestros niegan catergoricamente que se diera esta sustitución del precepto del Hajj por la visita al maqam de este wali, y queremos dejar plena constancia de que se trata de una premeditada confusión. Otro asunto es que los visitantes fueran tan numerosos que las Cortes les impusieran un pago por acceder al lugar. En nuestra opinión ese concepto de sustituir uno de los 5 pilares del Islam por una innovación pudo ser un bulo que los musulmanes lanzaban a las autoridades para jusitificar la incesante peregrinación al lugar, manifestando intencionadamente ante las autoridades católicas que sustituía "el viaje a Mecca que las autoridades les impedían realizar". Un claro intento de justificar al menos, el mantenimiento de la tradición del çiarat, una de las pocas de las devociones públicas que les quedaban.

Esta tariqa local se desplazó a Elx, huyendo de las dificultades de los tiempos para profesar su religión y después emigraron a Granada, donde subsistieron largo tiempo. En Benifató se dirigían retiros y se iniciaba en las prácticas espirituales más elevadas. Llegó a haber multitudes de estudiantes noveles en cada "promoción", todos dispuestos a entrar en el camino del tasawuff. Tanta fama alcanzó este paraje de Adzaneta, que hasta el momento de la expulsión (1610), muchos musulmanes del reino de Granada e incluso provenientes del Norte de Africa acudian atraídos por el poder espirituál que que les evocaba el mausoleo. La mezquita, las viviendas, y la tumba venerada del Sheij Abu Ahmad Sid Bono -el fundador de la dinastía- fueron finalmente destruidas hasta los cimientos, no así la balsa islámica que tras recoger las aguas de los manantiales de las montañas cercanas se conserva y se usa todavía para fertilizar el maravilloso valle de Guadalest, un sistema de riego de una belleza y eficacia sin igual.

Hemos tenido conocimiento[98] de los trabajos de Francisco Franco de la Universidad de Alicante, que ha localizado el mausoléo venerado de los Sid Bono. En respuesta a nuestras preguntas nuestros maestros manifestaron que su maqam se encuentra muy cerca del azud, junto a un gran árbol, no en el lugar en el que decidieron excavar. Los maestros confirmaron igualmente que se trata del único wali sepultado en esa partida.

50.- SHEIJA FATIMA. Está enterrada en las faldas del monte sobre el que se levanta el faro de Cullera y su volcán. En la tradición sufí no es infrecuente encontrarse con mujeres maestras. Ibn al Arabi nos cuenta como en su juventud estuvo al servicio de dos de ellas, de las que guardaba el más grato de los recuerdos aún cuando las conoció ya ancianas. Hemos sido informados de que todavía hay otras Santas enterradas en nuestras tierras, casi tantas como hombres pero aún no sabemos donde, porque cuando se deciden por la vía espiritual, las mujeres tienden más a protejerse, ocultarse y pasar desapercibidas.

51.- Maqam del Circo de la Safor. En en el centro de un paraje que nos recuerda el Pirinéo pese estar frente al mar mediteraneo. Para alcanzarlo hay que caminar bastante, toda una mañana saliendo de la ciudad de Gandía. Allí se encuentra una pequeña cava hundida a ras de suelo que es el maqam de SHEIJ MOHAMMAD KABIR. En las épocas muy dificiles que pasaron los musulmanes, los santos "se echaron al monte" siguiendo literalmente el hadith del profeta Mohammad referente a las circunstancias de persecución o peligros.

52.- SIDI ABDUL-MUTARRIF. Nació en Granada y fue disípulo de Abenabizamanín, otro eminente alfaquí granadino. Peregrinó a Mecca y a su regreso se estableció en Denia, dedicándose a la contemplación y la lectura del Corán. No todo fueron meditaciones, se entretuvo el tiempo que allí moró en la útil taréa de plantar una arboleda alrededor de su casa, a cuya sombra reposa bajo las paredes derruidas de su maqam, en la cima de un collado de la costa, no muy lejos de la ciudad, bajo el Montgó. En el siglo XVI era visitado todavía y el lugar se conocía como la partida de Delambroy. Actualmente la partida es conocida como les Rotes, y posiblemente esté citada en el llibre del repartiment como l'Hort d' Hano Abenbaca beb Alcohol "que está entre el rafol y la ràpita". Lo citamos pues aunque en realidad no alcanzó la wilaya, fue un hombre puro, y merece ser recordado. Además la historia ha querido que su vida fuera más o menos conocida. Los maestros así nos lo han indicado. A pesar del fervor popular, alcanzar la amistad con el Señor del Universo no es tan simple como escribir unas lineas, y un ser humano caritativo y honesto que haya dejado un caudal de admiración y respeto entre su projimo no necesariamente ha podido alcanzar el dominio absoluto de su ego, que es lo que caracteriza al wali.

53 y 54.- En Burriana están enterrados dos santones locales, SHEIJ ABDEL RAHMAN y SHEIJ UMAR. Sabemos que uno de ellos no es dificil de localizar, porque está en un campo muy cerca del pueblo. Aparecerán inhsa'Allah con la ayuda de Dios.

55.- SHEIKH YAHYÀ IBN AHMAD IBN YAHYÀ IBN SID BONO AL-KHUZAI, Abu Bakr Abu Zakariyyà. Nació en Picassent en el primer tercio del siglo XII. En vida era tenido por santo entre las gentes del pueblo. En Cocentaina estudió lectura coránica con el teólogo deniense Gulàm Al-Faras. En 1182 viajó a Oriente, recalando durante el viaje en Alejandría, donde recibió la enseñanza de grandes sabios. Ejerció de lector en Denia, y fue enterrado cerca de Cocentaina en el 1194, quizás en la partida de los Habices. La noticia de su fallecimiento causó una gran conmoción entre las musulmanes de Valencia, pues la gente, acostumbrada a verlo tan longevo y santo, se había olvidado de esperar su muerte.

56.- SHEIJ HAZNAN BEN KARIM, su morabito se halla en Beniarrés, en la comarca del Condat, entre la Vall de Albaida y Moixent, en una montaña de evidente sabor morisco, el Benacantíl. Sheij Haznan era hakim, es decir médico y experto en el uso de plantas medicinales y el lugar ofrece la mayor diversidad floral de nuestra comunidad. El cuerpo del wali se encuentra en un punto exacto debajo del muro que conforma la nevera de Beniarrés, por increible que nos pueda parecer. Evidentemente la nevera es de costrucción posterior, por cuanto el morabito original, que fue su casa, fue derruido. Como nos parecía imposible que hubiera un santo en aquél edificio, nuestros maestros nos indicaron el lugar exacto del lienzo de la nevera (entre la puerta norte y la puerta oeste) y nos aclararon que en aquel paraje hubo un nucleo poblacional, lo que de ser así, explicaría el emplazamiento de un wali en un lugar tan elevado y hoy día despoblado. El lugar posee las características propias de una atalaya de vigilancia o rábita, pues domina y divide dos grandes valles pertenecientes a las taifas de Denia y Valencia-Xátiva. Tras la invasión de Valencia, esta frontera sirivió de contencion durante 2 décadas a la expansión católica hacia el sur .

57.- Maqam del albaricoquero, en el camino de Xativa a Visquert, pasados los chalets y justo donde empieza el puerto, de donde sale un camino. Subiendo se llega a una pequeña capilla. Sobre el edificio principal, en dos esculdos heráldicos imaginarios, están grabados dos morabitos. La construcción está fechada en 1907. El morabito original se mantuvo en pie durante mucho tiempo hasta que cayó desplomado. Alguien aprovechó las ruinas para erigir un pequeño refectorio, y no olvidó consignar un recuerdo del o de los antiguos maqams, con la fecha de su reedificación. Unos metros más abajo hay una fuente, sin apenas caudal. Sabemos por información de nuestros Sheijs que esa fuente manó como una prueba de su wilaya en vida de nuestro venerado santón. Su nombre es SHEIJ HUSSEIN BIN AHMAD.

58.- En la ciudad de Valencia en los actuales jardines del Real se encuentra la tumba del SHEIJ ABDUL RAHMAN. El nombre de Real proviene de Rahal, predio agrícola y palacio de los reyes musulmánes de Valencia. Junto a los restos enterrados del palacio, bajo la calle General Elio, hay una pequeña montaña a cuya cima se puede acceder por unas escaleras. A mitad del recorrido, hay un circulo grande. Alli abajo se encuentra enterrado nuestro Sheij, que Allah santifique su secreto.

59.-, Detrás del palacio de la Lonja, dentro del recinto islámico de la ciudad de Valencia, cerca de la calle Burguera, hay una vieja casa particular en la que vivió y está entrerrado el SHEIJ OMAR BEN 'ATTIB. Nos informan nuestros maestros de que la fuerza espiritual que alberga este maqam es muy poderosa e influyente, por lo que quiera Allah que pueda ser recuperado un día para regocijo de todos los valencianos. Se trata de la presencia más poderosa de cuantos walis hemos conocido en la ciudad. Posiblemente sea el custodio de la ciudad de Valencia o en otros términos, el Cadí al-Awliyah.

60.- SHEIJ AHMAD QAIS. Su tumba fue sepultada por un monumental risco que cayó de la montaña en que se encuentra, junto a la ciudad de Xátiva, en su época conocida como Yebel Shams o "montaña del sol". Sabemos que era notable en este maestro el dominio sobre los yinns o genios.

61.- YUNUS HIDR, era hijo de Sheij Ahmad Qais. Sin embargo no fue discípulo de su padre, sino de Abdul Hani. Está enterrado junto a su padre.

62.- SHEIJ JUNAID BEN AMID fue un santo morisco, es decir un musulmán del tiempo del bautismo forzoso. Los musulmanes de la huerta se reunían a su alrededor en este paraje donde fue enterrado, que era distinto completamente a la ermita construida posteriormente con el propósito de borrar todo rastro de las creéncias locales y que se llama "del Peixets" por un milagro acontecido supuestamente al párroco de Alboraya en el barranco del Carraixet hacia 1348.

63.- SHEIJ HAYYED, un santón andalusí enterrado en lo que hoy se conoce como "nevera de Arquela", en el término valenciano de Tuejar. El maqam dicen que pudo utilizarse como nevera, pero carece de las características propias de estas.

64.- SHEIJ KAZ, en una plaza de la Xativa antigua, bajo un arbol cercano a una casa, arbol que está enquiblado.

65.- IBN ASIS, en la parte alta de Xátiva. Hay un algarrobo centenario que resposa sobre una gran piedra tallada. Con el transcurso de los años, el tronco se partió y creció en paralelo al al suelo, a unos dos palmos de altura, orientandose manifiestamente hecia Meca unos tres metros aproximadamente. A causa del morabito de este santo, un musulmán influyente y piadoso del siglo XIII, construyó allí cereca un palacio que tras la conquista fue abandonado y acabó en estado de ruina.

66.- A pocos metros de la salida de Xátiva por el antiguo camino de Visquert, hay a mano izquierda un barranco sembrado de espinos en lo que están los restos de lo que debió ser uno de los azudes que abastecían de agua a la medina de Xátiva. Enfrente y a mayor altura hay una especie de cueva en cuya entrada perduran restos de mortero. Allí estuvo en su tiempo el maqam de SHEIJ BEN HAMID, hasta que un corrimiento de tierras lo derrumbó en parte, dejándolo en su actual estado. El lugar está flanqueado por una representación de las palabras vivas del Corán: "el olivo y la higuera".

67.- SHEIJA RUCAYA, es una mujer con un un corazón pleno de amor y misericordia. A la salida de Xátiva por el camino de Visquert, su maqam lo ocupa hoy una pequeña capilla que sirve de Iglesia durante el verano. El edificio actual, que salvo la cruz tiene el aspecto de un verdadero maqam, sustituyó a una pequeña ermita que se construyó sobre el maqam original aunque sin destruirlo. De hecho, fue por causa de que una inscripción con el nombre de Allah quedara a rás de suelo que nuestra wali derribó lo que quedaba del maqam original junto con la ermita. Cuando los feligreses acuden a la misa dominical, Sheija Rucaya pide a Allah por que los asistentes lleguen a vislumbrar la luz del Islam, y esta sin duda les alcanzaría si no fuera porque todo ser humano está dotado por Al.làh de libertad total en materia religiosa.

68.- El morabito del lago de Anna, del que permanece un lienzo de piedra en una pinada, junto al campo cercano a la autopista. Se trata del mausoleo del SHEIJ ABDUL KADR AL-XATIVÏ.

69 y 70 .- En el jardín de los viveros de la ciudad de Valencia, bajo los bancos situados a ambos lados de la fuente de la Dama de Elche, cerca del antiguo palacio del "Rahal". Mirando a la fuente a mano derecha está enterrado el SHEIJ JAMIL y a la izquierda el SHEIJ AZNAN, ambos discípulos del ya citado SHEIJ ABDUL RAHMAN que está enterrado unos cincuenta metros más arriba.

71.- SHEIJ MUSTÀFA, kilómetro y medio al sur de Penyiscola, en la sierra de Irta y frente al mar, está incluido dentro de una masía rural y ha sido reedificado sobre el original. En la masía, aún se conservaba años atrás un tradicional horno moruno. También sabemos que fue asceta, y que vivía retirado, solo, excepto por alguna visita episódica. Era natural de allí.


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Queremos notificar la existencia de otros maqams de los que tenemos conocimiento pero aún no sabemos nombre ni emplazamiento exacto, entre otras razones porque aún no hemos dispuesto de tiempo para desplazarnos, y de otros, en la ciudad de Valencia que por su trascendental importancia deben todavía por un tiempo permanecer en secreto. Otros dos maqams se encuentran en el pueblo de Benageber en la provincia de Valencia. Otro en en Crevillente, en la provincia de Alicante, y finalmente en Murcia donde como era más que previsible hay muchísimos morabitos. Sabemos que hay maqams de awliyah Allah en En Totana, y en Jumilla (cerca del casón romano). Documentos literarios árabes nos informan de un Rabat al-Sed y de un al-Dayr, junto a la fuente del tawba (arrepentimiento) que posiblemente sea hoy el Monestir de San Ginés de la Jara, ambos en Cartagena Este San Ginés, santo morisco del que existe una abundate bibliografía, fue un musulmán virtuoso, pero pese a las apariencias, no alcanzó el grado de Awliyah, un grado excelso que no es tan frecuente alcanzar. Hazim al-Qartajânni, que vivió en el siglo XII relata la existencia de una rápita Ax-Xib (de la garganta) que estaría emplazada a la entrada del puerto de Cartagena y de un Q'ubaybat ibn Tahir, es decir la qubba o morabito de Ibn Tâhir. Y como éstas últimas, existieron otras muchas más. Para finalizar con una panoramica de los nuevos maqams que aún quedan por descubrir, no quisieramos dejar de reseñar la reciente localización de un awliyah andalusí, SHEIJ KAMAL, que perteneció a la tariqa Mawlevi (recibió la transmisión de un viajero que recaló en el puerto de Sevilla) y que está enterrado muy cerca del minarete de la antigua mezquita mayor, hoy en día conocido como torre de la Giralda. También existe un maqam en perfecto estado de conservación en un pueblo de la provincia de Jaén llamado Villanueva del Arzobispo, donde reposa el cuerpo incorrupto del SHEIJ ABDUL WADUD RAHIM. En Almansa (Albacete), el SHEIJ HAZNAN yace enterrado bajo la actual ermita de Belén.
Finalmente, a poca distancia de la ciudad de Sevilla se enterraron dos walis sobre los que posteriormente se edificó una mezquita almohade (están situados cerca de la quibla) que luego sería la ermita cristianizada de Bolullos de la Mitación, SHEIJ MUJTAR AL-KABIR y SHEIJ ABDUL NURI, que Allah guarde su secreto.












EL WALI, EL AMIGO Y PROTECTOR

Dios es el amigo protector de Sus buenos siervos. Él ayuda a sus buenos siervos, elimina sus dificultades, les guía y les da paz y éxito en los asuntos de este mundo y en el Más allá. Les saca de la oscuridad llevándolos a la luz e ilumina sus corazones; estos no permanecen constreñidos y atados a este mundo, sino que se expanden hasta los tiempos antes del antes y después del después. Llegan a conocer al Señor de esos reinos, admiten Su unidad, y por ser buenos siervos, son honrados con el nivel más alto que puede alcanzar la humanidad: Su amistad.
Los amigos de Dios ven con los ojos de la luz divina con la que han sido iluminados. Esa luz divina brilla en sus rostros. Quien los ve recuerda a Dios. Para ellos no existen el miedo ni la tristeza porque no conocen otro amigo sino Dios. Lo único que les causa temor es oponerse a su complacencia. Ni necesitan ni esperan nada de nadie, excepto de Dios.
Intenta ganarte la amistad de Dios, se amigo de Sus amigos y aprende a ser como ellos. Cree en lo que ellos creen, haz lo que ellos hacen, rechaza lo que ellos rechazan y, sobre todo, ámaLe a Él, que es a Quien ellos más aman.
'Abd al-Walì es el siervo en el que se hace manifiesta la amistad de todos los que son fieles. Él es el amigo de todos los creyentes puros y devotos.












RECOMENDACIONES DE PROTECCIÓN Y USO

"Los que poseen conocimiento son las novias de Allàh el Altísimo."
Bayazid al-Bistami


Los maqams del oriente de al-Andalus constituyen el último testimonio histórico del hoy casi desnudo patrimonio andalusí del Levante español. Este valioso bien cultural, representa un tesoro espiritual legado a nosotros por nuestros antepasados y muy concretamente destinado a los herederos del camino espiritual Sufí, la vía esoterica del Islam. Los componentes del Centro Sufí Naqshbandy Valencia-Samarqand, gracias a la revelación y guía de los maestros Uwaysis Sheikh Mohammmad an-Mevlevi y Sheikh Hussein an-Naqshband, que Allah guarde su secreto, verdaderos artífices de este descubrimiento, reclaman en su nombre la propiedad espiritual e intelectual de estos maqams para que todas las actuaciones de restauración, consolidación y recomposición asi como futuras acciones informativas, didacticas, culturales y de uso lleguen a realizarse con el debido respeto a la tradición y los modos de la espiritualidad Sufí, que en este asunto y dado que se trata de una tradición viva, es lo más importante a salvaguardar.

El mismo hecho de que se nos haya dado permiso para la divulgación de los maqams conlleva una garantía de protección, tal como testimonian nuestros maestros. No tememos por tanto que se produzca profanación o incidente alguno por causa de la renovación de su uso, más bien al contrario. No obstante recordamos como advertencia lo que Dios (glorificado y ensalzado sea) ha dicho:
"Quienquiera que haya humillado a uno de Mis elegidos, me ha retado a duelo"[99].

El rico legado "tradicional" viviente de la humanidad está aún más amenazado hoy en día que lo puedan estar las ballenas o el águila imperial, siendo la situación de estas especies de por sí bastante dramática. Y como por su naturaleza estas conexiónes espirituales, una vez desaparecidas, resultan imposibles de recuperar, nos sentimos obligados a recordar que las conexiones internas con el conocimiento sagrado transcendente, tienen, aunque todavía no se sepa o no se quiera reconocer, una importancia vital en el equilibrio del ecosistema planetario. En definitiva de nuestra supervivencia, no tan solo como especie, sino - lo que sería aún más trágico - como seres humanos.

Este Inventario del Patrimonio Histórico Sufí de las Comunidades de Valencia y Murcia tiene un evidente alcance universal, y merece a nuestro parecer de un programa urgente de protección y puesta en valor que tenga en cuenta el estado en que se hallan algunos de sus elementos, que requieren intervenciones inmediatas. Estos maqams deberían de conservarse y embellecerse para ser susceptibles de ser visitados tras una campaña de difusión internacional, como una ruta de peregrinación excepcional, que es sencillamente lo que en su día fueron. Modestamente sugerimos que deberían conocerse como "La ruta de las estrellas de la media luna".







UN MENSAJE DE PAZ PARA LAS GENTES
DE AL-ANDALUS Y DEL MUNDO



El proceso de islamización en el oriente de al-Andalus puede calificarse de ejemplar por cuanto respetó tanto las personas como las haciendas y las creencias de quienes no profesaban la fe muhammadiana. El tratado de Tudmir[100] estipula las condiciones que se pactan para la autonomía de una comunidad de siete ciudades lindantes entre Alicante y Murcia, gobernadas por un Conde cristiano dentro del reino musulmán. Es él único que se ha conservado de los muchos tratados que supuestamente se firmaron durante la fulgurante islamización del reino visigodo. En cualquier caso nos revela que la autonomía que se concedía a los cristianos en sus territorios era total y sus impuestos los mismos que abonaban anteriormente al rey visigodo de Toledo. Los templos preexistentes se compartieron con los cristianos, y los judíos dejaron de ser oficialmente perseguidos[101] y discriminados. Los únicos damnificados en aquellas circunstancias fueron los Condes y los Obispos católicos que al contrario de Tudmir y rechazando tan excelentes condiciones, abandonaron la zona. Estos vieron como sus predios y latifundios se repartían entre la población más pobre, que pasaba de sierva a propietaria de pequeñas parcelas de tierra para el cultivo que fueron incrementándose a medida que los nuevos ingenios hidráulicos y la agricultura islámica se desplegaban, vertebrando en la estructura territorial núcleos urbanos de nueva fundación.

De manera lamentable pero es la verdad, quinientos veintisiete años más tarde los conquistadores cruzados se aplicaron con especial virulencia contra los símbolos religiosos de los musulmanes murcianos y valencianos, profanando la mayor parte de sus referentes arquitectónicos, aunque respetando a la población local. Esta consideración por las vidas de los musulmanes, para algúnos interesada, pudo tener también su origen y continuidad en la bondad y el carácter de los santones locales junto al de los servidores más humildes de la jerarquía eclesiástica. El espíritu constructivo, trabajador y humanitario que los sheijs mostraron en todo momento - hasta la expulsión - les hizo hacerse de respetar por sus señores, que optaron por mantener en parte la antigua independencia económica de la población musulmana así como unas costumbres que además hacían más fácil su gobierno, lo que posibilitaba el mantenimiento de toda la artesanía, los oficios, la incipiente industria y la agricultura. De esta forma evitamos nuestra inmersión total en la Baja Edad Media europea. Tanto, que no faltaron entre los nobles quienes contraviniendo el mandato eclesiástico, mandaban a sus hijos a estudiar ciencias islámicas, aprendían árabe o preferirían la compañía de sus siervos a la de los cristianos.
En algunas comarcas como la Vall d' Albaida prevalecieron los musulmanes valencianos prácticamente con el mismo estilo de vida de los siglos anteriores. Los colonos cristianos y quienes de entre su comunidad, de grado o a la fuerza de las circunstancias mudaban de religión, conocían perfectamente los usos y las costumbres islámicas, los primeros entre ellos los administradores de la Valldigna, que eran los monjes del monasterio.
La población autóctona, mayoritariamente musulmana, conoció también los usos de la "nueva" fe. La piedad y la caridad que sin exclusivismos de ningún tipo compartían ambas comunidades de creyentes, hicieron posible una convivencia nada difícil. La vida humilde y el carácter piadoso de los sabios de la comunidad islámica influyeron positivamente en la actitud tolerante y convivencial de los monjes, que a menudo recibían del trato con sus súbditos musulmanes, un estímulo y una luz para perfeccionar sus propios propósitos religiosos.
En los últimos tiempos, los monjes dieron orden de construir para los musulmanes la mezquita de la Xara junto al mausoléo de un wali. Un santuario campestre estratégicamente situado fuera de los núcleos urbanos circundantes para que sus súbditos pudieran realizar sus devociones alejados de la miradas envidiosas e intolerantes. No tendría que extrañar demasiado esta actitud de reconocimiento, si recordamos los sucesos acaecidos durante el entierro del Sheij Jalaluddin Rumi, maestro de nuestro maestro Mohammad an-Mevlevi. Los conocemos bien porque fueron narrados por Aflâkî:

"Todos los habitantes de la ciudad de Konia marchaban acompañando el cortejo fúnebre. Estaban allí por supuesto todos los musulmanes, pero también estaban los cristianos y los judíos, pues todos le amaban. Todos lloraban, gritaban, desgarraban sus ropas. Los judíos avanzaban en el cortejo cantando salmos, los cristianos proclamaban el Evangelio. Nadie pensó en separarlos.

No se había visto jamás un ecumenismo tan universal de manera tan espontánea. Al punto que el Sultán se sorprendió e hizo venir a los jefes de los cristianos y de los judíos para preguntarles las razones por las qué celebraban así a un musulmán".

Aflâkî narra así su respuesta:

“Al verle, comprendimos la verdadera naturaleza de Jesús, de Moisés y de todos los profetas, hemos encontrado en él la misma conducta que la de nuestros profetas perfectos tal como lo hemos leído en nuestros libros.”

Esta convivencia pacífica continuó hasta la llegada de una mentalidad extraña al espíritu de tolerancia ancestral del Sharq al-Andalus; hablamos de un grupo de integristas inquisidores procedentes de la ciudad de Sevilla. Tras su llegada a Valencia, esta orden de predicadores vascuences y catalanes, formada en el espíritu colonizador y evangelizador de la rancia conquista andaluza quedó horrorizada por la pacífica convivencia entre "culturas"[102] que les resultaba tan inadmisible. Un reducido grupo de personajes influyentes bajo el liderazgo del entonces Arzobispo y a la vez Capitán General de Valencia y patriarca de Jerusalén planearía la expulsión de un tercio de la población autóctona de los Reinos de Valencia y Murcia, aquellos que sin duda eran sus más antiguos moradores.
Este perverso plan y lamentable hecho histórico vino a llenar de luto estas tierras a las que durante más de dos siglos sumiría en la mayor decadencia cultural, económica, demográfica y religiosa que se recuerda.
A pesar de aquel éxódo casi absoluto, todavía en nuestros días, muchos vecinos de la comarca de la Vall d' Albaida son conocidos cariñosamente con el nombre de "morets", recuerdo atávico de la convivencia de una población mucho más sabia y humana que sus ocasionales dirigentes.
Dados estos antecedentes ¡Que excelente desagravio sería para todos reivindicar el recuerdo de nuestros propios "santones" andalusíes de forma que fueran objeto de admiración y de respeto para valencianos y murcianos de todas las opiniones y creéncias!

Recientemente, José Jiménez Lozano, el último premio Cervantes, durante la lección inaugural que ofreció con motivo de la apertura de los cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, reivindicaba en el transcurso de su intervención, la «tolerancia» de la «vieja España», nacida de un momento en el que se imponía la necesidad de «convivir» con otros «diferentes», y criticó expresamente la de nuestros días, «una construcción percibida como deber moral para lograr apenas la co-existencia», dijo. Frente a la antigua tolerancia «de consecuencia», en la que se acepta al otro tal y como es, está la actual que podría llamarse «jurídica o de razón», cuyo principal y casi único objetivo es el de evitar el conflicto.

Ojalá no sea mucho pedir que en el país en el que hace 1200 años fueron capaces de convivir cristianos, musulmanes y judíos, pudiéramos aceptar la bondad en aquellos de quienes fuimos empujados a creer que eran nuestros enemigos y pudiéramos entonces llegar a ver a un musulmán también como un hombre santo -al menos en el sentido más familiar y limitado de la palabra -. Tan solo por el hecho de poder aceptar el bien en los otros, sería ya suficiente para lanzar un mensaje de paz universal desde el oriente de Al-Andalus a todos los hombres de buena voluntad.

El más grande de nuestros sabios extáticos andalusíes, Ibn al-Arabi, aunque nacido en el año 560 de la Hégira (1165 d.C), todavía hoy es conocido en el mundo musulmán como "Sheij al-Akbar" o "Doctor Maximus"[103] entre los cristianos. Consagrado desde joven a la vida espiritual, representa a la perfección el carácter extremadamente abierto, realista, respetuoso y contemplativo de nuestros santones. Nos regocijamos en reproducir uno de sus más celebres poemas, que revela además de un profundo respeto hacia todas las revelaciones religiosas, como es preceptivo del mandato coránico, el haber alcanzado la más alta de las moradas "místicas" posibles: "la morada de la no-morada" (maqam la maqam). Todo un ejemplo del alto grado de humanidad al que tuvieron la dicha de acceder nuestros más relevantes antepasados:


¡Que maravilla!, un jardín entre las llamas.
Mi corazón se ha hecho capaz
de adoptar todas las formas:
Es pasto de gacelas
y convento de monjes cristianos
Y templo de los ídolos
y la Ka'ba de los peregrinos
y Las Tablas de la Torá
y el Libro del Corán...
Soy un seguidor de la religión del Amor:
Allá donde vayan los camellos del Amor se encuentran mi religión y mi fe[104].



Nunca podremos poner suficientemente de relieve los beneficios y aportaciones recibidas de otras concepciones culturales y religiosas a nuestro acervo común. Estas costumbres "extrañas" son tan solo distintos puntos de vista que tienden a completar la comprensión de la Realidad, que es una e insondable. Quizás porque según la máxima Sufí "La tribulación es beneficio" o por otros motivos que desconocemos, Dios permitió aquella catástrofe humana que supuso la quiebra de nuestra convivencia y, por causas igualmente difíciles de comprender, nos ha devuelto el poder de las estaciones espirituales de nuestros Santones islámicos. Ojalá este hallazgo permita a nuestras gentes revivir el estado de espíritu de aquellas "Gentes del Libro", que convivieron con las costumbres y las creencias de sus vecinos "distintos", y no por ello vivieron tiempos de preocupación o temor.

La paz sea con ustedes, de mi corazón al suyo.

Nazr
Que así sea.

































Para conectar con el autor
Nazr al- Balansí al-Andalusi
Apartado de correos *****
46080 VALENCIA


[1] Decimotercero de los cuarenta hadices de Shawahid ul-Haqq. También recogido por Bujari.
[2] Allàh es en árabe el nombre propio para el Uno y Único Dios, el Creador y Sustentador del universo. Los árabes de religión judía o cristiana lo traducen como el Dios ('Eloh-im' en hebreo y 'Allaha' en araméo, la lengua materna de Jesus (sobre él la paz y las alabanzas). La palabra Allah no tiene plural o género. Allah no tiene ningún asociado o compañero, no engendró ni fue engendrado.
[3] Amigo de Allàh. A falta de un sinónimo equivalente, lo traduciremos por "Santo".
* Salla'llahu'alaihi wa sallam. Esta expresión se usa hacia todos los profetas y significa "sobre él la paz y las bendiciones ". En el caso de Mohammad* se añade "y sus familiares, sus compañeros y amigos". A lo largo de esta obra sustituirémos esta fórmula de tratamiento por un asterisco.
[4] Es decir, dicho ortodoxamente correcto.
[5] "Dar al Islam" o Casa de la Paz, donde el individuo era realmente preservado de la injusticia, lejos de vigilancia, la opresión o el egoísmo estatal de los nacionalismos.
[6] Ibn al-Jawzi, en el capítulo dedicado a Sayyidina Ali en Sifat al-Sawa.

[7] “Man öaffadhu‘lhubb fa-huwa sdfin wa-man saffdhu ‘l-abib fa-huwa Sufiyyun”
[8] Es célebre el comentario de Ibn ‘Arabî a este hadiz. El Shaij al-Akbar confirma el hadiz y lo completa: "cuando el ser humano se acerca a Allâh con sus acciones voluntarias, Allâh ve por su ojo y oye por su oído; cuando se le acerca con las acciones obligatorias, es él el que ve por el ojo de Allâh y oye por Su oído". Recopilado por al-Bukhari, procedente de Abu Hurayra.
[9] No puede negarse, por ejemplo, que en las cofradías surgidas o asentadas en el subcontinente Indio han habido muchas manifestaciones de sincretismo con doctrinas autóctonas, en un ámbito por lo demás riquísimo como ése en doctrinas y escuelas espirituales.
[10] Falleció el 17 de Safar 1034 AH/ 1624 EC a la edad de 63 años. Fue enterrado en la aldea de Sirhind. Era shaykh en cuatro ordenes Sufies: Naqshbandi, Qadiri, Chishti, y Suhrawardi. Prefirió la Naqshbandi, porque dijo, "Es la madre de todas las ordenes Sufies." Suponemos que lo dijo a causa de la iniciación por mediación de Abu Bakr as-Sidiq.

[11] La marca distintiva de los wajhabis.
[12] Sufismo
[13] Amigos de Dios.
[14] El árabe, como el hebreo y el araméo son lenguas sagradas por cuanto han sido elegidas como vehículo de la revelación.
[15] El primer capítulo del Corán (literalmente «la Abertura»).
[16] ¡Abre tu intelecto a estas parábolas y préstales atención! Si has comprendido cómo todas las letras están incluidas en el Punto, entonces comprenderás cómo todos los libros están incluidos en la frase; la frase, en la palabra; la palabra, en la letra; pues podemos decir con verdad: sin letra no hay palabra y sin palabra no hay libro. La palabra, en verdad, no tiene existencia más que por la existencia de la letra. La diferenciación analítica procede de la integración sintética, y todo está integrado en la Unidad de Percepción, simbolizada por el Punto. Ella es la Madre de todo libro.
"Al-lâh abroga y confirma lo que Él quiere, y con Él está la Madre del Libro" (Corán, XIII, 39).
§ Jesús, la paz sea con él.
[17] Jabal el-Awliyâ, montaña de los santos que la tradición advierte que no se puede alcanzar ni por tierra ni por mar.
[18] Según expresión de Mohsen Fayz Khasani, extraída de su libro "Kamilat Maknûna".
[19] Psicólogos, terapeutas, sociólogos, teólogos y otros tantos advenedizos del conocimiento formados en los postulados científicos materialistas de las universidades. Es de resaltar cómo los totalitarismos nazi y soviético se sirivieron de los informes técnicos de sus psicólogos para justificar los internamientos en campos de concentración o las deportaciones a los goulags de Siberia. La "caza de brujas" que el senador Mc Carthy impuso sobre la población norteamericana, al igual que el experimento de Guantánamo con prisioneros afganos, han contado igualmente con la colaboración y la justiticación de esas mismas autoridades científicas.
[20] Entre los años 672 y 680.
[21] Iniciados cuando menos con la rutas comerciales de fenicios y griegos.
[22] En nuestra opinión, las convulsiones del momento no permitieron a los visigodos captar con la perspectiva religiosa y política actual la revolución de valores que se había ido gestado en el seno de su propio estado. Aunque hay quienes créen en una conversión en masa de los arrianos al Islam, pero todo son conjeturas porque hay una falta absoluta de referencias históricas. Se dió un estado de amnesia histórica tan prolongado que, cuando posteriormente hubo que explicar el paso del estado teocrático hispano-visigodo siempre dividido entre unitarios y trinitarios a a un estado islámico-unitario con el beneplácito de la mayoría de la población, resultaba mucho más fácil acudir al mito de una invasión árabe - desde luego muy poco probable según los últimos trabajos de indagación biológica publicados por el profesor R.A.Reyment y el Instituto Paleontológíco de la Universidad de Uppsala, en Suecia - pero que tenía la ventaja de solucionar el problema de la ausencia de datos.
[23] La narración legendaria de la islamización de Egipto, llena de alusiones fantásticas y mitológicas orientales, se encuentra en la base de nuestra "Historia de la invasión de los árabes". Las mismas fantasías inverosímiles y similares anacronismos se recrean tanto en las fuentes árabes como cristianas de la Leyenda, que por no ser contemporáneas y tratarse de reelaboraciones tendentes a ensalzar los posteriores posicionamientos teológicos oficiales, carecen de toda credibilidad histórica.
[24] En el 475 d.C, con el último "emperador", Rómulo Augústulo.
[25] Que por entonces incluía la Septimania en Francia y la Tingitania en el norte de Africa.
[26] l' Estel Valencià.
¨ " 'Alaihi 's-salam "; que la paz sea con él.
[27] "Hallazgo de una biblioteca morisca en Potries (Gandía) en 1789" / Juan Bautista Vilar Separata de Sharq al-Andalus.- Vol. 5 (1988), p. 147-152 y "Hallazgo de centenares de manuscritos árabes en el año 1884 en Almonacid de la Sierra", la Almunia, cerca de Cariñena, Murcia.
[28] Más información en nuestra obra "Historia Sufí de los Secretos del Sharq al-Andalus".
[29] No solo afectó al mundo conocido incluida China, sino que según recientes prospecciones arqueológicas afectó también en forma de guerras devastadoras y generalizadas a las civilizaciones pre-colombinas.
[30] Corán 31:33.
[31] Corán 9:33.
[32] De la hégira [21 de febrero de 648].

[33] Nacido en 1080 en el anti-Atlas y -muerto en 1130.
[34] Valencia, desde 1172 es tributaria (mudayyan) de Alfonso II de Aragón.
[35] La Ley islámica, o si les resultan más familiares, los 10 mandamientos.
[36] Famoso por su paciencia y ascetismo, murió el 94 de la Héjira.
[37] Posiblemente cayera desmayado y tardaría tiempo en recuperar la consciencia.
[38] Compañeros del Profeta Mohammad*.
[39] Decreto religioso con fuerza de ley.
[40] Fiesta del cordero, con la que concluye la peregrinación anual a la Meca. En ella se conmemora el sacrificio por el profeta Ibrahim (la paz sea con él) de su hijo primogénito Ismaíl (la paz sea con él).
[41] El Siempre Viviente.
[42] Del latín occidere, morir. El lugar por donde se pone el sol, en definitiva donde muere la luz.
[43] Muslim, a partir de un relato de Hudhaifa bin Asid al-Ghifari.
[44] Según el hinduísmo.
[45] "Ruhu min Allah".
[46] Maqam de San Bernabé en Chipre.
[47] De acuerdo al Islam, todas las religiones son originarias de Dios, el Exaltado.
[48] A diferencia de las doctrinas Imperiales, el Santo Corán establece que "No hay coacción en materia de religión".
[49] E.A. Llobregat, 2, 182
[50] Originario de Zaragoza, fue ajusticiado en Valencia en 304 d.C. Representa el primer testimonio de fe cristriana de la península ibérica.
[51] Usando autoridad sobre ellos como criterio más beneficioso para su formación en un clima de afecto y tolerancia sabiamente administrados, lejos del proteccionismo y la sensiblería que proclaman hoy el sometimiento paterno, por medio del cual las mal llamadas "autoridades" acaban malogrando a quienes, de no haberse interpuesto el "establishment" en el proceso educativo natural, estaban llamados a convertirse en verdaderos seres humanos.
[52] Fue en Sevilla, mientras meditaba cerca de un una maqbara. Le vió y recibió su instrucción. Al día siguiente se le apareció igualmente Moisés* y al tercer día era el profeta Mohammad* quien le instruía. Todo ello tuvo lugar en el mundus imaginalis.
[53] Con el término retiro no nos referimos a su literalidad sino más bien al acto con el que se impide que la creación nos influya, para que el corazón y el oído no se conviertan en continentes para la superficialidad. Los awliyâ recibían visitas, daban consejos, estaban en el mundo, pero sin ser del mundo.
[54] El término romería alude a la visión particular de los cristianos sobre este asunto, por asimilación a las celebraciones anuales que celebraban en la onomástica de sus patrones.
[55] Boswel, Royal Treasure, apendice documental. Se refiere al mausoléo de los Sid Bono.
[56] Uno de ellos, al exterior de la puerta Boatella, era conocido según Aben al-Abbar como "el de las chozas o de las cabañas", lo que nos trae de nuevo a la memoria las barracas de piedra seca.
[57] Alcalá de Xivert, en la provincia de Castellón.
[58] Al compás del Corán en Chaouen, Crónica de Zahra Contreras.
[59] Jose Hinojosa Montalvo, Hª Medieval. Textos para la historia de Alicante, pag. 461. Diputación de Alicante.
[60] Llibre dels Fets.
[61] Dólmenes y menhires.
[62] También se han desenterrado muros de una construcción circular, que en opinión de los arqueólogos pudiera tratarse de un morabito, puesto que como panteón familiar no debió funcionar debido a que no hay ninguna tumba en su interior.
[63] Orientada hacia la Meca.
[64] A nuestro modo de entender con una gran carga de ironía hacia aquellos que buscan en el mundo exterior (midiendo y pesando) aquello que solo puede encontrarse en nuestro mundo interior.
[65] Mecca y Medina.
[66] Los eruditos citados se refieren a las influencias que el sionismo ha ejercido sobre la creación y la llegada al poder de la ideología wajhabi.
[67] Este hecho abominable quedó reflejado en todas las hemerotecas del mundo. La misma mañana que el rey Saud dió la orden a sus operarios de destruir la tumba, dos de ellos, tras los primeros golpes de pico, enloquecieron fulminantemente. No volvieron a recuperar la razón. Cuando el tercer operario fue a informar de lo sucedido, el rey acababa de sufrir un colapso nervisoso que le afectó a un ojo, a consecuencia del cual quedaría tuerto. Atemorizado, el rey dio órdenes de suspender la demolición de la tumba del Santo Profeta* al tiempo que mandaba levantar una reja a su alrededor para limitar el numero de los peregrinos que hasta entonces acostumbraban a rezar libremente junto a ella.
[68] Recordemos que la destrucción del apéndice nasal de la Esfinge fue causada en el siglo XIX por las tropas dirigidas por Napoleón Bonaparte, que la usó como blanco para los ejercicios de tiro de su artillería pesada.
[69] Enmascarar la Verdad para que no brille.
[70] Según la mayoría de los musulmanes (Al as-Sunath) estas dos fuente se hacen acompañar de otras dos, imprescindibles para lograr una verdadera comprensión, y éstas son el Ishmah o el conocimiento transmitido por los primeros sabios del Islam y la analogía comparativa o Quiyas.
[71] Igualmente real, aunque invisible.
[72] Nació en el 470/1077-8 en una aldea de Yilán, región al sur del Mar Caspio, en Persia. Murió en Baghdad el año 561/1166, después de fundar la tariqa "Kadiri".
[73] Recordemos que al-Andalus no conocío el medievo européo, pues se hallaba en pleno esplendor de las luces del mundo clásico del Islam.
[74] Decid: ‘Creemos en Al-lâh y en lo que ha hecho descender sobre nosotros y en lo que descendió sobre Ibrahim, Ismail, Isaac, Jacob y sus descendientes, y lo que fue entregado a Musa y a Îsa, y en lo que fue entregado a todos los demás profetas por su Sustentador: No hacemos distinción entre los profetas’. (Qur’án, Sura al-Baqara, 136).
[75] Idolatría.
[76] Recuerdo, meditación, un mantram personal repetido diariamente por el sufí.
[77] Siempre desde el punto de vista la tradición primordial, o filosofía perennis.
[78] Dikr significa recuerdo de Allah, conocimiento. Esto lo escribió Hadrat Abd al-Ghani an-Nabusi [muerto en 1143/1731] en su Al-hadiqa: “
[79] Luz.
[80] Ésta promesa hecha a los seguidores del Qur’an, está condicionada a que sean, o se mantengan como, una comunidad de gente que "ordena la conducta recta y prohibe la conducta inmoral, y que [verdaderamente] creen en Dios". Tal como ha demostrado la historia, esta promesa deja de cumplirse siempre que los musulmanes no cumplen con sus creéncias.
[81] Sheij al-Akbar que "son los que sacan las cosas escondidas de los yos." Son los "jefes".
[82] Están ocupados en escuchar las aflicciones de la creación y solo se mueven por el derecho de otro. Son los "nobles".
[83] Son para el Cosmos lo que el corazón es para el cuerpo. Son los "sustitutos".
[84] En árabe, el "Qutb". Solamente por él, la sublimidad de Al.làh está manifiesta. Es aquél que es el lugar por el que Al.làh contempla el mundo en cada época. Su lengua habla solo de la sabiduría y el poder de Al.làh.
[85] Lo desconocido o lo que no se ve con ojo humano.
[86] Este hadiz está citado de la pag 381 del clásico"Fat'h al-majid".
[87] El grupo mayoritario de los musulmanes, tradicionales y ortodoxos, imitadores del camino y el estilo de comportarse del Profeta Mohammad (s.a.s). Grupo que por cierto hace tiempo no tiene acceso al poder en el extenso mundo de los países de mayoría musulmana.
[88] Esto, que quede claro es grave, pues el creyente no debe osar tildar de apostasía a quien sea, y aún menos juzgar y declarar apóstatas a gentes que forman parte de los mejores servidores de Dios.

[89] Interpretaciones del Corán autorizadas por verdaderos sabios reconocidos en los primeros tiempos del Islam.
[90] Quien esté familiarizado con la filosofía helenística, no habrá dejado de advertir con cuanta sencilles se muestra la similitud del aprendizaje islámico-sufí con el genuino método socrático.
[91] Amigos de Dios.
[92] Porque el Profeta dijo: "Cuando los awliya' son vistos, Allah Todopoderoso es recordado", como está reseñado por Ibn Abi Shaiba's Musnad, en Irshad At-Talibin, y en Kunuz ad-daqaiq, este hadith ash-Sharif muestra que los awliya', también estan entre los sha'air. Está escrito en Jami' ul-fatawa que está permitido construir cúpulas sobre las tumbas de los Awlya y los 'Ulemas para honrarlos...
[93] Sin equivalente española, mal-traduzcase por pecado.
[94] El Mensajero de Allah dijo "Existe mucha gente que es considerada común y sin mérito, pero que son criaturas amadas por Dios y, cuando desean algo, Dios se lo concede."
[95] Vidas de santones andaluces.
[96] Jalalud.din Rumi, ejemplo de devoción por su maestro, Shams-e Tabrizi.
[97] Naqib (plural nuqaba) es el delegado o representante de un Sheij, en particular por la dirección y la organización de las sesiones de dikr. Así se utiliza este término en Egipto.
[98] Francisco Franco Sanchez, "Identificación de la tumba de los Sid Bono en Benifató". Alicante, Ibid, V (1989).
[99] Este Khabar figura en el Darajat at-Ta'ibin de Isma'il al-Harawi.
[100] Es copia tardía (siglo XII) inserta dentro de un manuscrito épico titulado "Bugyat al mutamis fi-l-tarij Ahl al al Andalus"y aunque pasa por ser uno de los rarísimos documentos relacionados con una invasión árabe de nuestro territorio, su autenticidad no resistiría un análisis riguroso. Su indudable interés estriba en que resume fielmente las condiciones que los musulmanes - de plena conformidad con el mandato coránico -, están obligados a ofrecer al enemigo en caso de conflicto armado.
[101] Con Recesvinto (653-672) la condena para los judíos que no quisieron aceptar el catolicismo iba desde los latigazos a la lapidación y la hoguera.
[102] Personas.
[103] Escribió unos 700 libros, tratados y colecciones de poemas, de los que se conservan 400. Uno de ellos, "Las revelaciones de la Meca" consta en su nueva edición de 17.000 páginas.
[104] Tarjuman al-Aswhaq. En el mismo texto, Ibn al Arabi hace un tafsir (interpretación) de su propio poéma, y escribe: "Que es la fe del profeta Mohammad*". Sirva esta aclaración del propio autor para reducir un tanto la cantidad de interpretaciones "fantásticas" surgidas posterioremente a la lectura de estos versos.


THE CONDITION OF THE LOVERS OF
ALLAH IN THEIR GRAVES

At the time of death, the lovers of Allah u are showered with
the blessings of Allah u, experiencing extraordinary and wondrous
states in their graves.
They entered their graves with the dye of love for Allah,
Into darkness like the night, they took along their lamps.
Several incidents in this regard are given below:
􀁋􀁊
The angels asked Shaykh Yahya bin Mu’adh Razi (rah) in his
grave, “What have you brought?” He replied, “Verily, great is the
statement of my master, the blessed Prophet a:
الدنيا سجن المؤمن
The world is a prison for the believer.
82 LOVE FOR ALLAH
Tell me, what can a prisoner bring from a prison?” The angels
left upon hearing this reply, and his grave was made into a garden.
􀁋􀁊
A person saw Bayazid Bustami (rah) in a dream and asked
him, “What transpired in your grave?” Hadrat Bustami replied,
“The angels came and asked, ‘O old man, what have you
brought?’ I replied, ‘When someone arrives at the door of a king
it is not asked what he has brought, but rather what he has come
to receive.’” The angels became happy upon hearing this reply.
􀁋􀁊
After passing away Rabia al-Basriyyah (rah) appeared in a person’s
dream. This person asked her (rah) what happened after she
passed away. She said, “The angels came and began to ask, ‘Who
is your Lord [Man Rabbuki]?’ I told them to go to Allah u and
say on my behalf, ‘O Allah, Your creation is so vast yet You did
not forget one old woman. I have no one but You, how could I
forget You?’”
􀁋􀁊
The angels asked Shaykh Junaid Baghdadi (rah) in his grave,
“Who is your Lord?” He replied, “My Lord is He who commanded
the angels to prostrate before Prophet Adam e.” The
angels were stunned by this reply and went away.
􀁋􀁊
After passing away, Hadrat Shaykh Abdul Qadir Jilani (rah)
appeared in a person’s dream and was asked, “What happened
after passing away?” He said, “The angels asked me, ‘Who is your
Lord?’ I replied, ‘It is surprising that you have descended from
The Con d i t io n o f the Lover s o f A l lah in Thei r Graves 83
the Sidrah al-Muntaha28 and have not forgotten Allah u. Should it
be that I, who have descended only four feet, should forget
everything?’ Thereafter the gates of Allah’s u mercy were
opened and my grave was transformed into a garden.”
􀁋􀁊
It is narrated in a hadith that when a believer is buried, Allah
u tells the angels, “Here is a servant of mine, who having come
from the material world [dunyā], is tired. Tell him:
نم آنومة العروس
Sleep the sleep of a newlywed bride.
Here the scholars of hadith have noted a subtle point. The
narration does not state, “Tell him: ‘Sleep peacefully’,” but rather,
“Tell him: ‘Sleep the sleep of a newlywed bride.’” When a bride
sleeps, none other than her beloved awakens her. Similarly, the
believer sleeping in his grave will also be awakened by none other
than his True Beloved u on the Day of Judgment. When a bride
awakens, she sees the smiling face of her husband. And, when a
sincere ‘āshiq awakens on the Day of Judgment, he will behold
Allah u smiling upon him.
28 Sidrah al-Muntaha is a place located in the Seventh Heaven.